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miércoles, 25 de marzo de 2015

A las ocho en el Novelty de Carlos Díaz Domínguez

Sinopsis:

Un tesoro perdido.
Un antiguo y poderoso dirigente del KGB ciegamente obsesionado por poseerlo.
Leonor Cortés, anticuaria salmantina afincada en San Juan de Luz, recibe de Anatoli Boychenko, un magnate ruso sin escrúpulos, el inquietante encargo de localizar el tesoro que Manuel Godoy escondió antes de perder todo en el Motín de Aranjuez, y que todavía permanece oculto.
La investigación pondrá en inminente peligro la vida de Leonor. Sola y atemorizada, tendrá que buscar en su pasado a la única persona en quien poder confiar.
Pero el Estado español teme que este asunto atente contra la historia de la Corona, y está decidido a impedirlo a toda costa...

Opinión:

Nos encontramos ante un thriller con tintes históricos.
El libro tiene varios hilos argumentales, varias tramas simultáneas que giran alrededor de un personaje principal, Leonor Cortés, y sobre el que recae todo el peso de la historia.
Todos los hilos evolucionan de forma lineal y paralela y se van entrelazando unos con otros.

Sobre la parte histórica, debo decir que me ha resultado escasa.
Quiero aclarar que esto no es un error que se pueda achacar al autor. Queda bien claro en la sinopsis, que la historia es la búsqueda de un tesoro perdido, la culpa es mía, ya que comencé a leer la novela pensando que un hecho histórico como el Motín de Aranjuez y personajes como Godoy, Carlos IV o Fernando VII, que daban para profundizar mucho más, tendrían mayor protagonismo.

Al margen de eso, sí debo advertiros que es una novela de ficción.
El argumento y algunas de las hipótesis que se barajan en torno a los personajes históricos, podrían haber ocurrido perfectamente, pero como digo... es solo ficción. Nada más y nada menos, que una historia extraída de la imaginación de su autor, algo por cierto, digno de alabar.
Aunque eso sí, os aseguró que siembra la duda y os veréis intentando encontrar parecidos entre los retratos de Carlos IV y Fernando VII.

Y aquí es cuando llegan los peros...
Personalmente a mí, la novela, no me ha llegado a convencer del todo. He encontrado tantas cosas positivas como negativas, por ese motivo me gustaría que no os dejaseis influenciar por mí opinión. Si os llama la atención esta obra, adelante con ella. Siempre es bueno dejarse aconsejar, pero también es importante que la última palabra antes de elegir lectura la tengáis vosotros.

¿Como transcurrirían los acontecimientos en El conde de Montecristo si Edmond Dantes no se hubiese encontrado con el Abate Faria? o ¿Si D'Artagnan no se hubiese cruzado de forma accidental con cada uno de los famosos mosqueteros, un hecho que curiosamente le llevó a citarse con los tres para batirse en duelo?
Estos ejemplos, que creo recordar que ya os los he mencionado anteriormente en alguna otra reseña, generan cierta ansiedad al lector, por averiguar cual sera su conclusión, y normalmente, son la base sobre la que se construyen esas narraciones.
La literatura está cargada de coincidencias, el problema surge, cuando en un libro toda la trama o gran parte del argumento, contiene un exceso de casualidades enlazadas, que consiguen lo opuesto. El lector ya no se sorprende, simplemente se vuelve incrédulo, ante los acontecimientos. Eso es lo que he encontrado de negativo en esta historia. Las casualidades acontecen con demasiada frecuencia.

Los personajes tampoco han sido lo que yo esperaba. Quizás en ellos he encontrado demasiados clichés.
Los Rusos, todos sin excepción: fríos, calculadores y expertos manipuladores, sin el menor atisbo de humanidad. A ninguno le tiembla la mano a la hora de mandar a alguien al otro barrio.
Y mientras, los españoles parece que vamos por el mundo como clones de Paco Martínez Soria. No nos enteramos de nada, normal que luego no nos tomen muy en serio.
La relación entre Leonor y Enrique, la forma de actuar de ambos, me parece exagerada y podría decir que cogida por los pelos. No quiero meter ningún Spoiler, pero aquí de nuevo entrarían en juego las casualidades.
Antes de dejar de lado a los personajes, quiero hacer mención de uno que me ha parecido redondo y que hubiese merecido tener una actuación mayor, Don Servando y como contrapunto su criada, Restituta. Merecería la pena tener una novela con estos dos personajes como protagonistas...

El argumento en general me ha gustado, es original. Es una novela con mucha acción desde el principio, que se lee con facilidad y aporta algunos datos históricos bastante interesantes. Una obra que despierta nuestra curiosidad y invita a buscar más sobre la época que se cita y sobre todo, a profundizar en algunos personajes como Godoy o la relación entre Carlos IV y Maria Luisa de Parma o Fernando VII.