miércoles, 28 de diciembre de 2016

Donde duermen las aguas de Lorenzo Mediano

Sinopsis:

Una joven maestra de la capital llega a Biescas de Obago, un tranquilo y apartado pueblo de los Pirineos. Pero pronto descubrirá que bajo la aparente quietud se esconde una oscura trama.
Sin desearlo, se encontrará sumergida en una lucha desesperada por salvar la naturaleza, por salvar su vida, por salvar su amor.
Basada en hechos reales, ésta es la novela más trepidante del escritor Lorenzo Mediano, autor de “La escarcha sobre los hombros”, “Los olvidados de Filipinas”, “El secreto de la diosa” y “Tras la huella del hombre rojo”.
Todas sus novelas se desarrollan en un entorno natural y se caracterizan por el ritmo ágil, la acción vertiginosa y los personajes apasionantes.

Opinión:

Hoy de nuevo vengo a hablaros de otra de las novelas de un autor que he descubierto recientemente y ante el que he caído rendida.
La trama de esta obra está basada en hechos reales, aunque para preservar la intimidad y seguridad de los protagonistas, los nombres se han cambiado.

En el comienzo de esta novela, nos encontramos con una escena entrañable, un abuelo con su nieto pescando.
El pequeño le pide que le cuente una historia y el anciano sin dudarlo, aun a riesgo de revivir oscuros fantasmas, decide relatarle unos hechos reales que ocurrieron ocho años atrás. Unos sucesos que cambiaron la vida del pueblo y de sus habitantes, por lo que todos han decidido mantenerlos ocultos.
El anciano cambiará el nombre de los afectados y omitirá hechos que podrían poner en peligro a sus protagonistas. De esa forma, y de manos de ese narrador, retrocederemos hasta comienzos de los años ochenta.

La obra resulta muy difícil de catalogar por la cantidad de temas que trata, que hacen que se mueva entre géneros.
Dentro de sus páginas nos encontramos con una trama que nos mantiene en vilo, cargada de intriga y sobre todo, un relato costumbrista que podría pasar a formar parte de la crónica negra de España.
También nos damos de bruces con el choque cultural al que se enfrenta una maestra de provincias, destinada a un medio rural tan aislado; el choque entre las ideas de unos y otros, la lucha por conservar las tradiciones.
El odio entre los dos pueblos, omnipresente a lo largo de todo el argumento y que se ve reflejado en la forma de actuar de todos los personajes, es un odio ancestral. Un odio de tal intensidad que desafía a la lógica más elemental.

Otro detalle que encontraremos y que convierte esta historia en intemporal, es el tema de la especulación de terrenos y la lucha de los que intentan salvar el ecosistema.

Vitorián, el alcalde de Biescas de Obago, es el personaje que más me ha gustado.
Un personaje completo, que a su vez tiene a su antagonista en el alcalde del pueblo vecino, Alcid del Solanar. Este rival, responde al apodo de "El raposo", y ya con esta sola mención, nos podemos hacer una idea clara de como es el sujeto en cuestión; un gánster en versión rural.
Hay otros personajes dignos de mención que complementan de forma redonda la trama. Entre ellos nos encontramos al Coronel y al médico, y es de éste último del que ahora os voy a hablar.

Este personaje singular al que he creído merecedor de estas lineas, me arriesgo a decir que es el alter ego del autor. Ya que según nos cuenta Lorenzo Mediano, el fue testigo de esos acontecimientos que se relatan.
Y hablando de cosas curiosas, incluyo a continuación una sección de curiosidades donde voy a mencionaros otras que he encontrado a lo largo de la novela.

Curiosidades. 

 Este libro se ha convertido prácticamente en un juego, y es que según avanzaba en la lectura iba encontrando algunas similitudes con "La escarcha sobre los hombros", que hacían que te arrancase una sonrisa.

  • La primera, es que como personajes principales, encontramos la figura de los maestros. Un homenaje a esas personas que nos enseñaron a leer y a escribir; aunque no será el único homenaje que encontraremos. Lorenzo Mediano, a lo largo de la narración, incluye bastantes palabras y frases en Fabla, la lengua aragonesa. Una lengua romance que aún se habla en el norte de Aragón. 
  • Otra... sin duda la más importante, es el escenario elegido para desarrollar la trama. El centro de esta historia de ficción, vuelve a ser Biescas de Obago, y aquí habría que recordar que además este personaje inanimado es producto de la imaginación del autor; un guiño hacia los lectores que tras leer "La escarcha sobre los hombros" se pasaron tardes intentando ubicar en el mapa, el emplazamiento de este pueblo del Pirineo. 

Para terminar solo me queda alabar el excelente trabajo de Lorenzo Mediano, que de nuevo nos lleva a ese apartado Valle del Pirineo, donde los sueños duermen, donde las aguas duermen y las gentes duermen esperando despertar.




miércoles, 21 de diciembre de 2016

El descenso de Jonathan Vázquez

Sinopsis:

''Su tieso semblante y la dulzura de su tacto se deformaban bajo la luz templada del día. La vida le parecía aterradoramente normal; para él, una sombra entre las sombras, las gentes que poblaban el mundo parecían llenar un profundo abismo sin sentido.
Todos usan a todos, se comen entre ellos como animales rabiosos en el fango con el deseo de complacer sus negros placeres, la mendicidad de sus mentes se extravía en el camino de cenizas al que ellos mismos se conducen, pues el infierno es una elección propia.''



Opinión:

La naturaleza del mal es un misterio cautivador que desde la antigüedad se ha intentado resolver.
Pero... ¿de dónde surge? ¿No os lo habéis preguntado alguna vez?
El mal ya aparece reflejado en la Biblia, pero la solución a ese enigma, aún no ha sido resuelta.
¿Será que existe en la profunda naturaleza del ser humano?
Yo creo, después de tantas preguntas, que el mal no tiene origen, al igual que tampoco lo tiene el bien; tan solo son conceptos a los que no voy a intentar dar solución, cuando ni tan siquiera los grandes pensadores lo han conseguido.
Sin embargo, hay algo que me planteo con frecuencia. ¿Cuáles son los motivos que empujan al ser humano a cometer actos atroces, carentes de lógica?
Tal es la complejidad de la respuesta como sencilla la pregunta, y creo que esa cuestión, tampoco tiene explicación, por lo que muchas veces tendemos a achacarlo a influencias externas, a los cambios de luna, al calor intenso e incluso a los vientos.
Lo cierto es, que cuando se dan ciertas situaciones, determinados individuos más sensibles que el resto, son propensos a cometerlos; Pero este es un tema, del que ya hablaremos un poco más abajo. *

En el comienzo del libro, para ser más exactos en el primer capítulo, el autor tras una breve introducción, nos dice que es mejor no intentar razonar sobre este hecho, sobre la maldad, que no hay que buscar su origen, porque la búsqueda puede complicarse y en vez de ver la luz, nuestra búsqueda puede generar más oscuridad.
Con esa pequeña narración a modo de prólogo, Jonathan Vázquez, crea el ambiente necesario sobre el que se irá desarrollando la trama, y no solo eso, nos hace reflexionar sobre el dolor, la venganza y la mencionada maldad.
Lo que sí extraemos de sus palabras, es que la consecuencia de la maldad es el pecado, y éste es concreto el motor de la novela, porque esta siniestra historia policial, gira entorno a unos asesinatos, a un ejecutor que se cree con derecho de impartir justicia.
Cada víctima es condenada por una acción que ha caracterizado su vida y solo con su muerte, el asesino les purga de sus pecados.

Pero vamos a intentar profundizar en el argumento... sin destripar nada.

El libro comienza con un par de asesinatos macabros.
Kyle Harrigan, un joven detective retirado del servicio del FBI, es reclamado por su jefe para dar con un psicópata metódico, que está aterrorizando a la localidad de Wolf Point (Montana).  *A esa localidad está llegando la primavera, arrastrando consigo incesantes olas de calor que unido a la humedad, están contribuyendo a crear aparatosas tormentas acompañadas de viento, rayos y truenos. Ese ambiente ha generado un malestar general que se masca en el aire...

Harrigan, el protagonista, es un personaje que evoluciona a lo largo del libro. Al comienzo le conocemos siendo alguien atormentado por la muerte de su hermana, pero según avanza el argumento, esos sentimientos van desapareciendo para dar lugar a otros.
Posee como habilidad la empatía; puede ponerse con facilidad en el lugar de la víctima e incluso del asesino.
Pero lógicamente, Harrigan no puede llevar solo esta compleja investigación, por lo que volverá a reunirse con una antigua compañera, Rebecca Hawke.
Los detectives se enfrentan a un asesino distinto, frío y calculador, que no duda en jugar con ellos, podéis ver una muestra de como es en la sinopsis.
Así, se inicia una búsqueda contrarreloj, donde este asesino serial, parece ir siempre por delante en la investigación.

Hay varias cosas que llaman la atención en esta obra.

La trama, cuyos pilares se encuentran en la Divina Comedia de Dante y en los siete pecados capitales, se asemeja bastante a la película de culto de 1995, de David Fincher, Seven; con esto no estoy diciendo que sea igual, ni que sea bueno o malo, pero sí, que el lector que la haya visto, vagará hacia sus escenas sin remedio.

También destaca el simbolismo oculto, las alegorías, que vamos encontrando.
El frío, el mal tiempo, es un elemento constante que persigue a los personajes a lo largo de la novela, y también podría añadir la oscuridad, ya que muchas escenas ocurren siendo de noche.

El descenso, el título elegido, quizás podría aventurar lo que le espera al protagonista, un descenso al infierno, al igual que lo hiciera Dante en su obra más conocida.


La Portada del libro también es para analizar.
En ella vemos a un hombre caminando y tras él podemos ver una ilustración del ya mencionado Infierno de Dante, también apreciamos en el lado izquierdo una iglesia.
Esos mismos elementos, curiosamente, también son visibles en una imagen que habréis visto en muchas ocasiones, el icónico cuadro de Domenico di Michelino, pintado en 1465 y que se encuentra en la Catedral de Florencia.
Pero todo lo mencionado hasta ahora, tan solo son conjeturas mías.

La trama cumple con el primer mandamiento de un thriller sangriento, atrapar y entretener. Cuenta varios giros argumentales muy bien aprovechados, que sumergirán al lector en un relato que mantiene el ritmo.
Su prosa es muy descriptiva y nos transporta con facilidad a los escenarios y por supuesto será un elemento fijo en la narración, que nos acompañará hasta el final de esta novela con clara huella anglosajona.

Y he dejado para el final lo que menos me ha gustado.

El libro no es extenso, se lee bastante bien, de forma ágil y no se hace pesado en ningún momento, pero el final me ha parecido demasiado precipitado.
Me hubiese gustado encontrar algún asesinato más, más desarrollo en la investigación lo que se vería reflejado en un incremento de páginas, porque lo cierto, es que la historia sabe a poco.
La sinopsis elegida, para mí es un fallo.
Según mi criterio debe ajustarse a unos parámetros.
Reflejar de forma muy breve los puntos generales de la obra, como si fuese un esquema, con el fin de seducir al lector, acercarle de forma concisa al contenido, por lo que creo que centrarse en poner la descripción del asesino no incita al lector a leer la obra. No refleja de forma clara lo que nos encontraremos, es demasiado fría y lo cierto es que aporta muy poco.


martes, 20 de diciembre de 2016

Mis mejores libros 2016





Llegan las navidades y con ellas, las siempre previsibles listas de los mejores libros leídos en el año.
¡Pues bien! para que no os sintáis defraudados y cumpliendo con la tradición, yo también he creado un listado con las mejores lecturas.

Este año la forma de seleccionarlos se ha hecho de forma distinta.
En los años anteriores creaba el listado con los libros que habían obtenido mayores puntuaciones. (Muy recomendable y Lectura obligada)
Este año como digo no ha sido así.
La he confeccionado repasando una a una las reseñas y sobre todo haciendo hincapié en las sensaciones que me habían dejado y como seguía recordando esas narraciones con el paso de los meses.

Lo que no ha cambiado es que en esta selección, aparecen tanto novelas publicadas recientemente como otras que lo hicieron hace ya mucho tiempo.
Creo que esto último es algo bueno, nos indica que todavía nos quedan muchas historias por descubrir, al margen del tiempo que lleven escritas.
Ya sabéis que lo importante no es la novedad sino el contenido, y muchas lecturas apasionantes, esperan en silencio en las bibliotecas a que les llegue el día en que nos acompañen, aunque sea por un breve espacio de tiempo.


Solo me queda desearos Feliz Navidad y Felices lecturas.
Y sobre todo recordad...

leer es soñar y en este blog siempre se encontrarán lecturas para compartir.


Aguacero de Luis Roso
A sangre fría de Truman Capote
Bella y oscura de Rosa Montero
Crónica de una muerte anunciada de Gabriel García Márquez
Donde duermen las aguas de Lorenzo Mediano.
El castillo y La ciudad (Trilogía Medieval 01/ 02) de Luis Zueco
La escarcha sobre los hombros de Lorenzo Mediano.
La pieza invisible (Saga César Giralt) de Pedro Martí
Madrid. La novela de Antonio Gómez Rufo
Matar a un ruiseñor de Harper Lee
Un hijo de Alejandro Palomas



La linea divisoria de Carlos Laredo

La línea divisoria (Cabo Holmes 04)
Sinopsis:

Un pescador acude al puesto de la Guardia de Civil de Corcubión afirmando haber visto cómo alguien había sido arrojado al mar desde un lujoso yate. Tras la aparición de un hombre ahogado en la misma zona, el cabo primero José Souto, conocido como el cabo Holmes por su afición a la novela negra y la minuciosidad de sus investigaciones, se encarga del caso, que tiene todo el aspecto de tratarse de un asesinato. No lo tendrá nada fácil, ya que el yate pertenece a un importante empresario gallego muy bien relacionado en las altas esferas y cuyos abogados y empleados no están precisamente dispuestos a colaborar. La aparición de Julio César Santos, el detective madrileño, que casualmente busca información sobre el mismo empresario, aporta a la investigación un toque extra de tensión y suspense, que llevará a los dos protagonistas hasta una resolución tan peligrosa como inesperada.

Opinión: La línea divisoria (Cabo Holmes 04)

Los géneros de novela policíaca y/o negra, en los últimos años se han reinventado.
De un tiempo a esta parte, han experimentado una notable evolución, eso ya lo he mencionado con anterioridad, lo que creo no haber dicho, es que de ese movimiento de progreso se ha beneficiado especialmente la novela española.
Parece que en los últimos años hemos logrado desbancar a los autores nórdicos, que en la última década se habían posicionado en los primeros puestos del ranking internacional, negándose a abandonarlos.
Ahora, nuestros autores están haciendo resurgir estos géneros con fuerza y no solo en nuestro país, siempre gracias a su buen hacer, a una imaginación desbordante y a la diversidad de argumentos y escenarios.
De la mano de escritores como Mikel Santiago, Dolores Redondo, César Pérez Gellida, Alicia Giménez Bartlett, Lorenzo Silva, Víctor del Árbol, Domingo Villar o Carlos Laredo, por citar solo a algunos (porque haber hay muchos más y la lista se haría interminable), estamos conquistando el resto de mercados.

Tras esta breve introducción y tratándose de la cuarta novela de una saga que no sufre altibajos (uno de los puntos positivos para leerla completa), voy a intentar sintetizar de la forma más breve posible las ideas principales, añadiendo por supuesto mis impresiones sobre la nueva lectura.
Lo principal ya ha sido mencionado, así que voy a continuar indicando otras señas de identidad que caracterizan a esta saga.

Los títulos elegidos siempre están estrechamente relacionados con el caso que le tocará desentrañar al cabo Souto. Por lo tanto, nosotros ya hallaremos las primeras pistas sobre la investigación que se desarrollará en el interior.

Los elementos básicos de una trama...
Salvo en la primera entrega donde el ritmo narrativo disminuía ligeramente tras el comienzo, en el resto de libros se mantiene constante, generando intriga y aumentando nuestro interés por el argumento.

En un principio la trama nos llega desde dos hilos argumentales, el de Santos y el de Holmes que se van sucediendo, hasta llegar a un punto donde ambas historias terminan fundiéndose en una única. Se consigue así, respetar el orden cronológico lineal en que suceden los acontecimientos.

Los escenarios elegidos para desarrollar el argumento siguen siendo entorno a los idílicos parajes que componen la Costa da Morte gallega. Indudablemente en este apartado no podía olvidar mencionar las descripciones, aunque en este último libro hayan resultado más escasas o breves que en los anteriores.

En resumidas cuentas, es una saga entretenida, bastante fiel a la realidad, y eso al fin y al cabo es lo que buscamos los lectores.

Tampoco podemos olvidar hablar de los personajes.
En este caso me centraré solamente en el cabo Souto (Holmes) y en el detective César Santos.
Son personajes dinámicos, otro detalle que es importante para el desarrollo de la saga.
Individualmente, van progresando de una novela a otra, se ve como maduran, como evolucionan y aquí he de decir que de forma muy acertada, Carlos Laredo, ha recuperado al personaje del detective madrileño que estuvo ausente en el anterior caso, el secreto de las abejas.
Y es que Santos y Holmes forman un equipo que aún en la distancia, resulta inmejorable.

He hablado de que individualmente son personajes que crecen de una novela a otra, pero lo mismo ocurre en la relación de amistad/cooperación que ha surgido entre ellos.
En un principio no me convenció, pero reconozco que ha ido ganando en credibilidad.
Ahora esa relación que ha nacido entre ellos y que se ha afianzado con el paso del tiempo, hace que un personaje se complemente con el otro, todo ello aderezado con unos diálogos inteligentes y bastante simpáticos, porque ambos personajes son para darles de comer a parte, e intentan en más de una ocasión ir de sobrados saliendo al final trasquilados.
Para suerte para los lectores, estos dos personajes no pueden permanecer mucho tiempo separados y terminan recurriendo el uno al otro para solucionar sus casos.

Otro detalle que llama la atención, es que son dos personajes que logran intrigar bastante al lector,  nunca llegamos a conocerlos del todo ni se hace excesivo hincapié en su vida anterior, creando un halo de misterio entorno a los personajes.

Para terminar quiero decir, que a pesar de no haber subido la valoración y mantener la nota en un 8, esta novela me ha resultado hasta el momento, la mejor de la saga.
Esa evolución que aparece reflejada en los personajes, esa mejora, también está presente en la prosa de Carlos Laredo, se nota más madurez en su escritura, el argumento me ha resultado más calculado, más complejo, y al final todo hay que decirlo... termina casando a la perfección.

En la anterior reseña di un pequeño tirón de orejas al autor, cariñoso eso sí, y ahora visto lo visto o mejor dicho leído lo leído, lo justo es decir que ha mejorado con creces y que para futuras entregas, sabiendo lo exigentes que somos los lectores y lo ávidos que estamos de nuevas aventuras de Holmes, no nos conformaremos con un Progresa adecuadamente sino con un Supera con creces las espectativas  y dicho esto me despido con un...
Hasta la próxima lectura.

Podéis leer el resto de reseñas pertenecientes a esta saga, pinchando en la pestaña superior de "Sagas", o accediendo a través del autor.


viernes, 16 de diciembre de 2016

La escarcha sobre los hombros de Lorenzo Mediano

Sinopsis:

Los mundos más fantásticos que podamos imaginar han existido muy cerca de nosotros; pero todavía no los hemos descubierto. En uno de estos fascinantes mundos perdidos transcurre la acción de esta novela: en los aislados valles pirenaicos de hace medio siglo.

Las casas fuertes de Biescas de Obago conspiran contra el amor entre un pastor y una heredera, desatándose una lucha sin cuartel regida por leyes que siguen una lógica extraña pero implacable. Éste es el punto de partida de un relato vigoroso lleno de silenciosos sentimientos y de tensión dramática.


Opinión:

La reseña que hoy ocupa estas líneas es sobre una novela muy breve pero intensa, una de esas joyitas que de vez en cuando, de forma totalmente inesperada, alguien menciona y ante tu desconocimiento te termina recomendando con ardor.
Lo cierto es, que en ningún momento pensé que encontraría tantos temas y tan interesantes en tan solo 141 páginas.
Su autor, Lorenzo Mediano, ejerció la medicina en apartados valles del Pirineo al tiempo que impartía cursos como instructor de supervivencia, y es precisamente en esa última ocupación, donde surge esta historia.
Según cuenta en su web, durante los cursos de supervivencia se dedicaba a contar por las noches sus aventuras, y finalmente, éstas fueron sustituidas por relatos inventados.
La escarcha sobre los hombros fue uno de esos relatos, que curso tras curso y noche tras noche, fue relatando al mismo tiempo que lo depuraba, dando al fin forma a una historia que mantenía despiertos incluso a los más agotados.
Un día se decidió a escribirla y la envió a un concurso el "Ciudad de Barbastro" y según relata, no quedo la primera... la segunda, ni la décima...
Así que Mediano se desanimó y La escarcha sobre los hombros permaneció varios años olvidada en el fondo de un cajón, hasta que un buen día... apareció de nuevo.
Este autor se decidió a probar suerte con una pequeña editorial aragonesa y al final, esta magnífica historia vio la luz en 1998.
Lorenzo Mediano cuenta:
“Ningún periódico, radio ni televisión se hizo eco del magno acontecimiento, pero los amantes de la naturaleza y del Pirineo fueron regalándose el libro unos a otros [...]

Y así llegamos hasta nuestros días...

Esta novela, según pude comprobar hace unos días en una gran librería, va por la 12ª edición.
Son 141 páginas muy bien aprovechadas, donde Lorenzo Mediano nos ofrece un relato costumbrista, muy ameno. Con una forma de narrar que me recuerda a Delibes, con un estilo ágil y fresco, sin emplear palabras rebuscadas ni un lenguaje grandilocuente y haciendo uso en bastantes ocasiones de una fina ironía.
La trama nos transporta a un microcosmos rural, a una villa ganadera y pirenaica olvidada de los mapas. Y digo olvidada de los mapas, porque Biescas de Obago es un pueblo imaginario, en el que según su autor, se sintetizan las virtudes y defectos de los pueblos pirenaicos.

El maestro de este pueblo del pirineo aragonés, es el personaje conductor de esta historia.
Nos ofrece una crónica testimonial de unos sucesos que ocurrieron en 1934.
El relato comienza con una noticia publicada en el Heraldo que revolucionará la paz del pueblo y él, es el encargado de escribir la respuesta al periódico, con el fin de contar la verdad de esos sucesos y limpiar así, el buen nombre del pueblo.
Tamaña misión se complica, y la redacción de esa respuesta al periódico se convierte prácticamente en una misión imposible.
Cada uno de los habitantes del pueblo quiere contar su propia versión, llegando incluso a incorporar detalles insignificantes para una historia, que empieza a tomar un aspecto desorbitado y sobre todo, alejado de la realidad.
De esta forma, llegamos a una de las peculiaridades que habría que mencionar de este curioso narrador y personaje presencial.
Se dirige a nosotros en algunas ocasiones, buscando en todo momento la complicidad con el lector y que entendamos la difícil situación en la que se vio envuelto.
Finalmente, las mentiras vertidas en ese primer texto, pesan en la conciencia del joven maestro y se decide a escribir su propia versión.
Nos ofrece una humilde crónica donde se relatan los terribles sucesos que acontecieron en ese pequeño pueblo de las estribaciones pirenaicas.
También nos advierte... que a pesar de todo su esfuerzo nos ofrecerá una visión difusa y borrosa de lo que pasó, aunque debemos confiar en que será totalmente sincera.

Una historia de amor, odio y ambición, donde conoceremos la dureza del sistema tradicional de Casas y la importancia de pertenecer a una de ellas, un patriarcado en estado puro y tiránico.
Una opresiva sociedad familiar, que se asemejaba a la sociedad feudal, donde primaba la propiedad por encima de los sentimientos e incluso de las personas; un lugar agreste, que endurece el carácter y donde los silencios son más expresivos que las palabras o los discursos.

Lorenzo Mediano traslada con acierto al lector al mundo rural de la época, a sus costumbres y a la dureza del día a día, a través de una historia de amor.
Un amor prohibido, imposible, que une a Ramón, un joven y pobre pastor y a Alba, la heredera de una de las casas más importantes de la zona.
A lo largo de toda la narración, la tragedia se masca en el ambiente y es que, por mucho que pase el tiempo, la esencia de los hombres sigue siendo la misma. El amor es tan fuerte como el odio y este termina materializándose siempre en venganza, dando paso a siniestras emociones y sentimientos.
Aun así, el lector queda encandilado por un relato donde un simple pastor desafía al amo, en un mundo complicado, donde nacer pobre significaba poco más que ser esclavo. Al final seremos testigos de como su extrema heroicidad termina superando a la propia leyenda. 
Y es aquí, en estos últimos detalles mencionados y en el destierro obligado al que se ve el protagonista, donde, aunque puede parecer una locura, esta obra me recuerda inevitablemente a "El cantar del mio cid".

Mediano tampoco se olvida del entorno, de la naturaleza, un tema omnipresente a lo largo de la lectura y donde podemos observar la verdadera adoración que el autor siente por ella.


lunes, 5 de diciembre de 2016

La casa de los dioses de alabastro de Magdalena Lasala

Sinopsis:

"Fue norma en la familia Santángel que las mujeres nacidas ya cristianas llevaran los nombres de las ajusticiadas por la Santa Inquisición para completar las vidas de aquellas…"
Año 1559. La joven Brianda, perteneciente a la saga de los Santángel, una familia judeoconversa cuyas mujeres están malditas, soporta sobre sus hombros el peso de su nombre y belleza. Cuando cumple dieciséis años, su tía Sabina reclama su presencia en la majestuosa ciudad de Zaragoza para que se convierta en la institutriz de Leonor, la enfermiza hija pequeña del matrimonio Zaporta. Allí, Brianda conocerá a su tía y a su prima, pero también a Luis, su gran amor, y a Perla, una enigmática criada morisca que custodia un secreto oculto durante años.
Muy pronto Brianda comprenderá que el destino no la ha conducido a Zaragoza para convertirse en niñera, sino para desvelar el misterio de la casa Zaporta y de todos sus habitantes…
La novela más esperada de la reina del género histórico, Magdalena Lasala. Una arrebatadora historia de amor y odio, de lujuria, de pasión, de traiciones y engaños en un marco histórico insuperable: la Zaragoza renacentista

Opinión:

Conocí la obra de Magdalena Lasala a raíz de la lectura que hice de Walläda la Omeya. Reconozco que es una autora que me ha sorprendido gratamente, ya que consigue que el lector se abstraiga de lo que le rodea, a través de unos argumentos que complementados con meticulosidad nos acercan a la Historia.
Estaréis conmigo, en que el argumento, la mezcla de historia real y ficción, las descripciones, la prosa empleada, la ambientación, son los elementos más importantes para que una novela funcione.
En esta obra todo eso tiene mucho peso como ya iréis viendo, pero creo que lo fundamental son los personajes, que se convierten en el motor principal que mueve la trama.

Nos encontramos ante una obra de ficción histórica ambientada en el Siglo XVI, donde los protagonistas, tanto reales como ficticios, conviven con maestría. Al lector le cuesta diferenciar a unos de otros, hay que rascar mucho en la superficie, para diferenciar lo que es real de lo que no lo es.

Un par de detalles más a tener en cuenta en lo que a estos actores de la trama se refiere:
La autora, concede el total protagonismo a mujeres, y a través de ellas y de sus descripciones, vemos un retrato fiel de como era su vida en el Renacimiento.
Otro elemento a tener en cuenta, es la lucha que no da tregua entre los personajes principales y sus antagonistas. Mientras que unos se muestran sinceros, generosos, honestos y representan la virtud, los otros aparecen ante nosotros mostrando todo lo contrario: mezquinos, envidiosos y rastreros.
Como he dicho, el amplio elenco, tanto de protagonistas como ambientales, dotan a la narración del equilibrio perfecto.

Ficción frente a Realidad.

La autora construye una historia muy completa y entretenida, mezclando con acierto, creencias paganas con intereses políticos y sobre todo acercándonos a la persecución a la que se vieron sometidos, tanto judíos como moriscos conversos.
Nuestra protagonista, Brianda, procede de una estirpe de judíos que se vieron obligados a convertirse para conservar bienes y posesiones, además de para poder seguir ejerciendo cargos públicos.
Magdalena Lasala, consigue que el lector se vea transportado a través de clarísimas descripciones a las calles de esa ciudad que fue denominada como la Florencia española o la Florencia de Occidente.

Como ya habéis leído en la reseña, Brianda es enviada por su abuela a la casa de su tía Sabina en Zaragoza.
El marido de Sabina, Gabriel Zaporta, fue un mercader, judío converso, al que en esa ciudad se le comparó con el patriarca Médici, Cosme el viejo de Florencia, ya que supo combinar una inmensa fortuna con una gran influencia político y social.
Sabina, fue a su vez, una mujer de fuerte personalidad que logró atraer a sus tertulias tanto a cortesanos e intelectuales, como a poetas y músicos.

Frente a estos dos personajes reales surge uno ficticio, Jabir, al que conoceremos mediante el relato que hace uno de los narradores.
Jabir, al ser el constructor del patio, el elemento principal sobre el que se construye la trama, se le concede un protagonismo para mi gusto inmerecido, ya que no aparece de forma física a lo largo de la novela. Este personaje omnipresente se me ha hecho muy pesado por el comportamiento que se relata de él.

Y de esta forma llegamos al personaje inanimado...
El patio de Venus como se le conocía, era el centro de la casa que Gabriel Zaporta mandó construir en 1549, como regalo de bodas para su esposa. Un lugar donde se esculpieron imágenes de dioses y símbolos relacionados con la astrología, supuestamente escondía un mensaje oculto y alrededor de él se movía la vida de la familia.
Un patio que hay que decir que es real y existe hoy en día, bajo el nombre de El patio de la Infanta.

Las voces narrativas.

La historia nos llega a través de tres voces, y ese salto constante entre ellas, quizás, es lo que menos me ha gustado.
Brianda, intentará hacer una crónica en primera persona, recordando su historia familiar.

Perla es otra de las narradoras. Una criada morisca que trabaja para la familia y que ha obtenido su libertad al convertirse.
Perla, es la encargada de contarnos todos los datos referentes al patio de Venus, por la relación que la unía a Jabir.

Hasta aquí todo normal...
Las narraciones de ambas se van solapando. Aunque retroceden en algunos momentos puntuales para facilitar datos al lector, la mayoría de su relato sigue un orden cronológico.

Pero aquí aparece un tercer cronista que desconcierta por su anonimato.
Sabemos que es alguien que conoce datos de primera mano, complementa a las otras dos narradoras, pero como digo desorienta al lector.
Cada vez que aparece su crónica, el lector pone toda su atención en intentar averiguar de qué personaje se trata, en vez de centrarse en lo que cuenta.
Al final del libro ese enigma queda resuelto, ya que la autora incluye en las páginas finales una aclaración sobre las voces narrativas.
A mí particularmente, esta estructura no me ha convencido, precisamente porque en una de las narraciones finales de este personaje, se cita a sí misma con el nombre, en lugar de utilizar la primera persona, YO. No se si es para aportar intriga al relato, o para que su narración sea más veraz, de verdad... que no lo entiendo.

Otro detalle que tampoco me ha gustado, es que en la historia se da demasiado protagonismo a las cartas astrales. Esas explicaciones que se dan, aunque breves, a mí personalmente me han llegado a cansar. Pienso que la historia principal habría resultado igual de interesante suprimiendo parte de ellas.

Datos curiosos sobre El patio de la Infanta.

El nombre actual de este patio, proviene de la Infanta María Teresa de Vallabriga, esposa de Luis de Borbón y Farnesio, hermano del Rey Carlos III, que vivió en el Palacio de Zaporta a partir de 1785.
Tras más de tres siglos y después de varios incendios, se procedió a la demolición de la casa Zaporta en 1903. El patio de dos alturas y planta cuadrada, fue desmontado piedra a piedra y trasladado a París, a la casa de un rico anticuario francés que la salvó de la demolición.
En 1958, una conocida entidad financiera, recuperó este patio que ahora se encuentra ubicado en la sede central de dicha entidad en Zaragoza.


miércoles, 30 de noviembre de 2016

La ciudad de Luis Zueco

La ciudad (Trilogía medieval 02)
Sinopsis:

Tras el éxito de El castillo, Luis Zueco continúa con la construcción de su épica trilogía medieval con La ciudad, un thriller histórico que nos sumerge en la vida cotidiana de la Edad Media a través de una trama llena de suspense de la que los lectores no podrán escapar.
 Año 1284. Cae la noche en una de las ciudades medievales más bellas del mundo. Poderosas montañas y murallas inexpugnables la protegen de los reinos que la rodean y codician.
 ¿Te atreves a caminar por sus estrechas calles, por sus empinadas cuestas y sus asombrosos rincones?
 Empieza a oscurecer. Sientes frío. Escuchas los rumores acerca de las inexplicables muertes que se están sucediendo. De los secretos que esconden los gremios. De la peligrosa mujer encerrada en las mazmorras.
Las puertas se cerrarán pronto. Corre.
Una noche más, nadie podrá escapar de la ciudad.

Opinión: La ciudad (Trilogía medieval 02)

Hace unas semanas os hablaba de "El castillo", la novela con la que este historiador aragonés, iniciaba su trilogía medieval y con la cual, nos irá acercando a algunos de los escenarios más importantes de la Edad Media.
En ese comentario os decía, que tras la construcción de los castillos, esas construcciones que proporcionaba seguridad a los territorios, se produjo un éxodo de población hacia ellos.
Los núcleos empezaron a crecer a su alrededor, el comercio hasta el momento itinerante vio la posibilidad de establecerse de forma fija y segura, y lo mismo sucedió con los gremios. Así empezaron a construirse las primeras ciudades.
La población, hasta ese momento dispersa, empezaba a reunirse alrededor de ellas, el comercio florecía y la sociedad empezaba a ver la luz.
De esta forma, ya conocemos dos de los tres escenarios sobre los que se construirá esta trilogía medieval; un castillo y una ciudad. La tercera que aún está por ver la luz, tendrá su ambientación en un icónico edifico religioso.
Estas tres novelas que se enlazan porque tienen un tema común, el medievo, pueden leerse de forma totalmente independiente, porque no se continúan.
No comparten ni personajes, ni siglo, ni ubicación.

Con esta nueva historia, "La ciudad", el autor nos ofrece un thriller histórico que nos hará retroceder hasta finales del siglo XIII. A una ciudad que fue señorío independiente y que por su singularidad estratégica, fue ambicionado por los poderosos reinos que le rodeaban.



La novela se divide en cinco partes.
Un total de 74 capítulos, más prólogo y un epílogo que encontraremos al final.
En el prólogo, en este primer acercamiento a la historia, un narrador en primera persona nos sitúa en la época, en 1300.
Conocemos pocos datos de este cronista; sabemos que es una mujer ya anciana y que sus recuerdos serán los encargados de acercarnos a unos sucesos ya lejanos, ocurridos en una pequeña y singular ciudad que durante cuatro meses consiguió ser el centro de atención de toda la cristiandad, por los acontecimientos determinantes que allí se vivieron.
Esta testigo de excepción, nos deja clara una cosa desde el comienzo, que hay que cuidarse de los recuerdos, que nos seducen con facilidad debido a su imperfección.
Con ella y con su relato detallado, comenzamos a conocer como era Albarracín en 1284. Una ciudad que jamás había sido tomada por las armas, libre e inconquistable.

Al llegar a la segunda parte, a esta narración preactiva se le suma otro pequeño racconto. Otra nueva narración que nos hace retroceder un poco más, para conocer de propia voz, la historia que esconde uno de los personajes de esta obra, Alodia. De manos de este personaje nos encontraremos de pronto sumergidos en otro relato, una historia dentro de otra historia.

La diferencia principal que encuentro entre "El castillo" y "La ciudad" es que ésta última, tiene más de thriller histórico que su antecesora, parece una novela policíaca del medievo.

Por ese motivo, al leerla, no puedo evitar que mi mente viaje hasta otro libro que el autor menciona al comienzo, al hacer un pequeño homenaje a Umberto Eco.
Os estoy hablando de "El nombre de la rosa".
No es cuestión de buscar similitudes ni hacer comparaciones, pero ambas comparten una característica, una ambientación soberbia.
La novela de Eco, la que llegaría a convertirse en una de sus obras más aclamadas, nos transportaba con maestría a una abadía perseguida por los crímenes.
Luis Zueco, consigue el mismo efecto e incluso crea algunos personajes con la misma perspicacia y conocimientos con que nos agasajaba Guillermo de Basquerville.

En la obra de Eco, la trama giraba exclusivamente alrededor de un turbulento y agónico ambiente religioso, aquí encontramos algo similar, aunque con esto, repito, no estoy haciendo ninguna comparación entre ellas.
Luis Zueco nos ofrece una extraordinaria novela de suspense que se desarrolla íntegramente dentro de las murallas de Albarracín. Consigue el mismo efecto claustrofóbico al transportarnos a una ciudad sitiada y asolada al mismo tiempo por los crímenes.

Los que me visitáis con asiduidad ya conocéis mis gustos. Uno de mis géneros favoritos es la novela histórica. Nos recuerda quienes somos y descubrimos con su lectura cosas que ignorábamos.
Está claro, que no podemos fiarnos de todo al pie de la letra, los autores cuentan con licencias literarias, al igual que las tenían los antiguos juglares.
En ese punto es donde los lectores entramos a formar parte de la Historia.
No debemos conformarnos con el argumento; debemos buscar, consultar y comprobar, convirtiendo la lectura en un juego muy entretenido y didáctico al mismo tiempo. Este autor se caracteriza precisamente por eso, sus novelas resultan amenas a la par que educativas.

Otro detalle es el gran elenco de personajes que ha creado para esta historia. Todos tienen alguna característica que les hace únicos y consiguen conectar con el lector. Tanto los buenos como los malos y es que hasta el final no distinguiremos unos de otros. Todos los personajes buscan algo y ante esa búsqueda el lector permanece completamente desconcertado.

Hay dos personajes que destacan por encima del resto y que compiten por hacerse con el protagonismo. Uno es Alodia y la otra, La ciudad de Albarracín.
De nuevo en esta novela, Zueco da el protagonismo a un personaje inanimado que se alza frente a nosotros inexpugnable, conocedor del presente y del pasado.
Una ciudad que cierra los ojos para no ver el paso del tiempo.



Espero que disfrutéis tanto como yo lo he hecho con esta nueva lectura.


lunes, 28 de noviembre de 2016

Aguacero de Luis Roso

Sinopsis:

Año 1955. El inspector Ernesto Trevejo recibe el encargo de investigar cuatro crímenes en un pueblo de la sierra madrileña donde se está construyendo un pantano: dos guardias civiles han sido torturados hasta la muerte; el alcalde del municipio y su esposa, ejecutados a sangre fría. Un posible asesino en serie podría aterrorizar a la región mientras se desarrollan las obras. El asunto debe ser resuelto –y silenciado- cuanto antes.
 Siguiendo los pasos de una investigación que destapará odios, secretos e intereses ocultos, el lector se traslada a una España en blanco y negro. De fondo, el rumor incesante de la lluvia que acompañará al protagonista en su viaje a un escenario rural, remoto, casi salvaje.
 El extraordinario debut de Luis Roso en el género noir es al mismo tiempo un adictivo thriller literario y una mirada nueva sobre los años más duros del franquismo.

Opinión:

Me gustaría decir antes de comenzar con el comentario, que este joven escritor no solo me ha impresionado, me ha deslumbrado.
La calidad de su narrativa está presente a lo largo de toda la novela y la profundidad con la que narra los hechos, consigue sobrecoger a los lectores.
El libro se queda pegado a nuestras manos y cuesta mucho dejarlo reposar sobre la mesilla.
Ha conseguido un retrato fiel de una época cargada de pesimismo y que aún hoy, con el paso del tiempo, continúa escrita en blanco y negro.

Voy a intentar señalar de forma breve los detalles que más me han gustado.

Sabemos la importancia que tiene el marco narrativo en una novela y muchas veces, nos encontramos con que un autor, al intentar profundizar en algunos detalles, cae en pequeñas incongruencias o errores de bulto que hacen que la historia cojee por alguna parte.
El entorno real en esta obra, cobra tanto protagonismo como los personajes. La perfecta ambientación, se ve acentuada con las descripciones y el comportamiento de estos individuos que van apareciendo en la trama, de forma escalonada.
Resumiendo... el autor consigue dar a la historia coherencia y equilibrio.

Ernesto Trevejo es un inspector de primera de la Brigada de Investigación Criminal, que actuará no solo como protagonista, sino también como narrador; y esa narración que nos ofrece, en primera persona, sirve también para enfatizar el realismo.
Haciendo uso de una narración retrospectiva, retrocedemos hasta comienzos de 1955. En esta novela, sabemos desde el comienzo, que Trevejo tiene las manos atadas, él es solo un mero tramite, debe resolver el caso sin levantar mucho ruido y en el plazo más breve posible y aquí veremos, como no solo se ponen a prueba la escala de valores del protagonista.

Y así llegamos a otro detalle que me ha gustado de forma especial, el uso de las figuras retóricas.
Las Angustias es el pueblo de la sierra madrileña al que el inspector es enviado. Con solo leer su nombre ya asociamos que lleva una idea implícita e intuimos como será la vida en él.

La llovizna que nos recibe al comienzo, deja paso a una lluvia sin paliativos, a un aguacero, un elemento que nos acompañará a lo largo de toda la novela, que cumple con su función, y que augura el desarrollo de una investigación que se aventura complicada.
Con ese agua que no para de caer, la lluvia se convierte en una metáfora del tiempo que refleja la sociedad de la época. Llena de incertidumbres, mirando al cielo con la borrasca fija sobre ellos aguantando el chaparrón constante en silencio.
Y esa lluvia constante no solo crea una atmósfera oscura sino que parece que aísla al pueblo, incrementando la soledad del protagonista.

Otro detalle a tener en cuenta y con el que Luis Roso ha dado en el clavo, es la combinación equilibrada entre narración y diálogos.

Como decía al comienzo, los hechos que se narran son totalmente coherentes, pero para que el lector quede realmente convencido, los personajes tienen que actuar de igual forma, tienen que parecernos reales.
¿Y cómo consigue Luis Roso que los personajes parezcan reales?
Pues insuflándoles vida...
Puede parecer algo muy complicado, pero no lo es. Hay que dar a los personajes protagonismo y eso solo se consigue haciendo uso de los diálogos. Porque a través de los diálogos no solo conocemos al personaje por lo que dice, sino por como lo dice, y es que en esta historia los diálogos son parte importante de la trama.
Los personajes cobran vida, expresan lo que sería difícil transmitir con el uso de otras técnicas. y los lectores nos hacemos una idea más clara de como son en realidad. Con el diálogo nos llegan las ideas de forma directa, más dinámica, y la trama se acelera sin necesidad de emplear largas narraciones.

Para terminar, solo me queda mencionaros el curioso guiño que hace el autor a la exitosa serie de novelas policíacas de Lorenzo Silva y a sus dos protagonistas, los Guardias Civiles, Bevilacqua y Chamorro, que aquí aparecen homenajeados bajo el nombre de Víctor Chaparro Lorenzo y Ramón Belagua Silva.


lunes, 21 de noviembre de 2016

El castillo de Luis Zueco

El castillo (Trilogía medieval 01)
Sinopsis:

Una novela sobre la construcción del grandioso e imponente castillo de Loarre. El sueño de unos hombres y mujeres que desafiaron su destino hace mil años.
Entre la Tierra Llana y el Pirineo aragonés se encuentra el monumento militar románico más importante de Europa: el castillo-abadía de Loarre, una fortaleza impresionante, construida cuando esa zona era una peligrosa tierra de frontera. ¿Cómo se edificó? ¿Quién logró tal hazaña?
Todo comenzó cuando un aguerrido monarca, el rey Sancho III el Mayor, decidió levantar una fortificación en una recóndita sierra, poco poblada y desde la que se podía avistar al enemigo musulmán a diez kilómetros de distancia. Y con la promesa de un futuro mejor, atrajo a un grupo de hombres y mujeres para quienes la supervivencia era una heroicidad cotidiana.
Entre ellos, un maestro de obras lombardo; Juan el carpintero y su hijo Fortún; Ava la arquera; Javierre, un muchacho cuya ambición creció a la par que el castillo; y un sacerdote fiel al viejo rito hispánico, acompañado de la inteligente y misteriosa Eneca.
Y con sus escasos medios y conocimientos, lograron superar las limitaciones que les imponían la ignorancia y el poder hasta culminar la fortaleza religiosa y militar desde la que se gestó uno de los más importantes reinos medievales, clave de la Reconquista.
Esta es su epopeya.

Opinión:  El castillo (Trilogía medieval 01)

Hacía tiempo que no disfrutaba tanto con una novela de corte histórico, aunque sería más exacto decir, que hacía mucho tiempo que no disfrutaba tanto con una novela en general.
Tanto es así, que se ha convertido en la mejor novela leída de este año, (2016).
Estamos acostumbrados a leer sobre la Edad Media en España, pero parece que resumiendo, lo único que sacamos en claro, es que va del siglo V al siglo XV, y que sus rasgos principales eran el Teocentrismo y el Jerarquismo.
Teocentrismo, porque Dios era el centro de todo y Jerarquismo, porque la sociedad era rígidamente estamental.
No olvidemos que en España, normalmente asociamos Edad Media con reconquista, y poco más...

Luis Zueco nos ofrece una obra de ficción histórica, con una progresión lineal, donde los hechos reales sirven de ambientación para recrear un periodo oscuro, el siglo XI.
El autor no se entretiene en extensas descripciones, de esas que encontramos con frecuencia en novelas similares, donde ves pasar páginas y páginas, con tediosas definiciones sobre arte y arquitectura.
En ésta encontramos todo lo contrario. Aunque es cierto que existen esas descripciones, que considero indispensables, son hechas de forma amena, sin saturar.
La lectura es ágil y el ritmo dinámico, ya que Zueco, no duda en incorporar bastantes vueltas de tuerca, totalmente inesperadas para el lector.

La historia da comienzo en 1027, como he dicho, en pleno S. XI.
Un periodo bastante convulso, con incesantes cambios, pero necesarios para el desarrollo del mundo tal y como lo conocemos.
Esos acontecimientos son descritos de forma soberbia y didáctica a lo largo de la trama.
Ya sabéis que la novela gira alrededor de la construcción de un castillo, ese es el elemento principal, y habrá quien piense que es un dato insignificante, pero no es así.
El éxodo de la población hacia esos castillos, implicaría que más tarde, se estableciese un comercio fijo, asentándose alrededor de ellos las primeras ciudades, donde surgiría una nueva clase social, la burguesía. Pero no adelantemos acontecimientos, porque el castillo aún está sin construir...

Cuando leemos una novela sobre la Edad Media, vemos que los escritores se centran en mostrarnos la gran diferencia entre clases, entre los que poseían el poder y los más desfavorecidos. Y eso está muy bien, es real... pero aquí encontramos mucho más.
Lo más destacable, es que el autor hace hincapié en algunos temas que en otras novelas no aparecen ni mencionados. Y aquí es donde entramos en juego los lectores...
Zueco incita a rellenar esos datos o a complementarlos, y vuelvo a insistir, esta lectura se convierte en una novela instructiva.
Se nos ofrece una visión panóramica desde el castillo de Loarre, desde donde contemplamos la formación de los distintos reinos de España, y con ellos, las constantes luchas internas entre los reinos cristianos, acompañadas por supuesto, de la lucha contra los musulmanes.

Otro tema que me ha gustado que salga mencionado, es la lucha eclesiástica.
Ya he citado que una de las características de la Edad media era el Teocentrismo. Eso lo encontramos en cualquier historia, pero aquí observamos con mayor detalle la gran influencia de la Iglesia de Roma y como poco a poco, no solo va creciendo, sino afianzando su poder.
Vemos la lucha entre dos ramas de cristianismo, la que defendía el rito tradicional, el hispánico, frente a la nueva corriente, el rito Romano, que se intentaba imponer desde Roma.
Otro detalle importante es como Zueco trata a los personajes femeninos, dándoles protagonismo. En ellas encontramos la lucha entre la tradición y la modernidad, pero no solo eso, vemos un retrato fiel de como eran tratadas las mujeres.

El sacerdote frunció el ceño.
-Pasad, mi templo es humilde, pero digno.
-La verdad es que no es lo que esperaba encontrarme aquí, nada lo es en estas tierras. Acabo de hablar con una mujer que todavía no ha sido desposada. Temo que termine pervirtiendo a los hombres - (...)

Y ahora vayamos a los personajes...
El castillo de Loarre, era el encargado de defender la frontera entre nuestra fe y la de la media luna.
Sancho Garcés III de Pamplona, conocido como Sancho 'el Mayor', es el protagonista inicial, el responsable de que den comienzo las obras del majestuoso castillo de Loarre.
Pero Sancho 'el Mayor', no las vería culminadas.
Tras su muerte, el reino se divide. A Ramiro I, hijo natural de Sancho, le corresponden las tierras de Aragón, pero dependientes del Rey de Navarra, su hermano García. Ramiro continúa con la construcción, pero la mala suerte parece que persigue a la fortificación, y Ramiro tampoco la verá definitivamente terminada.
Al morir Ramiro hereda los territorios su hijo Sancho Ramírez, que consolidaría el reino, al ser coronado en Roma por el Papa.
Estos son los personajes Regios que nos acompañaran a lo largo de la historia, pero no son los importantes, porque esta novela es un homenaje a todos los hombres y mujeres, anónimos, que arriesgaron sus vidas para construir esas grandes moles de piedra.
Estos personajes son lógicamente ficticios, pero no por ello son menos importantes.
Fortún, es el que destaca por encima de todos, por la gran carga que soporta. Es el encargado de llevar sobre sus hombro el peso de toda la narración y por supuesto, también de la construcción.

Ava y Eneca, son los dos personajes femeninos que rodean a Fortún y entre los tres forman el triángulo amoroso de esta historia, dando el toque romántico pero también humano.

Y por último, el personaje principal, al que no he dejado de citar desde el comienzo.

Un personaje encargado de unir todas las tramas con la Historia. Un conjunto tan armónico, que no se distingue dónde comienza la obra realizada por la mano humana y dónde termina la realizada por la naturaleza.
La pieza más importante de esta obra, esa fortaleza que incluso hoy en día, desafiando al tiempo y a la erosión, nos contempla desde el horizonte, desde lo alto de un cerro.
Vestigio de un tiempo pasado que nos habla entre susurros de Reconquista, pero también de protección.
Un castillo que quedó detenido en el tiempo, considerado como el castillo Románico mejor conservado de Europa y que espera, en silencio, que sea declarado Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO.



lunes, 14 de noviembre de 2016

La rebelión de Penélope de Dolores García Díaz

Sinopsis:

Penélope es hallada inconsciente junto al cadáver de su mejor amiga en un paraje de la costa de Castellón. Santiago Ramírez, inspector de policía tratará de desenmascarar al asesino mientras lidia con la enfermiza y adictiva relación que le une a su esposa.
La investigación policial irá reconstruyendo la historia de la protagonista, a través de las personas que constituyen su universo familiar, un marido asfixiante que la anulaba, una hija egoísta que la ignoraba y un pasado reciente en el que cobra especial importancia la estrecha amistad de Penélope con un elegante galerista de arte.
Penélope se rebeló contra quienes no supieron amarla; las consecuencias de esa onda expansiva son difíciles de imaginar.

Opinión:

Si a finales de octubre os hablaba de La muerte abrió la leyenda, uno de los cuatro ganadores del premio "Letras del Mediterráneo", hoy os acerco a otra de las ganadoras de ese certamen, La rebelión de Penélope, de Dolores García.

Una trama original, cargada de vueltas de tuerca que nos llevará a desconfiar de todos los personajes, pero... también cargada de otros detalles que ya comentaré y que no me han llegado a convencer del todo.
Las casualidades... para mi gusto, se dan demasiado en este argumento, pero en esta ocasión no voy a hablaros de ellas, basta con haberlas mencionado una única vez. De lo que sí voy a hablaros es de otros puntos, más interesantes, que habría que mencionar.

El narrador...

En esta historia lo primero que llama la atención es la estructura.
El encargado de hacer la mayor parte del relato es un narrador omnisciente que emplea la tercera persona de singular; ahora bien, hay un detalle que convierte a esta novela en distinta o inusual.
En algunos momentos de la narración nos encontraremos con determinados personajes sumergidos en pleno monólogo.
Este soliloquio encubre un diálogo, realmente va dirigido a alguien presente en la conversación, pero que no interviene en ella.
Este recurso juega un papel muy importante en la novela.
Además de ser una herramienta introspectiva que nos acerca al personaje mostrándonos sus reflexiones y sentimientos más profundos, también le da el control en esos momentos. En esas escenas, es el dueño total del discurso y vemos su esencia, se muestra ante nosotros realmente como es, además de aportar a la trama un mayor dramatismo.

El ritmo de la narración es bastante bueno.
Dolores García va añadiendo pequeños detalles que mantienen el suspense, pero hay que decir que el asesinato que aparece en la sinopsis ocurre cuando llevamos leído dos tercios de la novela.
¿Esto es malo? Para mi gusto, no.
El asesinato pasa a ser un tema secundario. El resto de acontecimientos que suceden alrededor de la protagonista, Penélope, son lo bastante interesantes para que la obra avance hacia el clímax, acumulando tensión que termina estallando con un excelente giro argumental.

Pero vayamos al personaje principal... Esta frase que he encontrado, es perfecta para definirla.

“El futuro nos tortura y el pasado nos encadena. Es por eso que el presente se nos escapa.”
Gustave Flaubert.

Penélope, los personajes y los estereotipos.

Penélope, en todas sus relaciones personales, desempeña una función accesoria, y eso es lo que nos hace empatizar con ella desde los primeros compases de esta historia.
Los que la rodean la ven como un objeto, siempre subordinada a los objetivos y deseos de esos que una vez manejaron su vida, pero que en la trama aparecen desempeñando un papel meramente ambiental y/o secundario.
Penélope es una mujer que lucha por ser ella misma y, en cambio, cuando emprende una relación se convierte en otra persona, ninguneada, sumisa y pasiva.
Sus cualidades, sus habilidades intelectuales y personales, no solo no son valoradas, sino que también ignoradas. Únicamente es madre, esposa o amante; debe desempeñar esas funciones y lo que haga al margen de ellas es considerado como una extravagancia.

Hay un par de personajes más que son importantes en esta novela.
Uno de ellos es Santiago Ramírez, un inspector de policía, y el otro, Arturo, el dueño de una galería de arte.
Los tres forman un triángulo que acapara nuestras miradas. La autora echa la red y caemos bajo ella, mientras teje una historia desconcertante para cada uno de ellos.
En un principio pensamos que no tienen nada en común, que sus tramas son divergentes, pero según avanza el argumento, comprobamos como todos ellos están estrechamente relacionados.

En global, la caracterización que ha elegido la autora para los personajes es demasiado estereotipada.
Tenemos a Penélope, una mujer bella y sensible; a Santiago, el héroe, el policía bueno; Arturo, el anciano sabio y artista atormentado; Roxana, la exuberante cubana; y algunos más...

Los personajes secundarios.

La historia ocurre en la actualidad, pero algunos de los personajes que rodean a Penélope parecen sacados de la época de los ochenta o anterior a ésta...
Retrógrados y armados con un pensamiento arcaico, ven en una mujer divorciada, prácticamente la reencarnación de Lilith, (Léase la primera mujer de Adán).
Las mujeres mayores la miran con pavor, las más jóvenes con temor, y los hombres, la gran mayoría, dotados de un comportamiento machista, revolotean a su alrededor como moscas a un panal de miel.
Los lectores observamos mudos y asombrados esa actitud hacia Penélope.
A mi parecer, ese comportamiento es un punto que resulta demasiado forzado e incluso surrealista, quizás buscando dotar a la trama o a la vida de la protagonista de mayor dramatismo.
Es cierto que esa forma de pensar y/o actuar, incluso hoy en día, podemos encontrarla, pero por suerte cada vez es menos habitual y se reduce a pequeños grupúsculos.

Esta historia tiene elementos clásicos de la novela negra. Hay una división clara entre buenos y malos; los personajes arrastran historias dolorosas e incluso podemos encontrar alrededor de algunos de ellos el ambiente decadente tan característico del género negro. Nos encontramos ante una historia que habla sobre la explotación sexual de mujeres, sobre extorsión, pero que también trata otros temas como son la soledad o el deseo de superación.
También observamos un conflicto dramático constante sobre el que se construye la trama y que hace que la historia avance, la lucha de Penélope consigo misma y al mismo tiempo con la sociedad que la rodea. Todo ese cúmulo de situaciones podrían llevarnos a enmarcarla perfectamente dentro de otro género.

Para finalizar deciros que me ha gustado el guiño metaliterario que hace la autora en un par de ocasiones, jugando con el nombre de la protagonista y la Odisea de Homero.


martes, 8 de noviembre de 2016

Walläda la Omeya de Magdalena Lasala


Sinopsis:

Córdoba, siglo XI.
El esplendor de al-Ándalus toca a su fin. Mientras los gobernantes libran entre ellos despiadadas y, a la postre, estériles luchas por el poder, el hambre y el dolor cabalgan por las calles de la capital del califato.
Sólo un lugar de la ciudad cobija aún el antiguo espíritu de los Omeya: el salón literario de la princesa Walläda, una mujer fascinante que recita versos que compone ella misma, se muestra ante los hombres con el rostro descubierto, pese a la ley coránica, y luce orgullosamente sobre el hombro un tatuaje que reza: «Doy poder a mi amante si descansa sobre mi mejilla, y mis besos otorgo a quien los merece.»
La fama de la joven pronto traspasará las fronteras de Córdoba. Su historia de amor con el también poeta Zaydûn nacerá destinada a habitar en la leyenda. Los ardientes poemas de Walläda, recorridos por el mismo anhelo de plenitud que encaminó sus pasos, constituyen todavía una de las cumbres de la lírica árabe de todos los tiempos.
Tras los éxitos de La Estirpe de la Mariposa, Abderramán III. El gran califa de al-Ándalus y Almanzor. El gran guerrero de al-Ándalus, Magdalena Lasala nos deslumbra ahora con el retrato de una mujer que si, por una parte, fue conocida como la «última princesa», el último fulgor de un mundo condenado ya al ocaso, por la otra abrió una senda por la que aún seguimos transitando. La que reflejó en uno de sus versos: «Camino, orgullosa, mi propio destino.»

Opinión:

Cuando cogemos un libro sobre literatura, vemos que entre sus páginas aparecen montones de referencias a autores masculinos, pero la tarea se complica si lo que queremos es encontrar algún dato anterior al Siglo XIX, que haga mención a mujeres y sobre todo, si lo que buscamos es autoras españolas.
Es cierto que, en los libros de literatura más modernos, podemos encontrar alguna referencia sobre la obra de alguna, como Santa Teresa de Jesús, pero es tan minúscula, que resulta casi anecdótica. Debemos especializar nuestros estudios para descubrir que hay escritoras femeninas más allá de los libros de textos de nuestra juventud...

No es cuestión de entrar en debates, reivindicaciones feministas ni mostrarme crítica con las editoriales de libros de texto, que han optado por no incorporar a esas mujeres a su catálogo; lo que quiero es recordar que aunque no aparezcan, eso no significa que no existiesen o que su obra fuese inferior a la de un hombre y por lo tanto, no merecedora de mención.

Walläda, la última princesa Omeya, es solo una entre muchas de las grandes escritoras o poetisas, que no aparecen mencionadas en los libros de texto y cuya obra, merece ser rescatada del olvido.
Si echamos una mirada al pasado encontramos a Safo de Lesbos, Egeria, Hildegarda de Bingen, Christine de Pizan, Leonor lópez de Córdoba o María de Zayas, por citar algunas. Mujeres, con una obra literaria interesante, algunas de las citadas como puede verse, son españolas, que como digo, han sido omitidas en los libros pero cuya obra es imposible borrar de la Historia.

La pluma de Magdalena Lasala nos ofrece una historia donde realidad y ficción se funden en un cálido abrazo. De esa forma nos sumergimos en la vida y obra de esta mujer tan extraordinaria como poco conocida y en cambio considerada como la más célebre de las poetisas de al-Ándalus.
La narración de Magdalena destaca por varios motivos.
Su prosa es pausada, aporta infinidad de datos de forma amena y los complementa con delicadas descripciones que consiguen crear una atmósfera de lo más sugerente y que hará que veamos el reino de al-Ándalus con otros ojos.
Se atreve a mezclar varios géneros: biografía, novela romántica, novela histórica e incluso la autora se arriesga añadiendo una pequeña muestra lírica; poemas, que refuerzan la apasionada historia de amor que vivió con el también poeta, Ibn Zaidün.
Esos ardientes poemas, fueron los responsables de crear la leyenda y aún hoy en día, son considerados como cumbres de la lírica árabe de todos los tiempos.

La autora da voz a Walläda, y nada más comenzar la historia entendemos como con su sola presencia, era capaz de obnubilar a cuantos la rodeaban.
Situada bajo uno de los arcos de su terraza, cuando las primeras luces de un nuevo día empiezan a despuntar, la última princesa Omeya, nos transporta con una narración retrospectiva a tiempos pasados, para ella más felices.
Ese relato evocador, nos hace retroceder hasta su infancia y desde ahí, avanza de forma lineal.

Desde muy corta edad se rodeó de poetas, músicos y artistas llegados de medio mundo, y más adelante, en su juventud, era frecuente contar con su asistencia en tertulias entre filósofos y artistas.
Más allá de la protección que concedían los muros del palacio de su padre, "La Munya del Romano", las intrigas y las continuas luchas de poder para hacerse con el trono califal, auguraban el lento desmoronamiento de éste.
La princesa, demostró desde muy joven una gran valentía y su fama logró traspasar las fronteras de Córdoba. Con solo 17 años, creó un salón literario en pleno centro de la ciudad califal, prescindió de llevar velo y determinó que las mujeres de su casa caminasen sin cubrirse, rompiendo los rígidos convencionalismos y pasando por alto la ley Islámica, que obligaba a la reclusión de la mujer. Seguía el modelo de las poetisas y cortesanas de la antigua Grecia y recitaba a Safo de Lesbos (otra excelente poetisa del S. VII a. C) con una pasión que hacía vibrar el alma de todos los presentes.

Walläda, emanaba un poder sobrenatural, las gentes sencillas la ensalzaban, poetas e intelectuales de la época la admiraban y los políticos la respetaban. 
Fue una mujer adelantada a su tiempo, convencida de que la Córdoba que había conocido de niña había tocado a su fin. Veía necesario cambiar el modo de pensamiento para contribuir a la creación de una sociedad renovada y con ello, un nuevo al-Ándalus.

En esta historia donde Walläda es la protagonista indiscutible, destacan tres personajes masculinos secundarios, los responsables indirectos de convertir a esta mujer en un mito.
Uno es el joven califa Al-Mostazhir, del que fue amante y que llenó de luz la ciudad de Córdoba, rodeó la corte de poetas, músicos y filósofos, en un muy breve gobierno.
El otro a tener en cuenta, es, Muhammad Al-Mustakfi, el padre de Walläda, un personaje muy dinámico que el tiempo termina convirtiendo en mezquino. Este personaje surge como antagonista de Al Mostazhir. Decretó el encarcelamiento de poetas, obligó al exilio a los artistas, ordenó el cierre de escuelas y bibliotecas imponiendo un régimen de extrema represión ciudadana. Fue el gobierno de un hombre que perdió totalmente el juicio, un títere manejado a distancia que instauró un régimen de terror.
El tercer personaje, es el poeta Ibn Zaydün, otro personaje que evoluciona a pasos agigantados y consiguió robar el corazón de la princesa. Un personaje del que he terminado saturada al final de la novela, por su conducta posesiva, algo que creo que era una pista de como era en realidad el personaje, un narcisista cargado de inseguridades que intenta, exigiendo, que Walläda corte sus alas, renunciando a su libertad.

Creo que es una novela muy recomendable por varios motivos.
No solo nos sirve para conocer en profundidad la vida de la que fue la última princesa Omeya y admirar su obra, sino que al mismo tiempo nos sirve para conocer una muestra de como era la situación económica, política, religiosa, social y por supuesto, cultural, en los últimos días del califato.
Lo que menos me ha gustado...
Las constantes repeticiones sobre la gran belleza de este personaje, sin duda un pequeño detalle, pero que puede terminar saturando al lector.