jueves, 26 de enero de 2017

El caso dela mano perdida de Fernando Roye

El caso de la mano perdida (Sargento Carmelo Domínguez 01)
Sinopsis:

Allá por los años cincuenta del siglo pasado en el sur de España, en plena Sierra Morena, una mano seccionada es encontrada por una pareja de la Guardia Civil en el monte, cerca de la pequeña localidad de Santa Honorata. Se hará cargo de la investigación el peculiar jefe de puesto, el sargento Carmelo Domínguez, cuyos singulares métodos y extraordinaria suspicacia despiertan admiración, miedo y rechazo a partes iguales; Carmelo aborrece los problemas, y estos no han hecho más que empezar. Mientras todo el pueblo, incluyendo sus subordinados y los mandatarios locales, está centrado en la próxima visita del caudillo de España a este rincón de Sierra Morena, el sargento hechizado, como es conocido Carmelo en los alrededores, intentará solucionar un caso con raíces más antiguas y oscuras de lo que nadie, excepto quizás él, pudo prever.El caso de la mano perdida es, entre otras cosas, el retrato de un pequeño pueblo de fines de la posguerra. Asomándonos a esta ventana descubriremos la vida de sus habitantes, los oficios que desempeñaban, sus sueños y también sus pesadillas. Y todo esto contado desde los raros ojos de un sargento de la Guardia Civil y con el telón de fondo de las ambiciones y los rencores de sus agentes, la abnegación de sus mujeres y la disciplina castrense de la casa-cuartel en la que malvivían.

Opinión: El caso de la mano perdida (Sargento Carmelo Domínguez 01)

No soy muy dada a leer novelas ambientas en nuestra posguerra. Ese marco narrativo que abarca desde la Guerra Civil hasta la llegada de la democracia, no es que me agrade mucho. No lo viví, pero mi generación ha oído hablar de ello hasta la saciedad; opiniones de lo más diversas que poco a poco van consiguiendo que no solamente te crees una opinión propia, sino que además, terminemos cansándonos de oír siempre hablar del mismo rollo y de ver como unos a otros se faltan y reprochan siempre la misma historia.
Memoria histórica tienen ambos bandos y por lo que hay que luchar es porque esa irracionalidad, esa lucha absurda que no obedece a la razón, esos radicalismos que nos llevaron a una guerra, no nos hagan caer por tropezar una y otra vez en la misma piedra; hay que intentar por todos los medios que la Historia no se repita, porque de lo que sí estoy convencida, es que esa guerra que enfrentó a hermanos contra hermanos, donde no solo hubo vencedores y vencidos, trajo muchas desigualdades que hicieron que toda la sociedad retrocediese en el tiempo y permaneciésemos aislados del resto de Europa.
Las consecuencias fueron muchas y los primeros años tras finalizarse fueron más duros que la propia guerra, había mucho miedo, mucha hambre y una discriminación que persiguió a la población marcada por la derrota.
Aún así, reconozco que en los últimos meses, me han llegado novelas ambientadas en esa época, que retratan fielmente la sociedad, tratando esos temas con mucho respeto y que realmente me han parecido muy interesantes, han despertado en mí la curiosidad y frenado esa reticencia inicial que tenía sobre ese duro periodo de nuestra Historia.

Esta novela en concreto, de la que hoy voy a hablaros, me la recomendó un gran amigo de este blog y colaborador de la editorial Sinerrata, Javi de Ríos; recuerdo que sus palabras fueron, a mí este autor me apasiona, si te la envío y comienzas a leer, no vas a poder parar.
Ahora puedo confirmarlo, todo lo dicho es cierto; sucumbí por curiosidad, osé leer las primeras páginas y ya no pude parar hasta terminarlo. Tenía una enorme lista de libros pendientes, y el Sargento Carmelo de forma subrepticia, haciendo uso de malas artes, se hizo un hueco en ella nada más llegar.

El Sargento de la Guardia Civil, Carmelo Domínguez, es un personaje muy peculiar que engancha al lector por su forma de ser.
Es un tipo raro; dotado de un sexto sentido, de un fino olfato que le hace llevar las investigaciones de forma extraña y resolverlas de forma asombrosa; de mirada ambigua, ya que tiene un ojo de cada color y dependiendo al que mires te transmite una sensación u otra; campechano, con un irónico sentido del humor e incluso en algunos momentos podríamos decir que le embarga el sopor y la desidia.
Aún así, como os digo, es alguien con el que el lector empatiza nada más comenzar la lectura.

Fernando Roye, nos ofrece una novela rural de género negro, ambientada en la España de los años 50.
El lugar elegido para desarrollar la trama, es el pequeño pueblo ficticio de Santa Honorata ubicado en plena Sierra Morena. Ese pueblo, donde todos se conocen, se convierte en el escenario de un extraño hallazgo, una mano amputada.
El Sargento Carmelo se hace al frente de la investigación, con la susodicha mano siempre a cuestas, y mientras las primeras pesquisas comienzan a dar su fruto, otro acontecimiento relevante alterará la vida tanto de los habitantes del pueblo, como de los que viven en el pequeño cuartel de la Guardia Civil.
El Caudillo, gran amante de las cacerías, es invitado en una finca de la zona, por lo que el pequeño puesto de la Benemérita deberá ultimar también los detalles para que la seguridad de tan insigne e incomodo visitante, no se vea afectada.

El argumento es muy sencillo pero al mismo tiempo destaca por su originalidad.
Los personajes enganchan, desde los protagonistas hasta los secundarios que están muy bien descritos. En este punto no puedo olvidarme de citar un detalle, Carmelo, nuestro sargento cuenta un personaje rival, un antagonista que hará que la trama se complique y con ello favorezca el suspense.

La literatura, la novela policíaca también se hace un hueco en este libro y está representada por un joven Guardia Civil, el agente Viedma, un apasionado del género que va siempre cargado con una novela. Otro personaje muy curioso, que unido al Sargento Carmelo forman una pareja un tanto dispar, podría decir que a lo Sherlock Holmes y Watson, pero no se por qué motivo me viene a la cabeza otra pareja mas extravagante, el Gordo y el Flaco...

Para terminar solo me queda insistir en la perfecta ambientación que nos regala con ese estilo costumbrista que nos hará retroceder en el tiempo.
El único fallo o detalle que me llama poderosamente la atención, la pega jocosa de la novela, es entorno a la famosa mano que Carmelo custodia a lo largo de toda la obra...
Los días pasan... y esa mano, sin conservarse adecuadamente tiene que echar un tufo asombroso, y eso que yo no soy una experta en manos amputadas; lo cierto es que la mano, es un elemento que dará mucho de sí.

jueves, 19 de enero de 2017

Los olvidados de Filipinas de Lorenzo Mediano

Sinopsis:

1898: El imperio español se ha desmoronado y las tropas derrotadas regresan a la Península. Pero en Filipinas quedan miles de soldados prisioneros en la jungla, olvidados por su gobierno. Entre ellos, cinco oficiales y un soldado anarquista que tratan de alcanzar por sí mismos la libertad.
Aventuras, emboscadas, piratas joloanos, caníbales cortadores de cabezas, brujas del antig-antig, cargas de la caballería de los Estados Unidos, persecuciones, tesoros robados... Son incontables las peripecias en que se verán envueltos los seis protagonistas; hombres de acción que también son hombres que aman: a una princesa tagala, a una joven andaluza, a una esposa desesperada...
Hechos verídicos y apasionantes, novelados por el nieto de uno de los personajes; y como telón de fondo, la oculta traición del gobierno, mantenida en secreto hasta nuestros días.

Opinión:

En los últimos meses os he hablado en varias ocasiones de este escritor, Lorenzo Mediano.
En esta ocasión os voy a comentar otra de sus novelas, publicada en 2001, pero cuyo argumento se aleja de las reseñadas con anterioridad.
Dejamos de lado el Pirineo Aragonés y retrocedemos en el tiempo, justo hasta 1898.
Esta obra se trata de un homenaje a su abuelo, Mariano Mediano, una historia que como el mismo nos indica al final de la obra, es fruto de un intenso trabajo de documentación no solo de él, sino también del resto de nietos, que poco a poco han ido recabando información, para cubrir los vacíos que existían entorno a su abuelo y ¿por qué no? también, alrededor de unos acontecimientos olvidados en el tiempo y de un pequeño grupo de héroes anónimos, en concreto seis, a los que con su investigación consiguen darles nombre y reconstruir una pequeña parte de su vida.

Lorenzo Mediano, tiene una prosa muy cuidada, pero lo que más destaca, es la forma de transportar al lector, la claridad con la que nos sumerge en los hechos. Esos hechos que narra, infames y duros, terminan convirtiéndose en una excepcional novela de aventuras.

Así que me permito el lujo de dejar de hablar de Mediano, y centro la total atención de esta reseña en los acontecimientos históricos, ahora os explicaré el motivo.
Es cierto que esta obra habla de mucho más, todos los personajes reales, nuestros protagonistas, arrastran una historia en la que seremos partícipes, sufriremos y reiremos con ellos, porque algunos tienen un sentido del humor, admirable que nos arrancará más de una carcajada.
Pero no quiero hablar de ellos, quiero que los conozcáis por vosotros mismos, leyendo esta obra, lo que considero que sería rendirles un gran homenaje, ese que no tuvieron a su regreso.
Quiero centrar la reseña en la Historia y en los acontecimientos que la componen, porque lo que esos hombres sufrieron, no debe pasar al olvido.



El 15 de febrero de ese 1898, el crucero de E.E.U.U "Maine", ardió en un confuso accidente, convirtiéndose en el pretexto perfecto para que Estados Unidos declarase la guerra a España.
Ese enfrentamiento, supuso para España la pérdida de la isla de Cuba y a continuación Puerto Rico, estas dos en el Caribe; y en el Pacífico, Filipinas y Guam.

1898 pasaba a convertirse en un año catastrófico para la Corona española; podríamos denominarlo como Annus horribilis. 
El Imperio español tocaba a su fin, se desmoronaba a pasos agigantados y la célebre frase de que El sol nunca se ponía en nuestro Imperio, carecía ya de toda lógica.
Mientras la mayoría de nuestras tropas iban regresando a España, en Filipinas, quedaron miles de soldados prisioneros en la jungla, olvidados por su gobierno.

Hasta aquí, todo es Historia, lo hemos oído repetir cientos de veces, pero hay una parte de esa historia, que no es tan conocida...

España todavía era un Imperio y el pueblo, se sentía orgulloso de los míseros retazos de colonias sobre los que aún ondeaba la enseña hispana, lo que desconocían, era el atajo de burócratas que desde el gobierno decidían el rumbo de los que allí se jugaban la vida.
Las arcas públicas estaban vacías y las colonias suponían un gasto enorme.
Una guerra contra Estados Unidos, supondría un gran desembolso que embargaría más aún esas arcas del reino, por lo tanto, el gobierno español en pleno, trataba de deshacerse de sus colonias lo más pronto posible, sin demasiada sangre ni estruendo, por decirlo de alguna forma, deshacerse de ellas con discreción...
Estaréis conmigo en que resultar vencido no constituye ningún deshonor, ya que incluso en la derrota, se puede guardar la dignidad, pero... ¿cómo rendirse cuándo España estaba llena de patriotas que gritaban por las calles, pidiendo enfrentarse a E.E.U.U?
La mejor solución de ese gobierno, para evitar que les llamasen cobardes su propio pueblo, era aceptar la guerra pero ordenando a los altos mandos que se dejasen derrotar rápidamente y sin muchas bajas.
Los altos mandos militares, serían juzgados por la deshonrosa derrota; tan solo caerían un par de cabezas de turco, leales a la corona, un daño menor pero suficiente para acallar la voz de los ciudadanos españoles de a pie.
Con lo sencillo que habría sido decir... ¡Adiós señores nos vamos! Retornamos o traspasamos la soberanía, el gobierno de estas ciudades, plazas o colonias, a sus verdaderos propietarios... ¡Pero no! eso era algo impensable, y que el orgullo español impedía...

La guerra con Estados Unidos finaliza en diciembre tras la venta de Filipinas a los Estados Unidos.
A continuación se declara la guerra entre E.E.U.U y la colonia.
9.159 soldados españoles, que habían quedado dispersos entre las guarniciones del interior ahora se hallan cautivos de los insurrectos.
Como ya habréis adivinado, entre esos españoles se encontraba Mariano Mediano, el abuelo de Lorenzo, destinado junto con otro grupo de valientes para proteger la plaza de Tayabas. El enemigo al que se enfrentaban desaparecía tan pronto como entreveían el estandarte del batallón; la malaria, la disentería y el agotamiento por las largas caminatas eran otros de los enemigos que les acechaban en la selva, pero nada igualaba al dolor de saberse abandonados por su propio país.

En julio de 1899, concluye oficialmente la repatriación de soldados españoles, son los conocidos por "Los últimos de Filipinas", esos héroes que resistieron durante todo un año de asedio en "El Baler". Pero lamentablemente, quedan más españoles en la jungla... unos 6.000.

El 24 de enero de 1900, 975 prisioneros españoles liberados por los norteamericanos, embarcaron en el "Isla de Panay". Ellos eran los verdaderos "Últimos de Filipinas", entre ellos iban nuestros protagonistas.
A esos hombres no les esperaba ningún recibimiento triunfal.
Volvían como perdedores, abandonados y olvidados.
Y es que pocos discursos reciben a los vencidos... Los políticos, esos expertos buscadores del beneficio propio, no querían verse asociados a una guerra que había resultado improductiva y al final impopular.


18 integrantes de este último grupo, prefirieron quedarse en Filipinas a enfrentarse a una Patria que les había abandonado...


jueves, 12 de enero de 2017

Manuscrito de piedra de Luis García Jambrina

El manuscrito de piedra (Saga Fernando de Rojas 01)
Sinopsis:

A finales del siglo XV, el converso Fernando de Rojas, estudiante de Leyes en la Universidad de Salamanca, deberá investigar el asesinato de un catedrático de Teología. Así comienza una compleja trama en la que se entremezclan la situación de los judíos y conversos, los conflictos políticos y religiosos, las pasiones desatadas y heterodoxas, el emergente Humanismo, la Salamanca oculta y subterránea y la Historia y la leyenda de una ciudad fascinante en una época de agitación y cambio; es el paso de la Edad Media al Renacimiento.
El manuscrito de piedra es algo más que una novela histórica de intriga. Una novela apasionante narrada con gran viveza y agilidad y grandes dosis de inteligencia e ironía.

Opinión: El manuscrito de piedra (Saga Fernando de Rojas 01)

Sin duda, el motivo principal que me empujó a leer esta novela, fue saber que su protagonista era Fernando de Rojas, el gran dramaturgo español autor de la célebre Celestina.
Y pensaréis ¿Cual es el motivo por el que le puede atraer tanto un escritor del medievo al que al fin y al cabo solo se le conoce una obra?
Pues sencillo, porque de no haber existido Miguel de Cervantes o no haber escrito, El ingenioso Hidalgo don Quijote de la Mancha, considerado como la mejor obra de la Literatura Universal, ahora estaríamos hablando de La Celestina, como la obra cumbre de la literatura española por varios motivos: por la perfección de la lengua empleada, por su gran realismo y por su estructura sobresaliente, tanto estética como dramática. Una gran obra con la que en la Literatura española se ponía fin a la Edad Media y donde se encontraban dos mundos, el mundo ideal o Renacentista que se abría paso, reflejado en el comportamiento de los jóvenes enamorados, y el mundo real, aún presente, que retrataban los criados y Celestina.
En la obra de Fernando de Rojas, observamos como se pierde la vocación moralista tan presente en las obras del medievo y el papel de las mujeres se convierte en principal. Aunque Celestina no es la protagonista, podemos ver como tanto ella como Melibea, abandonan el papel pasivo de las féminas en la Edad Media y adoptan un papel más activo, donde ellas toman sus propias decisiones asumiendo el riesgo y las repercusiones.

Como veis, no podía hablar de Fernando de Rojas, sin hacer una pequeña mención a uno de nuestros grandes clásicos... por lo que tras ello, paso a hablar de la novela real, El manuscrito de piedra de Luis García Jambrina.

Salamanca y su ambiente universitario, son los escenarios en los que se desarrolla la trama de esta novela.
Luis García Jambrina crea un argumento entretenido, donde nuestro joven estudiante se irá cruzando con personajes históricos a la vez que intenta resolver un complicado caso de asesinato.
Su condición de converso le implica de forma directa en la investigación e influye en esta historia tanto como en el argumento de La Celestina, que años después vería la luz, ya que según dicen los entendidos, esa falta de fe justificaría el pesimismo que encontramos en la que fuese su única obra.

Pero entremos en detalles.
Fernando deberá investigar el asesinato de Fray Tomás, un catedrático de Teología.
Debido a la gran fama que le persigue, ya que tiempo atrás ayudo al maestrescuela a encontrar a los autores de varios robos ocurridos en la Universidad de Salamanca, Rojas se ha granjeado la estima de algunos miembros del claustro.
De esta forma, se ve convertido en familiar supernumerario del Santo oficio, con atribuciones para investigar, lo que supone el reconocimiento definitivo de limpieza de sangre para él y su familia. De negarse a ello, corre el riesgo de poner en entredicho su nueva condición de cristiano, lo que supondría para su familia, tener de nuevo encima a la Santa Inquisición.

Según va avanzando en la investigación, Rojas va descubriendo algunas sombras en la vida del Teólogo. Un hombre que empleaba la Cátedra como púlpito para defender la que el consideraba como verdadera doctrina y clamar justicia contra herejes, brujas y conversos.
Como podéis comprobar, la incansable persecución que sufrieron los judíos conversos por parte del Santo Oficio, es uno de los temas recurrentes que más encontramos en esta narración y que el autor refleja de forma muy acertada.
Nosotros, como testigos y lectores, podemos llegar a encontrarle parte de lógica a esa persecución aberrante, aunque no compartamos la idea, ya que los familiares del Santo oficio no cobraban por su trabajo. Los principales bienes de la Santa Inquisición eran los propios herejes, ya que según decían las malas lenguas... Si no quemaban, no comían,  por lo tanto, si decidían no quemar al menos podían comerciar con la vida y la libertad de los detenidos, y esa era la situación de muchos de esos pesquisidores que estaban dispuestos a dejarse corromper, siempre y cuando eso no los privase de un beneficio mayor.

Luis García Jambrina, en algunos momentos, acompaña a su protagonista, Fernando de Rojas con otro personaje en el cual recae toda la atención del lector.
Ese personaje, al que yo habría dado mayor protagonismo, es fray Antonio, un herbolario con un fino sentido del humor y cuyas reflexiones harían sonrojar al más intransigente de los Inquisidores.

"Yo no sé qué manía le ha dado ahora a la Iglesia de perseguirlo todo, como si lo poco bueno que hay en este mundo fuera obra de Satanás. Al final, van a hacer su figura tan atractiva que nos vamos a quedar sin feligreses" [...]

"Por lo que se ve, amigo Rojas, hay mucha gente por aquí empeñada en que sigamos viviendo en la oscuridad"[...]


A lo largo de la novela nos encontramos con numerosas situaciones que nos llevan a recordar inevitablemente pasajes de La Tragicomedia de Calisto y Melibea (La Celestina). Los autores, de todas las épocas, siempre han retratado la realidad, y quizás de esa forma, Luis García Jambrina, tomando esas situaciones de la obra de Rojas, intenta rellenar todos los vacíos que existen entorno a este dramaturgo que vivió a caballo entre los siglos XV y XVI.
También, en el tramo final de la novela, las menciones hacia La divina comedia son constantes, y nuestro joven estudiante de Leyes al igual que Dante, iniciará también su propio descenso a los infiernos.

La obra aunque no redonda, sí me ha dejado un muy buen sabor de boca.
La recreación es perfecta, el comportamiento de los personajes acorde, y esa mezcla de leyendas, de historia, de ficción e intriga, sumada a los constantes guiños hacía la obra de La Celestinahacen que el lector se recree de forma amena en un escenario único, en una ciudad que veía como la Edad Media, con todas sus sombras, se alejaba dando sus últimos pasos. Una nueva luz surgía en el horizonte y llegaba de manos del Renacimiento.


martes, 3 de enero de 2017

El dragón perdido de Víctor M. Mirete


El dragón perdido (Frédéric Poison 01)
Sinopsis:

¿Qué verdad no contada esconde un telegrama enviado desde un avión desaparecido que sobrevolaba África en julio de 1936?
 Un trepidante viaje de investigación, una adictiva atmósfera de intriga, una continua sensación de aventura, y un final repleto de humanidad conforman una misteriosa trama en la que el carismático, sutil y experimentado investigador y espía del ejército aliado francés, Frédéric Poison, se verá inmiscuido.
El frío y asediado Leningrado, el oscuro aeropuerto de Croydon, la cálida ciudad levantina de San Javier, la enigmática Casablanca, el desértico suelo de Mali y la mística selva de Guinea Ecuatorial, así como un reparto coral de personajes y el brillante uso del flashback, convergen entre sí para dar luz al misterioso vuelo de un peculiar avión relacionado con una conspiración que tiene como telón de fondo los días previos al inicio de la guerra civil española; y en la que se verán envueltos dos militares murcianos y una telegrafista francesa.

Opinión: El dragón perdido (Frédéric Poison 01)

Antes de hablaros del argumento, voy a comentaros un poquito por encima como surgió la idea de esta historia.
Según nos cuenta el autor en las notas preliminares, nació, allá por 2011 y fue fruto de una de esas conversaciones intrascendentes que surgen a lo largo del día en el lugar de trabajo; en una de esas chácharas, que muchas veces son fruto de la casualidad, de esas que empiezas hablando de una cosa y terminas comentando sobre otra que no tiene nada que ver.
Se salta de un tema a otro, los asuntos se solapan y al final terminas generando una conversación que parece no tener fin, fondo ni contenido...
Pues bien, Carlos, el compañero de nuestro autor de hoy le preguntó...
¿Conoces la historia del "Dragón Rapide"? ¿El avión que transportó a Franco?
Y de esa forma, me imagino a Mirete, pletórico, ante las posibilidades que esa historia ofrecía; sus ojos empezarían a moverse rápidamente al tiempo que su cerebro recopilaba toda la información y la iba clasificando en dos montones, útil y no útil; su cabeza, poco a poco empezaría a viajar hacia otro punto, dispersándose de la realidad, comenzando a imaginar y creando escenarios, personajes y una trama donde historia real y ficción caminarían de la mano, dando forma al argumento.

Pero dejémonos de elucubrar y vayamos a lo que realmente sabemos...
La obra se divide en 30 capítulos, y cada uno de ellos tiene una estructura peculiar que me ha gustado bastante.
La historia principal, con la que da comienzo cada capítulo, avanza de forma lineal y en ella se da prioridad absoluta a la investigación del detective Frédéric Poison, protagonista de toda la saga.

En la parte final de cada capítulo se emplea la técnica del flashback, que consiste como ya sabéis en intercalar pequeñas secuencias que nos hacen retroceder en el tiempo.
De mano de esos flashback llegamos hasta dos historias:
En una de ellas, conocemos a Gregorio, un joven militar y a su mujer. Son los protagonistas de ese hilo argumental y en él, se nos relatan unos extraños acontecimientos sucedidos en el año 36, en los días previos al alzamiento nacional y que supuso el inicio de la Guerra Civil española.
La otra trama nos transporta a Rusia, al año 41, en plena II Guerra Mundial y el protagonista es Alonso, el hermano de Gregorio que forma parte de los españoles que lucharon con la División Azul.

Estos dos hilos argumentales se van solapando a lo largo de los capítulos. Son historias secundarias, sin importancia, pero que esconden un gran misterio y serán la base sobre la que Poison construirá su investigación.

Lógicamente, aunque no lo he dicho con anterioridad, todos estos hilos argumentales tienen un nexo común, un pequeño fragmento de telegrama que Gregorio envió a su hermano en Julio del 36.

Ese fragmento del telegrama, es un macguffin, esa técnica que utilizó tanto en sus películas el genio del suspense, Alfred Hitchcock.
Es un elemento de suspense que hace que la trama vaya avanzando, una excusa argumental constante a lo largo del argumento, que motiva a los personajes en su búsqueda y que realmente desde nuestro punto de vista como lectores, no es relevante, pero empleado con astucia como hace el autor, es un generador de intriga que sirve para conectar las tramas.

Hasta el momento os he hablado del argumento y de la investigación, en tonos muy generales.
Pero creo que hay que profundizar un poco más.
Junto al personaje principal, Fréderic Poison, aparece otro del que ya os hablé, Alonso. Juntos intentarán resolver un misterio que quedó aparcado años atrás. ¿Qué transportaba el avión donde viajaban Gregorio y su mujer? ¿Qué tiene que ver Gregorio con el Dragón Rapide y con esa trama creada alrededor del Caudillo?

Los distintos escenarios que van apareciendo a lo largo del argumento, son un incentivo para seguir leyendo, avanzamos dando saltos por el mapa, cruzando fronteras y acompañando a los personajes en una investigación que genera un montón de preguntas y para las que el lector, en un principio, no encuentra respuestas lógicas, ese es otro de los detalles que hace que la lectura avance con brío.

El resultado final, como podéis deducir, es una historia donde se entremezclan de forma acertada, el espionaje y los complots, con la Historia.
Un buen comienzo para una trilogía que tiene como protagonista a un detective inquieto y apasionado a partes iguales.


miércoles, 28 de diciembre de 2016

Donde duermen las aguas de Lorenzo Mediano

Sinopsis:

Una joven maestra de la capital llega a Biescas de Obago, un tranquilo y apartado pueblo de los Pirineos. Pero pronto descubrirá que bajo la aparente quietud se esconde una oscura trama.
Sin desearlo, se encontrará sumergida en una lucha desesperada por salvar la naturaleza, por salvar su vida, por salvar su amor.
Basada en hechos reales, ésta es la novela más trepidante del escritor Lorenzo Mediano, autor de “La escarcha sobre los hombros”, “Los olvidados de Filipinas”, “El secreto de la diosa” y “Tras la huella del hombre rojo”.
Todas sus novelas se desarrollan en un entorno natural y se caracterizan por el ritmo ágil, la acción vertiginosa y los personajes apasionantes.

Opinión:

Hoy de nuevo vengo a hablaros de otra de las novelas de un autor que he descubierto recientemente y ante el que he caído rendida.
La trama de esta obra está basada en hechos reales, aunque para preservar la intimidad y seguridad de los protagonistas, los nombres se han cambiado.

En el comienzo de esta novela, nos encontramos con una escena entrañable, un abuelo con su nieto pescando.
El pequeño le pide que le cuente una historia y el anciano sin dudarlo, aun a riesgo de revivir oscuros fantasmas, decide relatarle unos hechos reales que ocurrieron ocho años atrás. Unos sucesos que cambiaron la vida del pueblo y de sus habitantes, por lo que todos han decidido mantenerlos ocultos.
El anciano cambiará el nombre de los afectados y omitirá hechos que podrían poner en peligro a sus protagonistas. De esa forma, y de manos de ese narrador, retrocederemos hasta comienzos de los años ochenta.

La obra resulta muy difícil de catalogar por la cantidad de temas que trata, que hacen que se mueva entre géneros.
Dentro de sus páginas nos encontramos con una trama que nos mantiene en vilo, cargada de intriga y sobre todo, un relato costumbrista que podría pasar a formar parte de la crónica negra de España.
También nos damos de bruces con el choque cultural al que se enfrenta una maestra de provincias, destinada a un medio rural tan aislado; el choque entre las ideas de unos y otros, la lucha por conservar las tradiciones.
El odio entre los dos pueblos, omnipresente a lo largo de todo el argumento y que se ve reflejado en la forma de actuar de todos los personajes, es un odio ancestral. Un odio de tal intensidad que desafía a la lógica más elemental.

Otro detalle que encontraremos y que convierte esta historia en intemporal, es el tema de la especulación de terrenos y la lucha de los que intentan salvar el ecosistema.

Vitorián, el alcalde de Biescas de Obago, es el personaje que más me ha gustado.
Un personaje completo, que a su vez tiene a su antagonista en el alcalde del pueblo vecino, Alcid del Solanar. Este rival, responde al apodo de "El raposo", y ya con esta sola mención, nos podemos hacer una idea clara de como es el sujeto en cuestión; un gánster en versión rural.
Hay otros personajes dignos de mención que complementan de forma redonda la trama. Entre ellos nos encontramos al Coronel y al médico, y es de éste último del que ahora os voy a hablar.

Este personaje singular al que he creído merecedor de estas lineas, me arriesgo a decir que es el alter ego del autor. Ya que según nos cuenta Lorenzo Mediano, el fue testigo de esos acontecimientos que se relatan.
Y hablando de cosas curiosas, incluyo a continuación una sección de curiosidades donde voy a mencionaros otras que he encontrado a lo largo de la novela.

Curiosidades. 

 Este libro se ha convertido prácticamente en un juego, y es que según avanzaba en la lectura iba encontrando algunas similitudes con "La escarcha sobre los hombros", que hacían que te arrancase una sonrisa.

  • La primera, es que como personajes principales, encontramos la figura de los maestros. Un homenaje a esas personas que nos enseñaron a leer y a escribir; aunque no será el único homenaje que encontraremos. Lorenzo Mediano, a lo largo de la narración, incluye bastantes palabras y frases en Fabla, la lengua aragonesa. Una lengua romance que aún se habla en el norte de Aragón. 
  • Otra... sin duda la más importante, es el escenario elegido para desarrollar la trama. El centro de esta historia de ficción, vuelve a ser Biescas de Obago, y aquí habría que recordar que además este personaje inanimado es producto de la imaginación del autor; un guiño hacia los lectores que tras leer "La escarcha sobre los hombros" se pasaron tardes intentando ubicar en el mapa, el emplazamiento de este pueblo del Pirineo. 

Para terminar solo me queda alabar el excelente trabajo de Lorenzo Mediano, que de nuevo nos lleva a ese apartado Valle del Pirineo, donde los sueños duermen, donde las aguas duermen y las gentes duermen esperando despertar.




miércoles, 21 de diciembre de 2016

El descenso de Jonathan Vázquez

Sinopsis:

''Su tieso semblante y la dulzura de su tacto se deformaban bajo la luz templada del día. La vida le parecía aterradoramente normal; para él, una sombra entre las sombras, las gentes que poblaban el mundo parecían llenar un profundo abismo sin sentido.
Todos usan a todos, se comen entre ellos como animales rabiosos en el fango con el deseo de complacer sus negros placeres, la mendicidad de sus mentes se extravía en el camino de cenizas al que ellos mismos se conducen, pues el infierno es una elección propia.''



Opinión:

La naturaleza del mal es un misterio cautivador que desde la antigüedad se ha intentado resolver.
Pero... ¿de dónde surge? ¿No os lo habéis preguntado alguna vez?
El mal ya aparece reflejado en la Biblia, pero la solución a ese enigma, aún no ha sido resuelta.
¿Será que existe en la profunda naturaleza del ser humano?
Yo creo, después de tantas preguntas, que el mal no tiene origen, al igual que tampoco lo tiene el bien; tan solo son conceptos a los que no voy a intentar dar solución, cuando ni tan siquiera los grandes pensadores lo han conseguido.
Sin embargo, hay algo que me planteo con frecuencia. ¿Cuáles son los motivos que empujan al ser humano a cometer actos atroces, carentes de lógica?
Tal es la complejidad de la respuesta como sencilla la pregunta, y creo que esa cuestión, tampoco tiene explicación, por lo que muchas veces tendemos a achacarlo a influencias externas, a los cambios de luna, al calor intenso e incluso a los vientos.
Lo cierto es, que cuando se dan ciertas situaciones, determinados individuos más sensibles que el resto, son propensos a cometerlos; Pero este es un tema, del que ya hablaremos un poco más abajo. *

En el comienzo del libro, para ser más exactos en el primer capítulo, el autor tras una breve introducción, nos dice que es mejor no intentar razonar sobre este hecho, sobre la maldad, que no hay que buscar su origen, porque la búsqueda puede complicarse y en vez de ver la luz, nuestra búsqueda puede generar más oscuridad.
Con esa pequeña narración a modo de prólogo, Jonathan Vázquez, crea el ambiente necesario sobre el que se irá desarrollando la trama, y no solo eso, nos hace reflexionar sobre el dolor, la venganza y la mencionada maldad.
Lo que sí extraemos de sus palabras, es que la consecuencia de la maldad es el pecado, y éste es concreto el motor de la novela, porque esta siniestra historia policial, gira entorno a unos asesinatos, a un ejecutor que se cree con derecho de impartir justicia.
Cada víctima es condenada por una acción que ha caracterizado su vida y solo con su muerte, el asesino les purga de sus pecados.

Pero vamos a intentar profundizar en el argumento... sin destripar nada.

El libro comienza con un par de asesinatos macabros.
Kyle Harrigan, un joven detective retirado del servicio del FBI, es reclamado por su jefe para dar con un psicópata metódico, que está aterrorizando a la localidad de Wolf Point (Montana).  *A esa localidad está llegando la primavera, arrastrando consigo incesantes olas de calor que unido a la humedad, están contribuyendo a crear aparatosas tormentas acompañadas de viento, rayos y truenos. Ese ambiente ha generado un malestar general que se masca en el aire...

Harrigan, el protagonista, es un personaje que evoluciona a lo largo del libro. Al comienzo le conocemos siendo alguien atormentado por la muerte de su hermana, pero según avanza el argumento, esos sentimientos van desapareciendo para dar lugar a otros.
Posee como habilidad la empatía; puede ponerse con facilidad en el lugar de la víctima e incluso del asesino.
Pero lógicamente, Harrigan no puede llevar solo esta compleja investigación, por lo que volverá a reunirse con una antigua compañera, Rebecca Hawke.
Los detectives se enfrentan a un asesino distinto, frío y calculador, que no duda en jugar con ellos, podéis ver una muestra de como es en la sinopsis.
Así, se inicia una búsqueda contrarreloj, donde este asesino serial, parece ir siempre por delante en la investigación.

Hay varias cosas que llaman la atención en esta obra.

La trama, cuyos pilares se encuentran en la Divina Comedia de Dante y en los siete pecados capitales, se asemeja bastante a la película de culto de 1995, de David Fincher, Seven; con esto no estoy diciendo que sea igual, ni que sea bueno o malo, pero sí, que el lector que la haya visto, vagará hacia sus escenas sin remedio.

También destaca el simbolismo oculto, las alegorías, que vamos encontrando.
El frío, el mal tiempo, es un elemento constante que persigue a los personajes a lo largo de la novela, y también podría añadir la oscuridad, ya que muchas escenas ocurren siendo de noche.

El descenso, el título elegido, quizás podría aventurar lo que le espera al protagonista, un descenso al infierno, al igual que lo hiciera Dante en su obra más conocida.


La Portada del libro también es para analizar.
En ella vemos a un hombre caminando y tras él podemos ver una ilustración del ya mencionado Infierno de Dante, también apreciamos en el lado izquierdo una iglesia.
Esos mismos elementos, curiosamente, también son visibles en una imagen que habréis visto en muchas ocasiones, el icónico cuadro de Domenico di Michelino, pintado en 1465 y que se encuentra en la Catedral de Florencia.
Pero todo lo mencionado hasta ahora, tan solo son conjeturas mías.

La trama cumple con el primer mandamiento de un thriller sangriento, atrapar y entretener. Cuenta varios giros argumentales muy bien aprovechados, que sumergirán al lector en un relato que mantiene el ritmo.
Su prosa es muy descriptiva y nos transporta con facilidad a los escenarios y por supuesto será un elemento fijo en la narración, que nos acompañará hasta el final de esta novela con clara huella anglosajona.

Y he dejado para el final lo que menos me ha gustado.

El libro no es extenso, se lee bastante bien, de forma ágil y no se hace pesado en ningún momento, pero el final me ha parecido demasiado precipitado.
Me hubiese gustado encontrar algún asesinato más, más desarrollo en la investigación lo que se vería reflejado en un incremento de páginas, porque lo cierto, es que la historia sabe a poco.
La sinopsis elegida, para mí es un fallo.
Según mi criterio debe ajustarse a unos parámetros.
Reflejar de forma muy breve los puntos generales de la obra, como si fuese un esquema, con el fin de seducir al lector, acercarle de forma concisa al contenido, por lo que creo que centrarse en poner la descripción del asesino no incita al lector a leer la obra. No refleja de forma clara lo que nos encontraremos, es demasiado fría y lo cierto es que aporta muy poco.


martes, 20 de diciembre de 2016

Mis mejores libros 2016





Llegan las navidades y con ellas, las siempre previsibles listas de los mejores libros leídos en el año.
¡Pues bien! para que no os sintáis defraudados y cumpliendo con la tradición, yo también he creado un listado con las mejores lecturas.

Este año la forma de seleccionarlos se ha hecho de forma distinta.
En los años anteriores creaba el listado con los libros que habían obtenido mayores puntuaciones. (Muy recomendable y Lectura obligada)
Este año como digo no ha sido así.
La he confeccionado repasando una a una las reseñas y sobre todo haciendo hincapié en las sensaciones que me habían dejado y como seguía recordando esas narraciones con el paso de los meses.

Lo que no ha cambiado es que en esta selección, aparecen tanto novelas publicadas recientemente como otras que lo hicieron hace ya mucho tiempo.
Creo que esto último es algo bueno, nos indica que todavía nos quedan muchas historias por descubrir, al margen del tiempo que lleven escritas.
Ya sabéis que lo importante no es la novedad sino el contenido, y muchas lecturas apasionantes, esperan en silencio en las bibliotecas a que les llegue el día en que nos acompañen, aunque sea por un breve espacio de tiempo.


Solo me queda desearos Feliz Navidad y Felices lecturas.
Y sobre todo recordad...

leer es soñar y en este blog siempre se encontrarán lecturas para compartir.


Aguacero de Luis Roso
A sangre fría de Truman Capote
Bella y oscura de Rosa Montero
Crónica de una muerte anunciada de Gabriel García Márquez
Donde duermen las aguas de Lorenzo Mediano.
El castillo y La ciudad (Trilogía Medieval 01/ 02) de Luis Zueco
La escarcha sobre los hombros de Lorenzo Mediano.
La pieza invisible (Saga César Giralt) de Pedro Martí
Madrid. La novela de Antonio Gómez Rufo
Matar a un ruiseñor de Harper Lee
Un hijo de Alejandro Palomas



La linea divisoria de Carlos Laredo

La línea divisoria (Cabo Holmes 04)
Sinopsis:

Un pescador acude al puesto de la Guardia de Civil de Corcubión afirmando haber visto cómo alguien había sido arrojado al mar desde un lujoso yate. Tras la aparición de un hombre ahogado en la misma zona, el cabo primero José Souto, conocido como el cabo Holmes por su afición a la novela negra y la minuciosidad de sus investigaciones, se encarga del caso, que tiene todo el aspecto de tratarse de un asesinato. No lo tendrá nada fácil, ya que el yate pertenece a un importante empresario gallego muy bien relacionado en las altas esferas y cuyos abogados y empleados no están precisamente dispuestos a colaborar. La aparición de Julio César Santos, el detective madrileño, que casualmente busca información sobre el mismo empresario, aporta a la investigación un toque extra de tensión y suspense, que llevará a los dos protagonistas hasta una resolución tan peligrosa como inesperada.

Opinión: La línea divisoria (Cabo Holmes 04)

Los géneros de novela policíaca y/o negra, en los últimos años se han reinventado.
De un tiempo a esta parte, han experimentado una notable evolución, eso ya lo he mencionado con anterioridad, lo que creo no haber dicho, es que de ese movimiento de progreso se ha beneficiado especialmente la novela española.
Parece que en los últimos años hemos logrado desbancar a los autores nórdicos, que en la última década se habían posicionado en los primeros puestos del ranking internacional, negándose a abandonarlos.
Ahora, nuestros autores están haciendo resurgir estos géneros con fuerza y no solo en nuestro país, siempre gracias a su buen hacer, a una imaginación desbordante y a la diversidad de argumentos y escenarios.
De la mano de escritores como Mikel Santiago, Dolores Redondo, César Pérez Gellida, Alicia Giménez Bartlett, Lorenzo Silva, Víctor del Árbol, Domingo Villar o Carlos Laredo, por citar solo a algunos (porque haber hay muchos más y la lista se haría interminable), estamos conquistando el resto de mercados.

Tras esta breve introducción y tratándose de la cuarta novela de una saga que no sufre altibajos (uno de los puntos positivos para leerla completa), voy a intentar sintetizar de la forma más breve posible las ideas principales, añadiendo por supuesto mis impresiones sobre la nueva lectura.
Lo principal ya ha sido mencionado, así que voy a continuar indicando otras señas de identidad que caracterizan a esta saga.

Los títulos elegidos siempre están estrechamente relacionados con el caso que le tocará desentrañar al cabo Souto. Por lo tanto, nosotros ya hallaremos las primeras pistas sobre la investigación que se desarrollará en el interior.

Los elementos básicos de una trama...
Salvo en la primera entrega donde el ritmo narrativo disminuía ligeramente tras el comienzo, en el resto de libros se mantiene constante, generando intriga y aumentando nuestro interés por el argumento.

En un principio la trama nos llega desde dos hilos argumentales, el de Santos y el de Holmes que se van sucediendo, hasta llegar a un punto donde ambas historias terminan fundiéndose en una única. Se consigue así, respetar el orden cronológico lineal en que suceden los acontecimientos.

Los escenarios elegidos para desarrollar el argumento siguen siendo entorno a los idílicos parajes que componen la Costa da Morte gallega. Indudablemente en este apartado no podía olvidar mencionar las descripciones, aunque en este último libro hayan resultado más escasas o breves que en los anteriores.

En resumidas cuentas, es una saga entretenida, bastante fiel a la realidad, y eso al fin y al cabo es lo que buscamos los lectores.

Tampoco podemos olvidar hablar de los personajes.
En este caso me centraré solamente en el cabo Souto (Holmes) y en el detective César Santos.
Son personajes dinámicos, otro detalle que es importante para el desarrollo de la saga.
Individualmente, van progresando de una novela a otra, se ve como maduran, como evolucionan y aquí he de decir que de forma muy acertada, Carlos Laredo, ha recuperado al personaje del detective madrileño que estuvo ausente en el anterior caso, el secreto de las abejas.
Y es que Santos y Holmes forman un equipo que aún en la distancia, resulta inmejorable.

He hablado de que individualmente son personajes que crecen de una novela a otra, pero lo mismo ocurre en la relación de amistad/cooperación que ha surgido entre ellos.
En un principio no me convenció, pero reconozco que ha ido ganando en credibilidad.
Ahora esa relación que ha nacido entre ellos y que se ha afianzado con el paso del tiempo, hace que un personaje se complemente con el otro, todo ello aderezado con unos diálogos inteligentes y bastante simpáticos, porque ambos personajes son para darles de comer a parte, e intentan en más de una ocasión ir de sobrados saliendo al final trasquilados.
Para suerte para los lectores, estos dos personajes no pueden permanecer mucho tiempo separados y terminan recurriendo el uno al otro para solucionar sus casos.

Otro detalle que llama la atención, es que son dos personajes que logran intrigar bastante al lector,  nunca llegamos a conocerlos del todo ni se hace excesivo hincapié en su vida anterior, creando un halo de misterio entorno a los personajes.

Para terminar quiero decir, que a pesar de no haber subido la valoración y mantener la nota en un 8, esta novela me ha resultado hasta el momento, la mejor de la saga.
Esa evolución que aparece reflejada en los personajes, esa mejora, también está presente en la prosa de Carlos Laredo, se nota más madurez en su escritura, el argumento me ha resultado más calculado, más complejo, y al final todo hay que decirlo... termina casando a la perfección.

En la anterior reseña di un pequeño tirón de orejas al autor, cariñoso eso sí, y ahora visto lo visto o mejor dicho leído lo leído, lo justo es decir que ha mejorado con creces y que para futuras entregas, sabiendo lo exigentes que somos los lectores y lo ávidos que estamos de nuevas aventuras de Holmes, no nos conformaremos con un Progresa adecuadamente sino con un Supera con creces las espectativas  y dicho esto me despido con un...
Hasta la próxima lectura.

Podéis leer el resto de reseñas pertenecientes a esta saga, pinchando en la pestaña superior de "Sagas", o accediendo a través del autor.


viernes, 16 de diciembre de 2016

La escarcha sobre los hombros de Lorenzo Mediano

Sinopsis:

Los mundos más fantásticos que podamos imaginar han existido muy cerca de nosotros; pero todavía no los hemos descubierto. En uno de estos fascinantes mundos perdidos transcurre la acción de esta novela: en los aislados valles pirenaicos de hace medio siglo.

Las casas fuertes de Biescas de Obago conspiran contra el amor entre un pastor y una heredera, desatándose una lucha sin cuartel regida por leyes que siguen una lógica extraña pero implacable. Éste es el punto de partida de un relato vigoroso lleno de silenciosos sentimientos y de tensión dramática.


Opinión:

La reseña que hoy ocupa estas líneas es sobre una novela muy breve pero intensa, una de esas joyitas que de vez en cuando, de forma totalmente inesperada, alguien menciona y ante tu desconocimiento te termina recomendando con ardor.
Lo cierto es, que en ningún momento pensé que encontraría tantos temas y tan interesantes en tan solo 141 páginas.
Su autor, Lorenzo Mediano, ejerció la medicina en apartados valles del Pirineo al tiempo que impartía cursos como instructor de supervivencia, y es precisamente en esa última ocupación, donde surge esta historia.
Según cuenta en su web, durante los cursos de supervivencia se dedicaba a contar por las noches sus aventuras, y finalmente, éstas fueron sustituidas por relatos inventados.
La escarcha sobre los hombros fue uno de esos relatos, que curso tras curso y noche tras noche, fue relatando al mismo tiempo que lo depuraba, dando al fin forma a una historia que mantenía despiertos incluso a los más agotados.
Un día se decidió a escribirla y la envió a un concurso el "Ciudad de Barbastro" y según relata, no quedo la primera... la segunda, ni la décima...
Así que Mediano se desanimó y La escarcha sobre los hombros permaneció varios años olvidada en el fondo de un cajón, hasta que un buen día... apareció de nuevo.
Este autor se decidió a probar suerte con una pequeña editorial aragonesa y al final, esta magnífica historia vio la luz en 1998.
Lorenzo Mediano cuenta:
“Ningún periódico, radio ni televisión se hizo eco del magno acontecimiento, pero los amantes de la naturaleza y del Pirineo fueron regalándose el libro unos a otros [...]

Y así llegamos hasta nuestros días...

Esta novela, según pude comprobar hace unos días en una gran librería, va por la 12ª edición.
Son 141 páginas muy bien aprovechadas, donde Lorenzo Mediano nos ofrece un relato costumbrista, muy ameno. Con una forma de narrar que me recuerda a Delibes, con un estilo ágil y fresco, sin emplear palabras rebuscadas ni un lenguaje grandilocuente y haciendo uso en bastantes ocasiones de una fina ironía.
La trama nos transporta a un microcosmos rural, a una villa ganadera y pirenaica olvidada de los mapas. Y digo olvidada de los mapas, porque Biescas de Obago es un pueblo imaginario, en el que según su autor, se sintetizan las virtudes y defectos de los pueblos pirenaicos.

El maestro de este pueblo del pirineo aragonés, es el personaje conductor de esta historia.
Nos ofrece una crónica testimonial de unos sucesos que ocurrieron en 1934.
El relato comienza con una noticia publicada en el Heraldo que revolucionará la paz del pueblo y él, es el encargado de escribir la respuesta al periódico, con el fin de contar la verdad de esos sucesos y limpiar así, el buen nombre del pueblo.
Tamaña misión se complica, y la redacción de esa respuesta al periódico se convierte prácticamente en una misión imposible.
Cada uno de los habitantes del pueblo quiere contar su propia versión, llegando incluso a incorporar detalles insignificantes para una historia, que empieza a tomar un aspecto desorbitado y sobre todo, alejado de la realidad.
De esta forma, llegamos a una de las peculiaridades que habría que mencionar de este curioso narrador y personaje presencial.
Se dirige a nosotros en algunas ocasiones, buscando en todo momento la complicidad con el lector y que entendamos la difícil situación en la que se vio envuelto.
Finalmente, las mentiras vertidas en ese primer texto, pesan en la conciencia del joven maestro y se decide a escribir su propia versión.
Nos ofrece una humilde crónica donde se relatan los terribles sucesos que acontecieron en ese pequeño pueblo de las estribaciones pirenaicas.
También nos advierte... que a pesar de todo su esfuerzo nos ofrecerá una visión difusa y borrosa de lo que pasó, aunque debemos confiar en que será totalmente sincera.

Una historia de amor, odio y ambición, donde conoceremos la dureza del sistema tradicional de Casas y la importancia de pertenecer a una de ellas, un patriarcado en estado puro y tiránico.
Una opresiva sociedad familiar, que se asemejaba a la sociedad feudal, donde primaba la propiedad por encima de los sentimientos e incluso de las personas; un lugar agreste, que endurece el carácter y donde los silencios son más expresivos que las palabras o los discursos.

Lorenzo Mediano traslada con acierto al lector al mundo rural de la época, a sus costumbres y a la dureza del día a día, a través de una historia de amor.
Un amor prohibido, imposible, que une a Ramón, un joven y pobre pastor y a Alba, la heredera de una de las casas más importantes de la zona.
A lo largo de toda la narración, la tragedia se masca en el ambiente y es que, por mucho que pase el tiempo, la esencia de los hombres sigue siendo la misma. El amor es tan fuerte como el odio y este termina materializándose siempre en venganza, dando paso a siniestras emociones y sentimientos.
Aun así, el lector queda encandilado por un relato donde un simple pastor desafía al amo, en un mundo complicado, donde nacer pobre significaba poco más que ser esclavo. Al final seremos testigos de como su extrema heroicidad termina superando a la propia leyenda. 
Y es aquí, en estos últimos detalles mencionados y en el destierro obligado al que se ve el protagonista, donde, aunque puede parecer una locura, esta obra me recuerda inevitablemente a "El cantar del mio cid".

Mediano tampoco se olvida del entorno, de la naturaleza, un tema omnipresente a lo largo de la lectura y donde podemos observar la verdadera adoración que el autor siente por ella.


lunes, 5 de diciembre de 2016

La casa de los dioses de alabastro de Magdalena Lasala

Sinopsis:

"Fue norma en la familia Santángel que las mujeres nacidas ya cristianas llevaran los nombres de las ajusticiadas por la Santa Inquisición para completar las vidas de aquellas…"
Año 1559. La joven Brianda, perteneciente a la saga de los Santángel, una familia judeoconversa cuyas mujeres están malditas, soporta sobre sus hombros el peso de su nombre y belleza. Cuando cumple dieciséis años, su tía Sabina reclama su presencia en la majestuosa ciudad de Zaragoza para que se convierta en la institutriz de Leonor, la enfermiza hija pequeña del matrimonio Zaporta. Allí, Brianda conocerá a su tía y a su prima, pero también a Luis, su gran amor, y a Perla, una enigmática criada morisca que custodia un secreto oculto durante años.
Muy pronto Brianda comprenderá que el destino no la ha conducido a Zaragoza para convertirse en niñera, sino para desvelar el misterio de la casa Zaporta y de todos sus habitantes…
La novela más esperada de la reina del género histórico, Magdalena Lasala. Una arrebatadora historia de amor y odio, de lujuria, de pasión, de traiciones y engaños en un marco histórico insuperable: la Zaragoza renacentista

Opinión:

Conocí la obra de Magdalena Lasala a raíz de la lectura que hice de Walläda la Omeya. Reconozco que es una autora que me ha sorprendido gratamente, ya que consigue que el lector se abstraiga de lo que le rodea, a través de unos argumentos que complementados con meticulosidad nos acercan a la Historia.
Estaréis conmigo, en que el argumento, la mezcla de historia real y ficción, las descripciones, la prosa empleada, la ambientación, son los elementos más importantes para que una novela funcione.
En esta obra todo eso tiene mucho peso como ya iréis viendo, pero creo que lo fundamental son los personajes, que se convierten en el motor principal que mueve la trama.

Nos encontramos ante una obra de ficción histórica ambientada en el Siglo XVI, donde los protagonistas, tanto reales como ficticios, conviven con maestría. Al lector le cuesta diferenciar a unos de otros, hay que rascar mucho en la superficie, para diferenciar lo que es real de lo que no lo es.

Un par de detalles más a tener en cuenta en lo que a estos actores de la trama se refiere:
La autora, concede el total protagonismo a mujeres, y a través de ellas y de sus descripciones, vemos un retrato fiel de como era su vida en el Renacimiento.
Otro elemento a tener en cuenta, es la lucha que no da tregua entre los personajes principales y sus antagonistas. Mientras que unos se muestran sinceros, generosos, honestos y representan la virtud, los otros aparecen ante nosotros mostrando todo lo contrario: mezquinos, envidiosos y rastreros.
Como he dicho, el amplio elenco, tanto de protagonistas como ambientales, dotan a la narración del equilibrio perfecto.

Ficción frente a Realidad.

La autora construye una historia muy completa y entretenida, mezclando con acierto, creencias paganas con intereses políticos y sobre todo acercándonos a la persecución a la que se vieron sometidos, tanto judíos como moriscos conversos.
Nuestra protagonista, Brianda, procede de una estirpe de judíos que se vieron obligados a convertirse para conservar bienes y posesiones, además de para poder seguir ejerciendo cargos públicos.
Magdalena Lasala, consigue que el lector se vea transportado a través de clarísimas descripciones a las calles de esa ciudad que fue denominada como la Florencia española o la Florencia de Occidente.

Como ya habéis leído en la reseña, Brianda es enviada por su abuela a la casa de su tía Sabina en Zaragoza.
El marido de Sabina, Gabriel Zaporta, fue un mercader, judío converso, al que en esa ciudad se le comparó con el patriarca Médici, Cosme el viejo de Florencia, ya que supo combinar una inmensa fortuna con una gran influencia político y social.
Sabina, fue a su vez, una mujer de fuerte personalidad que logró atraer a sus tertulias tanto a cortesanos e intelectuales, como a poetas y músicos.

Frente a estos dos personajes reales surge uno ficticio, Jabir, al que conoceremos mediante el relato que hace uno de los narradores.
Jabir, al ser el constructor del patio, el elemento principal sobre el que se construye la trama, se le concede un protagonismo para mi gusto inmerecido, ya que no aparece de forma física a lo largo de la novela. Este personaje omnipresente se me ha hecho muy pesado por el comportamiento que se relata de él.

Y de esta forma llegamos al personaje inanimado...
El patio de Venus como se le conocía, era el centro de la casa que Gabriel Zaporta mandó construir en 1549, como regalo de bodas para su esposa. Un lugar donde se esculpieron imágenes de dioses y símbolos relacionados con la astrología, supuestamente escondía un mensaje oculto y alrededor de él se movía la vida de la familia.
Un patio que hay que decir que es real y existe hoy en día, bajo el nombre de El patio de la Infanta.

Las voces narrativas.

La historia nos llega a través de tres voces, y ese salto constante entre ellas, quizás, es lo que menos me ha gustado.
Brianda, intentará hacer una crónica en primera persona, recordando su historia familiar.

Perla es otra de las narradoras. Una criada morisca que trabaja para la familia y que ha obtenido su libertad al convertirse.
Perla, es la encargada de contarnos todos los datos referentes al patio de Venus, por la relación que la unía a Jabir.

Hasta aquí todo normal...
Las narraciones de ambas se van solapando. Aunque retroceden en algunos momentos puntuales para facilitar datos al lector, la mayoría de su relato sigue un orden cronológico.

Pero aquí aparece un tercer cronista que desconcierta por su anonimato.
Sabemos que es alguien que conoce datos de primera mano, complementa a las otras dos narradoras, pero como digo desorienta al lector.
Cada vez que aparece su crónica, el lector pone toda su atención en intentar averiguar de qué personaje se trata, en vez de centrarse en lo que cuenta.
Al final del libro ese enigma queda resuelto, ya que la autora incluye en las páginas finales una aclaración sobre las voces narrativas.
A mí particularmente, esta estructura no me ha convencido, precisamente porque en una de las narraciones finales de este personaje, se cita a sí misma con el nombre, en lugar de utilizar la primera persona, YO. No se si es para aportar intriga al relato, o para que su narración sea más veraz, de verdad... que no lo entiendo.

Otro detalle que tampoco me ha gustado, es que en la historia se da demasiado protagonismo a las cartas astrales. Esas explicaciones que se dan, aunque breves, a mí personalmente me han llegado a cansar. Pienso que la historia principal habría resultado igual de interesante suprimiendo parte de ellas.

Datos curiosos sobre El patio de la Infanta.

El nombre actual de este patio, proviene de la Infanta María Teresa de Vallabriga, esposa de Luis de Borbón y Farnesio, hermano del Rey Carlos III, que vivió en el Palacio de Zaporta a partir de 1785.
Tras más de tres siglos y después de varios incendios, se procedió a la demolición de la casa Zaporta en 1903. El patio de dos alturas y planta cuadrada, fue desmontado piedra a piedra y trasladado a París, a la casa de un rico anticuario francés que la salvó de la demolición.
En 1958, una conocida entidad financiera, recuperó este patio que ahora se encuentra ubicado en la sede central de dicha entidad en Zaragoza.