miércoles, 7 de septiembre de 2016

Querido Caín de Ignacio García-Valiño

Sinopsis:

Carlos y Coral forman un acomodado matrimonio cuya plácida vida se ve drásticamente alterada cuando su hijo Nico, que está entrando en la adolescencia, aparece envuelto en un accidente que se salda con la muerte del perro de la familia. Pero, ¿se trata de un accidente?
Ante el empeoramiento de su conducta antisocial, acuden a Julio, psicólogo infantil, que trata de entender las acciones del chico por su común afición por el ajedrez. Comienza un pulso entre médico y paciente en donde, se entretejen estrategias, se realizan movimientos en falso y sacrifican peones. Julio se verá atrapado en una peligrosa red de mentiras, inquietante telaraña en la que hasta el final persistirá la duda sobre quién manipula a quién. Y si no consigue descubrir a tiempo el terrible secreto que esconde Nico, personas inocentes pagarán sus errores con la vida...
Una adictiva novela de ritmo endiablado, bien escrita, que seduce y hechiza desde la primera página.

Opinión:

Una breve reflexión para empezar...
Hace muy poco leía en un periódico que habían detenido a un joven por agredir a su madre.
Noticias como esta que inundan los periódicos a diario no deberían sorprendernos, pero en cambio, cuando las leemos, no dejamos de sentir un escalofrío y un malestar que tarda en abandonarnos.
Este libro en concreto lo tenía desde hace mucho tiempo esperando, pero no veía el momento oportuno para ponerme con él, y fue precisamente esa noticia la encargada de dar el pequeño empujón necesario para comenzar su lectura.

Habrá quien opine que no es una lectura para todo el mundo, es cierto, pero de vez en cuando debemos arriesgarnos, pasar esa pequeña barrera que nos frena ante una lectura arriesgada, poco amable, y leer para conocer lo que está ocurriendo a nuestro alrededor.

El caso es que no sirve de nada mirar hacia otro lado. 
Ha dejado de ser un problema que afectaba a terceros, del que solo teníamos conocimiento de oídas, para pasar a convertirse en uno de los problemas que más alteran la vida familiar y académica hoy en día.
Me estoy refiriendo al maltrato, acoso físico o psicológico. Y aunque este libro de ficción se centra en analizar el comportamiento de un adolescente, quizás llevado hasta los límites; ese mismo comportamiento podemos encontrarlo en todas las etapas de la vida, desde edades tempranas en el colegio, con el denominado bullying; en adultos, en el entorno laboral (mobbing); o degenerando en cualquier tipo de violencia, como podremos ver en esta novela.
Nadie está a salvo y todos somos responsables en mayor o menos medida.

Pero centrémonos en el libro y en su personaje...
Culpamos siempre al que lo hace, pero también son responsables los padres permisivos y familiares cercanos que no solo justifican el comportamiento sino que optan por sobreproteger, intentando tapar una actitud que saben se aleja de la normalidad; el maestro que mira hacia otro lado y/o el compañero que ánima o apoya con sus risitas...
Esa complicidad es lo que alimenta y hace fuerte al manipulador, al maltratador.

Conocí a este autor por un artículo de un periódico, no recuerdo si el motivo de la entrevista era que su obra iba a salir publicada o que habían vendido los derechos para llevarla al cine, la verdad es que eso es lo que menos importa.
Su mensaje, que he recuperado, era lo verdaderamente importante y decía así:

“La influencia de la sociedad materialista y permisiva en que vivimos es atroz. Hoy se ha perdido por completo el respeto a la figura del padre y de la madre. El niño es diana de la publicidad. Hemos pasado del autoritarismo al “dejar hacer”, cuando el modelo bueno es el democrático: hablar, negociar. Y todo ello repercute en que el maltrato de hijos a padres se recrudezca” (entrevista ABC)

Querido Caín...
Está claro que todos tenemos obsesiones que nos acompañan o persiguen.
Los escritores no están a salvo de ello, por ese motivo muchos de sus miedos, inquietudes o pensamientos recurrentes, terminan siendo plasmados o reflejados en sus libros.
Ignacio García-Valiño fue un autor zaragozano que en su profesión como psicólogo-pedagogo y orientador escolar, trató entre muchos, el tema del que hoy os hablo. 
Su experiencia en un campo tan amplio se ve reflejada a lo largo de toda la obra y la convierte en un trepidante thriller psicológico que explora las profundas raíces del mal.
También se ve reflejado en esta obra el acoso al que él mismo fue sometido en su etapa escolar...

Este libro como digo, llevaba mucho tiempo esperando y de lo único que me arrepiento es de no haberlo leído antes.

El protagonista es Nico, un preadolescente de familia acomodada con un comportamiento antisocial. Sus padres, Carlos y Coral, ambos profesionales reconocidos en sus campos, disponen de poco tiempo para pasar con sus hijos.
Nico tiene una hermana pequeña a la que adora, más dependiente lógicamente por su edad, y aunque ambos son buenos estudiantes, para sus padres solo cuentan los resultados y las cifras. Alaban más lo que la niña hace porque consideran que tiene más mérito y olvidan aplaudir los logros de Nico.
Éste ve que el comportamiento de sus padres hacia él es más distante y su actitud está causando que ese alejamiento se acentúe.
Lo cierto es que con el paso del tiempo se ha convertido en un niño introvertido que no da muestras de tener sentimientos. Un manipulador perverso al que le cuesta relacionarse y que destaca por ser superinteligente. Y ya se sabe... la inteligencia es una herramienta maravillosa pero que se convierte en un arma peligrosa si no se gestiona de la forma correcta.

La estructura...
Nos encontramos ante una novela con una estructura compleja que incorpora pequeños cambios según avanzamos en la novela.
Nada más empezar el relato nos encontramos sumergidos de golpe en mitad del problema, desde la primera página somos testigos de la inmensa maldad de Nicolás.
Los primeros capítulos son el medio para presentarnos a los personajes implicados y el encargado de hacerlo es un narrador omnisciente.
Desde ese momento lo que más destaca es el tipo de narración, una exposición ordenada de los acontecimientos que cede en momentos puntuales la visión a los personajes implicados. 
De esa forma conocemos cuanto acontece alrededor de cada uno, sabemos lo que piensa y cómo se enfrenta al problema.
Esta estructura es básicamente el propulsor de la novela, ya que con estos saltos entre personajes hace que la historia avance sin demora, pero lógicamente esta linealidad de los acontecimientos tiene que romperse en algún momento, para explicar, intentar descubrir el origen del conflicto o simplemente para dar más profundidad a la historia.
La ruptura estructural nos llega con la incorporación de algunas escenas retrospectivas que ayudan a que conozcamos parte del pasado de los protagonistas.

Pero esa no será la única vez que la estructura de la novela se vea alterada, aún nos aguardan un par de sorpresas más.
También encontraremos unos escuetos apuntes, las reflexiones del psicólogo sobre el caso. Fáciles de reconocer por el cambio de fuente y donde veremos reflejada la difícil relación que mantiene con el joven, el miedo a no encontrar solución a sus problemas o a errar en el diagnóstico.

Y por último, llegando casi al final, puede que como recurso para acelerar la trama, nos topamos con la narración de un par de escenas que suceden de forma simultanea, un detalle curioso que rompe la monotonía.

Nico, Coral, Carlos y Julio son los personajes sobre los que se sostiene esta historia, aunque tampoco hay que restar mérito a algunos secundarios que resultan de vital importancia para el desarrollo y desenlace de los acontecimientos.

Lo que frena la lectura en los primeros capítulos, es que cuesta hacerse con los personajes. Aunque he mencionado que solamente son cuatro o cinco sobre los que recae el peso de la historia, es cierto que se nombran bastantes más. Esa ligera confusión, es algo puntual, desaparece según avance la novela.

Lo que menos me ha gustado.
El autor se centra, quizás demasiado, en el triángulo amoroso que existe entre Coral, Carlos y Julio y hace una radiografía crítica de lo más profundo de cada uno de ellos. Veremos los esqueletos que cada uno guarda en su armario y los fantasmas que cada noche amenazan sus sueños.

Quizás lo más importante de toda la obra son las preguntas que se le plantean una y otra vez al lector. Preguntas para las cuales no creo que exista respuesta...
¿Existe la maldad innata o se adquiere a lo largo de los años? 
¿Es la personalidad de un niño fruto del entorno?

Como habéis podido observar se trata de una lectura compleja e inquietante que sorprende por lo bien escrita que está. Se nota el trabajo que hay tras ella y que surge de la pluma de un gran experto en la materia.
A mitad de la lectura nos espera un giro espléndido y un golpe final que nos causará vértigo.

Como ya he avanzado considero que es una novela muy recomendable sobre la que no pasa el tiempo.

miércoles, 31 de agosto de 2016

El método 15/33 de Shannon Kirk

Sinopsis:

Premio National Indie Excellence para la mejor novela de suspense de 2015.
Imaginad a una chica de dieciséis años, embarazada y vulnerable, a quien acaban de arrancar de la tranquilidad de su hogar para arrojarla dentro de una furgoneta destartalada. Raptada… Sola… Aterrorizada.
Ahora, olvidaos de ella.
Imaginad en cambio a una prodigiosa manipuladora de dieciséis años que, desde los primeros instantes de su secuestro, se centra, con tanta serenidad como determinación, en dos cosas: salvar al niño que lleva en su seno y vengarse.
Metódica y calculadora, pone a punto un plan organizado de manera casi científica en el que nada está librado al azar. Su férrea voluntad y su ingenio serán sus mejores armas contra la brutalidad de sus raptores, y lo único que le falta por hacer es esperar el momento ideal para lanzar su ataque.

Opinión:

Creo que estamos de acuerdo en que lo primero que suele entrarnos por los ojos, es la cubierta de un libro.
Lógicamente tras la gran promoción que se estaba llevando a cabo con este libro, era casi imposible no conocer algunos detalles más.
Estaba siendo el gran éxito literario del verano, el argumento giraba entorno a un secuestro y la joven protagonista distaba bastante de ser la clásica víctima.
Aun así, yo me encabezoné con el llamativo 15/33 del título. 



Ese par de cifras que aparentemente solo se mencionaban en el título y que llegaban precedidas de El método, me intrigaban, y es que más que un sistema o una táctica, me recordaban a alguna referencia bíblica.
La verdad es que hay que reconocer que el título de por sí, siembra intriga y es el mejor reclamo.
Pero vayamos al argumento...

Desde el principio nuestra joven protagonista, nos indica que nos va a relatar unos acontecimientos que ocurrieron 17 años atrás.
Por lo tanto, ya sabemos dos cosas:
1.- Vamos a encontrarnos ante una narración retrospectiva. Un racconto bastante extenso, ya que nos informará detalladamente de todo lo que ocurrió cuando tenía dieciséis años.
Esa narración irá progresando de forma lineal hasta llegar a situarnos en el momento actual.
2.- El otro dato que también conocemos, inherente a lo que acabo de mencionar, es que la joven consiguió escapar de sus captores.
El conocer este detalle desde el comienzo, aunque nos pueda parecer del todo arriesgado por parte de la autora, no resta interés al argumento, al contrario, aporta más suspense. Además intuimos por el dinamismo de la trama y el comportamiento imprevisible de la adolescente, que la autora se reservará algún que otro giro para más adelante.
De todas formas a nosotros, lo que realmente nos interesa en ese momento, es conocer el proceso que siguió para conseguir su liberación.

Nos encontramos ante una novela de suspense que se aleja de lo que estamos acostumbrados a leer, y eso se debe a que la protagonista dista bastante de ser la clásica víctima que encontramos en otras obras.
En el momento en que la conocemos sabemos por su relato, que lleva tres días secuestrada, tiene dieciséis años y está embarazada.
En ese momento conectamos con ella, es la víctima y su estado la convierte ante nuestro ojos en un ser vulnerable. Creemos que estará asustada e indefensa, pero nada más lejos de la verdad.
Tiene la capacidad de desconectar de las emociones.
Se desprende de la carga que suponen los sentimientos y los pensamientos que acarrean. De esa forma consigue abstraerse del entorno, le da esperanza y le ayuda a centrarse en lo realmente importante. Escapar...
Fría y calculadora, planea de forma metódica desde los primeros compases de este espectacular thriller, no solo su liberación, sino también el modo de vengarse de sus captores.

Ya sabemos quien es la narradora y que el peso del relato recae casi por completo sobre ella, pero también tenemos que hablar de otro personaje relevante para la trama, otro protagonista que también dispone de hilo propio, el Agente especial del FBI, Roger Liu.

Ambas tramas argumentales aparecen narradas en primera persona de singular.
Ese recurso consigue que la joven víctima, nos transmita angustia, está completamente aislada del exterior.
Con el agente Liu tenemos los datos que ella no puede aportarnos. Sabemos como se está llevando a cabo la investigación, el paso a paso y quienes forman el equipo de búsqueda.
La autora, ha conseguido el equilibrio perfecto entre ambos personajes.

La obra mantiene un ritmo intenso desde las primera páginas, pero al llegar a la mitad ese ritmo gracias a los giros argumentales, se convierte en vertiginoso.
Puedo decir, que es de esas novelas que si no consiguen rozar por momentos la perfección, se encuentran muy cerca.
La autora juega al despiste y el lector cae en la trampa.
Considero que esta novela es uno de los mejores argumentos que he encontrado este año, aunque también tiene sus pequeños fallos.

El personaje de la protagonista es magistral, aunque en un principio no nos lo parezca.
Desde el comienzo nos ponemos de su lado.
Centramos nuestra atención en ella, es la víctima, pero al tiempo que vamos conociéndola empieza a levantarse entre nosotros un muro que aunque no es de rechazo hacia el personaje, sí nos frena a la hora de empatizar.
Su frialdad, su falta de emociones, ese interruptor que utiliza con frecuencia para no demostrar sentimientos, la convierten ante nosotros en un bicho raro, y eso causa un efecto rebote.
La chica hay que reconocerlo, es un tanto rara, mas bien diríamos inusual, y su comportamiento extraño es lo que hace que se levante la citada barrera ante nosotros.
Intentamos entender esa forma de pensar que la lleva a tomar decisiones demasiado calculadas para nosotros.
Esa frialdad, ese comportamiento fuera de lo común, es lo que marca la diferencia y la distancia de otras víctimas, consiguiéndola poner a salvo.
Pero las hojas pasan y la lectura avanza...
Al final ese modo de pensar, esas sensaciones ambiguas que despierta en nosotros, cambian y termina convirtiéndose en una mujer valiente, inteligente y casi digna de alabar.
En esta obra se rompe el canon de "mujer débil", aunque en algunos momentos sí es cierto que vemos flaquear sus fuerzas, el estado de indefensión le llega no por ella, pero sí por el miedo a que hagan daño a terceras personas, en concreto a su hijo.

Y para terminar un par de reflexiones...
El desarrollo de la investigación, para mí, es el punto débil de esta historia.
Resulta demasiado superficial, no entra en detalles y parece que los resultados pasan a depender demasiado de las casualidades... Ya sabéis que este blog no es muy amigo de la casuística.
También puede ser que ese exceso de suerte, sea una consecuencia directa del ritmo frenético que alcanza el argumento... Pero como digo al comienzo de este párrafo, solo son reflexiones mías.
Lo otro que os quería comentar es el tema central.
Todos los comentarios que he leído hasta el momento, coinciden por unanimidad en que la novela trata de un secuestro...
Guiándonos por la sinopsis estamos totalmente de acuerdo, no hay nada que aclarar; pero tras finalizar la lectura ya no estoy tan conforme y me surge una ligera duda.

¿Es la historia de un secuestro o el relato de una Venganza?

Desde estas ultimas lineas, no dudo en recomendárosla. Se aleja de las lecturas convencionales, posee los elementos necesarios para mantener desconcertado al lector y atraparlo en toda la extensión de la novela.


miércoles, 24 de agosto de 2016

El animal más peligroso. Un thriller victoriano de Gabriel Pombo

Sinopsis:

Inglaterra 1887-1889

Mientras el homicida del Torso del Támesis arroja restos de sus víctimas en el río, Jack el Destripador mutila prostitutas en Whitechapel.

A pesar de los esfuerzos de Scotland Yard y del Comité de Vigilancia los crímenes se suceden, cómo si de una competencia sádica se tratase.

Esta es la historia de aquellos asesinos, y del hombre y la mujer que los enfrentaron.

Opinión:

Ya os he hablado en alguna otra ocasión de Gabriel Pombo.
Un autor uruguayo al que se considera uno de los ripperólogos, (del inglés Jack the Ripper, es decir, expertos en Jack el destripador), más destacados del mundo y gran amigo de este blog.
Ya tuve la oportunidad de leer y comentar otro de sus libros, Jack el destripador. La leyenda continúa y quedé bastante satisfecha con la lectura, por la cantidad de datos, muchos de ellos desconocidos, que facilitaba el autor sobre la misteriosa figura del asesino de Whitechapel, las investigaciones que se llevaron a cabo entorno a ese criminal victoriano y las posteriores teorías que surgieron.
Hace muy poco, Gabriel Pombo me envió las pruebas de las portadas de la que se iba a convertir en su próxima novela, El animal más peligroso. Un thriller victoriano y desde ese mismo momento, el libro me entró por los ojos.
Y es que como se suele decir... Una imagen vale más que mil palabras.


El artista elegido para realizar la portada, al igual que en la anterior obra, era Alejandro Colucci. Un ilustrador con muchísimo talento, cuya obra estoy segura de que conoceréis, ya que sus ilustraciones adornan las cubiertas de las novelas más de moda.

Pero vayamos al interior...
Las anteriores obras de este escritor podían clasificarse como ensayos de investigación.
En Jack el destripador. La leyenda continúa, nos encontrábamos con un ligero cambio.
Pombo nos sorprendía con un ensayo novelado, donde apreciábamos lo cómodo que se sentía escribiendo dentro del género de la novela, y los lectores agradecíamos que el texto se alejase de la estructura clásica de un ensayo, aunque mantuviese la rigurosidad de los hechos.
Así que no es extraño, que de nuevo nos haya vuelto a sorprender con la que será su primera obra dentro de la categoría de novela.
Una historia de ficción donde los hechos históricos y los personajes reales casi logran eclipsar a los verdaderos protagonistas, los ficticios.


En la obra pueden apreciarse varias partes bien diferenciadas.
En un principio conocemos a los personajes ficticios y de su mano seremos guiados por una detallada narración, una crónica minuciosa, que girará alrededor de los asesinatos que asolaron el Londres victoriano.

Los personajes.
Jack el destripador y el Asesino del Torso, serán personajes omnipresentes a lo largo de toda la obra, pero hay otros secundarios, también reales, descritos de forma muy acertada y que juegan un papel decisivo en la narración.
Esos protagonistas reales, fueron testigos de primera mano de los asesinatos de ambos homicidas y aunque tienen escasa participación en la historia, reconozco que su papel histórico pesa demasiado en cualquier obra donde aparezcan.

Esos testigos reales son:
Frederick George Abberline, el Inspector jefe de la policía Metropolitana de Londres. Una importante figura policial en la investigación de los asesinatos de Whitechapel.
Thomas Bond, cirujano forense de la policía que realizó las autopsias a varias de las victimas.
Henry Moore, Inspector jefe de Scotland Yard.

La parte de ficción nos llega de la mano de una pareja de protagonistas. 
Y vuelvo a recalcar lo dicho, los hechos que se narran logran acaparar toda nuestra atención y desplazan a un inmerecido segundo plano a estos dos protagonistas.
Arthur Legrand, es un detective de origen francés que lidera un grupo de investigación que va tras los pasos del asesino múltiple. Un genio del disfraz que hace que mi mente vague en dirección a otro personaje decimonónico, Sherlock Holmes.
Y luego tenemos a Barbara Doyle, el personaje femenino, que aunque dista mucho de ser 'redondo' logra conquistarnos sin esfuerzo.
Me pregunto si estos dos personajes son un guiño de Gabriel Pombo a la obra de Arthur Conan Doyle o es simple coincidencia.

Me ha gustado mucho el papel de Barbara en esta historia y es que siempre presto especial atención a los personajes femeninos en textos ambientados en el Siglo XIX o principios del XX.
Barbara es un gran exponente de las mujeres valientes que empezaban a reaccionar, a abrirse camino en el difícil mundo en el que les había tocado vivir, destinado en exclusiva a los varones.
Las mujeres se veían desplazadas a un segundo plano, limitando su papel a labores domésticas.
Barbara es una periodista que no duda en hacer frente con eficacia a sus "colegas de oficio", varones, aunque luego sus artículos vean la luz bajo seudónimo, algo frecuente en la época, ya que era imposible que una mujer, seres considerados de inteligencia limitada e inferior a la de los hombres, tuviese capacidad para pensar por sí misma.
Este papel impuesto que marginaba a las mujeres, se ve resaltado al incluir la opinión que tienen las criadas sobre su forma de actuar y que consideran totalmente alejado del código de conducta social que debería cumplir una señorita; y es que como veréis, ésta en particular tiene un comportamiento totalmente pecaminoso:
Joven, soltera, y con trabajo fuera de casa. 

En fin, dejemos de lado la ironía, porque no vamos a descubrir nada nuevo, la era victoriana fue una época de enormes contradicciones, se consideraba inmoral todo lo que pudiese alejar a una mujer de quedarse encerrada en casa al servicio de la familia...

Otro detalle más a tener en cuenta y en favor de este personaje femenino, es el relato que nos regala Barbara sobre una captura ficticia de Jack el destripador.
Ese momento, al igual que otro que se desarrolla en una cantina, donde cuatro peniques entran y salen de escena, es el momento elegido por Gabriel Pombo para incluir un par de escenas cómicas en la historia. Nos sumerge en un pequeño juego junto a los dos protagonistas y terminan arrancándonos una amplia sonrisa.

Y ahora viene la pega generada entorno a estos dos personajes.
Merecerían haber tenido más participación, cincuenta páginas e incluso me animo a decir cien, para desarrollar más sus papeles, porque su actuación se hace corta en esta novela. Resultan demasiado interesantes para abandonarlos y formarían un tándem perfecto para dar continuidad a sus aventuras en una saga. No será por falta de asesinos en esa época...

Unos últimos apuntes...

Debido a los grandes conocimientos de Gabriel Pombo y al extenso trabajo de investigación que ha realizado sobre la figura de Jack el destripador, es normal, que este personaje intente a golpe de cuchillo, tomar también el protagonismo en esta historia que no le pertenece.
Para alguien que ha estado siempre catalogado como uno de los asesinos más macabros de la Historia, es normal, que no se conforme con pasar por esta narración de puntillas, como lo haría un secundario más.

Por eso insisto, el Descuartizador del Támesis, es el personaje sobre el que se construye esta historia y concluye con un final del todo imprevisible.
Pero hay que recordar, al igual que ocurría en la obra de Sarah Pinborough, El segundo asesino, que hablaba sobre el mismo serial Killer, que se trata de una obra de ficción.
El asesino del Torso o Descuartizador del Támesis como se le calificó y Jack el destripador, coincidieron con sus macabros asesinatos en un espacio de tiempo muy reducido en Londres.
Ambos asesinos desaparecieron sin dejar rastro y muchas teorías surgieron alrededor de estas dos figuras.
Jamás conoceremos su identidad y ese hecho quizás, es el que les ha convertido casi en un mito.
Es cierto que Jack puede considerarse como uno de los primeros asesinos en serie, su actuación fue macabra, pero creo que El descuartizador del Támesis que tuvo menos notoriedad, lo superaba.
Su modus operandi consistía en desmembrar a las víctimas prestando especial hincapié en la cabeza, que deformaba para evitar que se la reconociese y tras esto arrojaba los restos al río.

Llegados a este punto habrá quien diga, que una nueva novela donde reaparece Jack, un personaje del que tanto se ha hablado no es muy original; pero aquí hay que decir que gracias a la experiencia y a los conocimientos que aporta este autor sobre el tema, junto con el hecho de que ambos asesinos coexistiesen al mismo tiempo en Londres, hace que aparezcan ante nuestros ojos como personajes reinventados.
La historia al cambiar de manos nos ofrece otro enfoque, otra versión, que hace que comprendamos mejor los detalles sobre como se desarrollaron las investigaciones y las medidas de seguridad que se tomaron para proteger a la gente de Whitechapel...

La novela salió a la venta en julio en Argentina. Aunque fue una edición muy pequeña, los visitantes de ese país ya podéis disfrutarla; en Uruguay, de donde es este escritor, saldrá a la venta en estos días en caso de no haberlo hecho ya.
Los españoles de momento tendremos que limitarnos a esperar para ver si esta nueva novela ve la luz en nuestro país. A ver si alguna editorial se anima y hace que esta obra cruce el charco.