martes, 18 de agosto de 2015

El secreto de las abejas de Carlos Laredo

El secreto de las abejas (Cabo Holmes 03)
Sinopsis:

Los pintorescos pueblos de Cee y Corcubión, en la bella y salvaje Costa de la Muerte gallega, se ven sacudidos por un atraco millonario en una caja de ahorros local, de cuya investigación se hará cargo el cabo de la Guardia Civil José Souto, conocido por todos como cabo Holmes. El guardia volverá a aplicar toda la perspicacia, perseverancia e intuición que lo caracterizan y que le han permitido resolver complicados casos en el pasado; sin embargo, en esta ocasión tendrá que enfrentarse también a sus propias debilidades y vencer una irresistible tentación para conseguir llegar a un desenlace tan escondido como sorprendente.

Opinión: El secreto de las abejas (Cabo Holmes 03)

Los amantes de la novela policíaca, hay que reconocer que somos muy exigentes.
Buscamos argumentos enrevesados que se alejen de lo corriente, pero que al mismo tiempo, podamos seguir con facilidad sin perdernos dentro del relato.
Buscamos tramas complejas, sí, pero que no resulten previsibles. Queremos unos personajes que estén a la altura y cuyas actuaciones no sean artificiales.

Carlos Laredo en la primera entrega de esta saga, El rompecabezas del cabo Holmes, nos ofrecía una trama compleja.
Lo que comenzaba siendo la desaparición de un importante empresario, terminaba complicándose con temas muy actuales. Prostitución de lujo, contrabando y corrupción.

En la segunda, La decepción del cabo Holmes, nos mostraba un nuevo caso de Holmes que comenzaba con un accidente de coche y la víctima que hallaban en su interior.
El argumento se tornaba más complejo al descubrir, que la identidad del fallecido no correspondía con la documentación encontrada. Una novela que volvía a sorprender por lo bien hilvanada que estaba.

Ahora de manos de la editorial Sinerrata, nos llega la tercera entrega de esta serie.

El secreto de las Abejas. Un caso del cabo Holmes.


Lo que primero llama la atención es que en esta entrega, ya no es necesario citar al cabo en el título principal.
Los buenos resultados de Holmes, hablan por si solos y su nombre queda relegado a un segundo plano. Un dato sin importancia...

Lo que más me gusta de esta serie, es que Carlos Laredo no se anda con preámbulos y evita dar rodeos innecesarios.
La trama comienza de forma directa desde las primeras páginas.
Esto, sumado a que como he dicho, son historias muy bien construidas, con una trama original, escritas con un estilo cuidado y aparentemente sencillo, logra obtener un efecto muy natural y que convence a los lectores.
En el primer libro, El rompecabezas del cabo Holmes, os decía que el ritmo decaía en algún momento.
En la segunda entrega, el autor subsanó completamente ese error, y en ésta tercera, repite este buen hacer, manteniendo el ritmo y la intriga hasta el final.

Holmes vuelve a enfrentarse a un caso que al principio parece sencillo de resolver.
El atraco a una sucursal bancaria.
Según vayamos avanzando veremos que las cosas no son como parecen y los enigmas se empiezan a amontonar.

La estructura de la novela es la clásica de Introducción, nudo, desenlace, y la narración sigue un desarrollo cronológico lineal, lo que se denomina narración Ab ovo.
Para los lectores de novela policíaca es importante como se plantea el caso, un tema sencillo que vemos como se va complicando.
Los avances y la evolución de la trama también resultan fundamentales. Demasiada información de golpe puede llegar a aburrir y en este punto, es donde Carlos Laredo, tiene el control sobre la novela y sobre nosotros, los lectores.
Dosifica las revelaciones haciendo avanzar la trama. Nos da esa información en el momento justo, tras esto, llega el desenlace que es la guinda que adorna el pastel.
Durante toda la novela nos mantiene en vilo, aunque esa tensión narrativa es ligera y convierte en ágil, el ritmo de lectura.

Los personajes.

Nuestro cabo Holmes, ha ido sufriendo desde el comienzo de la serie una notable transformación.
En la primera novela, en algún momento pasaba a ocupar un lugar secundario. En la segunda, vemos claramente esa evolución. Es más maduro e incluso más perspicaz y lleva el peso de la investigación complemente sobre sus hombros.

Holmes es el estereotipo de Héroe silencioso. Se mantiene al margen hasta que llegan los problemas y solo habla, cuando tiene algo importante que decir.
Le abruman los reconocimientos públicos en exceso, es modesto, y no le importa que los puntos se los lleven otros. En algún momento se enfrenta a dilemas morales, es un personaje dinámico y es precisamente eso, lo que le hace evolucionar a él y a la trama general de la saga.
Ahora, con la inclusión en la novela del personaje de Lolita, su novia de siempre, parece que estos problemas cotidianos, esos dilemas morales a los que hacía referencia hace un momento, aparecen de forma más constante. Son un punto de inflexión para Holmes, que se vuelve más humano y logra que su actuación sea más real.

A los lectores que os estéis preguntado por el detective Santos, he de deciros, que en esta entrega no hace acto de aparición, ni tan siquiera se le menciona.
Quizás estaba tomando demasiado protagonismo y las investigaciones que llevaba el cabo Souto, empezaban a depender en demasía de las averiguaciones del detective madrileño.
Si Carlos Laredo hubiese sido Conan Doyle, quizás habría optado por despeñar a Santos desde un acantilado de la Costa da morte, como hizo él en una catarata con Sherlock Holmes. El problema, es que Santos es más real y no habría logrado sobrevivir...

Al comienzo de la reseña os he dicho que los lectores de novela policíaca somos muy exigentes, y haciendo gala de ello, siempre sacamos alguna pequeña pega a lo leído.
Lo que menos me ha gustado de esta novela es el personaje de Lolita.
Aunque se le ha intentado dar un mayor protagonismo, a mi gusto, no convence. Los diálogos donde interviene me resultan muy artificiales y llega a convertirse en un personaje ambiental, molesto e incomodo, y totalmente prescindible.

Ahora voy a citaros dos cosas que no me han llegado a convencer, pero que aportan muchísimo realismo a la novela. Que a mí no me gusten no significa que sean malas opciones del autor, porque logra a través de ellas que el lector conecte con la conciencia. A falta del detective Santos, nosotros los lectores, nos convertimos en su Pepito grillo particular.
Me estoy refiriendo a la actuación de Souto en determinados momentos. Concretamente en las escenas donde aparece otro protagonista de esta novela, Marimar.
Aquí entran de nuevo los dilemas morales, y Souto, creo que no actúa de la forma más ética ni más correcta, para alguien que está llevando a cabo una investigación de ese nivel y que quiere con el tiempo, ascender en la escala de la Benemérita.
Hay que romper una lanza en su favor, es humano, y Holmes al contrario del personaje homónimo creado por Conan Doyle, no es infalible. Así que como digo, esta actuación, realmente aporta ese pequeño toque irracional.

La actuación de Marimar. Su lenguaje, la forma en que actúa, tampoco es lo habitual. Parece más el comportamiento de una adolescente que de una mujer empresaria de 26 años. Eso sí, alguna de sus intervenciones que podríamos considerar ilógicas, irreales, poco creíbles, logran sembrar incomodidad en el lector, que ha pasado ha preocuparse de Holmes como si fuese alguien conocido.
Estos detalles que podrían parecer a simple vista como negativos, son totalmente lo contrario.
El lector ha logrado conectar y empatizar con el protagonista.

Salvando estos pequeños detalles, que son mínimos, la novela, vuelve a ser totalmente recomendable.
En una de mis últimas reseñas, os mencionaba, que para mí es muy importante un buen comienzo y sobre todo, un buen final.
Carlos Laredo aprueba con nota.
El inicio de la novela atrapa al lector. El desarrollo mantiene la intriga, y el final, además logra convencer.

Ahora que ya he hablado del libro y de los personajes, voy a darle un pequeño tirón de orejas al autor.
Para las futuras entregas de la saga, a ver si es posible, que el cabo Souto se enfrente a una mujer real, que no solo utilice sus encantos para embaucar.
Hasta ahora los personajes principales femeninos, de cada libro, han sido demasiado estereotipados, demasiadas, femmes fatales.
No estaría mal encontrar una mujer en el cuartelillo de la guardia civil, o que su novia se aleje de los pensamientos típicos que la persiguen de... Mi única finalidad en el mundo es casarme contigo y tener hijos a los que cuidar.
Porque a veces... todo hay que decirlo, al leer algunos comportamientos y comentarios, me he sentido transportada a la época victoriana y a los libros de Conan Doyle.


martes, 11 de agosto de 2015

El misterio de Gramercy Park de Anna Katharine Green

Sinopsis:

La acaudalada familia Van Burnam regresa de un viaje al extranjero al mismo tiempo que aparece una mujer muerta en el salón de su casa. Un gran aparador ha caído sobre ella aplastando su cara, y aunque la policía sospecha que la víctima es la esposa de uno de los hijos del señor Van Burnam, éste insiste en que no la reconoce. ¿Qué hacía la mujer en una mansión que permanecía cerrada? ¿De quién son las extrañas prendas que llevaba puestas? ¿Estaba muerta antes de caer sobre ella el aparador?...
Obra maestra de la «madre de la novela de detectives», Anna Katharine Green, conocida como la Agatha Christie de la época victoriana. Su protagonista es la encantadora señorita Butterworth, brillante precursora de la señorita Marple. 
En El misterio de Gramercy Park (1897) una solterona de mediana edad, la señorita Butterworth, se convierte en detective aficionada cuando un extraño asesinato tiene lugar en la mansión contigua a su vivienda. Así da comienzo una compleja investigación llena de giros equivocados y con una intrigante trama que mantiene en vilo al lector hasta la última página.

Opinión:

Lo primero a lo que habría que hacer mención, es a la cuidada edición que nos presenta Editorial dÉpoca.
El libro presenta una sobrecubierta con una ilustración, Óleo sobre lienzo «An elegant woman» de Fernand Toussaint. El interior no se queda atrás e incluye varias ilustraciones que hacen cómoda y enriquecen la lectura.

Algunos críticos tras leer el primer libro publicado de Anna Katharine, El caso Leavenworth, cuyo protagonista era el detective Ebenezer Gryce; no creyeron, que una novela de tan preciso y complejo argumento que incluía conocimientos legales, pudiese ser obra de una mujer... Y es que a Anna Katherine se la considera como la primera mujer que escribió una novela de detectives.

El misterio de Gramercy Park fue publicada en 1897. Hay que recalcar que ésta, es la décima obra policíaca de la autora y la primera que tiene como protagonista a Amelia Butterworth.
La autora en sus libros, resalta las supuestas diferencias que existían en la época entre hombres y mujeres, haciendo un excelente retrato de la sociedad.
Aunque Anna Katherine Green se declaraba antisufragista, sí se reconocía como una mujer preocupada por las situaciones de indefensión a las que las mujeres se veían constantemente sometidas.

Nuestra protagonista, Amelia Butterworth, es una mujer fuerte que lucha contra todo lo que acabo de mencionar.
Independiente e inteligente, se enfrentará sin dudarlo y dejará en evidencia, a todo aquel que se cruce en su camino, incluido al personaje masculino de esta historia, el ya citado, detective Ebenezer Gryce.

Nos encontramos ante una historia con intrincado argumento al que se suma una crónica histórica y social.
Se supone que Amelia en El misterio de Gramercy Park, debe ser solo una mera colaboradora y el afamado detective Gryce llevar el peso de la investigación, pero al final de la lectura nos demostrarán que juntos forman un equipo excelente. Gryce aporta la experiencia y profesionalidad adquirida a lo largo de una larga carrera y Amelia la verdadera inteligencia y un método muy eficaz, la observación.

La novela tiene cuarenta y dos capítulos distribuidos en cuatro partes y uno de los fallos es el ritmo, que lamentablemente sufre de demasiados altibajos.
Otro detalle es el uso de constantes giros. Eso pensaréis que puede ser positivo... estoy de acuerdo, pero siempre y cuando no sean en exceso.
Cada personaje encargado de investigar va emitiendo veredictos sobre el caso, dependiendo de las pruebas obtenidas hasta el momento. Los abusivos giros en el argumento, hacen cambiar frecuentemente de sospechoso al lector, al tiempo que se van incorporando nuevos personajes. Eso que en un principio podría ser un buen aliciente se convierte en completamente lo contrario y terminamos aburriéndonos, no por el argumento que es muy original, sino por tanto cambio que hace que el final se haga cuesta arriba.

El gran fallo... la personalidad de la protagonista...
El personaje de Amelia se me ha hecho un poco cargante. Es petulante, clasista, estirada, prepotente y cotilla, aunque esto último, ella se empeñe en dejar claro, que no es así. Está demasiado pagada de sí misma. Me hubiera gustado un personaje más humilde y con menos dosis de orgullo.
Podemos pensar que la Señorita Butterworth, es la antecesora de Miss Marple. Otra encantadora metomentodo; pero pienso que el personaje en momentos hace que la novela provoque con su particular método de actuar un sentimiento más de fobia que de filia y eso repercute de forma negativa en la lectura. Nos centramos más en la forma de actuar de Amelia que en la investigación en sí.
Sobre la opinión que me ha generado el inspector, tampoco me voy a andar con remilgos. parece distante, en ocasiones ajeno a los acontecimientos, otras veces disperso; aunque luego veamos que no es así y que tras esa fachada anodina se esconde un personaje al que no se le escapa casi nada. La particularidad de este personaje es que apenas aparece, y cuando lo hace no conocemos su modo de proceder y como llega a sus deducciones detectivescas, no existe mención al desarrollo de ellas.

Amelia y el detective Gryce son personajes totalmente opuestos. Puede parecer una paradoja pero son antagónicos, en lo que en su forma de llevar una investigación se refiere. Son como los polos opuestos de un imán, se atraen y al final se complementan.

El gran atractivo quizás pueda recaer en la curiosidad o en el afán de conocimiento. Es interesante conocer una de las primeras obras policíacas escritas por una mujer y con un argumento innovador para la época con una forma de redactar la narración, totalmente distinta a lo que conocemos.


martes, 4 de agosto de 2015

Antojo de violetas de Martine Bailey

Sinopsis:

Así pasa con nosotros, los criados. Nadie te presta mucha atención: eres casi invisible, como el mobiliario; sin embargo tú oyes una conversación por aquí y añades un poco de chismorreo por allá. Un escritorio se ha quedado abierto y encuentras algo, algo que no debías haber encontrado.
Biddy Leigh, impulsiva ayudante de cocinera en la imponente mansión de Mawton Hall, desea fundar una familia con Jem Burdett y abrir su propia taberna. Pero cuando Sir Geoffrey, su anciano señor, se casa con la joven y enigmática Lady Carinna, Biddy se dejará arrastrar, sin darse cuenta, por un mundo de maquinaciones, secretos y mentiras.
Obligada a acompañar a su nueva señora a Italia, Biddy lleva consigo un antiguo libro de recetas caseras, La joya de la cocinera, en el que toma nota de sus observaciones. Al verse enredada en un horrible complot, Biddy se da cuenta de que los secretos que guarda tal vez sean la clave de su supervivencia… o, tal vez, de su perdición.

Antojo de violetas es una historia apasionante sobre un misterio, una obsesión y la buena mesa.

Opinión:

Una apasionante intriga entre señores y criados en la Inglaterra de finales del siglo XVIII

Cuando vi esta novela por primera vez en una librería, caí como en estado hipnótico.
La portada atraía cuán canto de sirena.
Hacía destacar esta novela sobre el resto de las que había situadas en la misma estantería.
Toda de color violeta y como dibujo central un delantal.
En los laterales colocados de forma simétrica se veían dibujos de plantas, un almirez, botes que anunciaban en su interior algún veneno y los clásicos caramelos de violeta que dan lugar al título de la obra.
Abajo del todo aparecía una mansión reposando sobre unos pergaminos.
La sinopsis que aparecía en la contracubierta actúo como detonante, para que este libro pasase a ser mi siguiente lectura.
Ahora entiendo a la perfección a aquellos que dicen que la comida primero entra por los ojos... Para una obra cuyo tema central es la cocina esto sería un excelente reclamo.

Lo primero que nos llama la atención al comenzar la lectura, es encontrarnos una narración In extremis.
El primer capítulo nos sitúa en lo que intuimos que será casi el final de la historia, Abril de 1773. Pero no temáis, porque aunque se comienza por el final, no se destripará nada... sobre esto, ya ampliaremos datos más adelante.
Este recurso de comenzar por el final, es algo muy utilizado en obras que quieren sembrar intriga desde el comienzo. Nos muestra unos hechos cargados de misterio y el lector se encuentra atrapado de golpe en el argumento.

Con este comienzo, el lector llega al mismo tiempo que Kitt Tyrone, un personaje secundario, a Villa Ombrosa, una mansión situada en la Toscana italiana.
Kitt va en busca de su hermana Carinna y lo que encuentra a su llegada, es una mansión abandonada en extrañas circunstancias.
Todo se encuentra tal y como la Señora y sus criados lo dejaron. La mesa dispuesta para el banquete, el vestido preparado en el perchero para ser usado y la cocina sin limpiar.
El único habitante de la casa, es el pequeño perro de compañía de Carinna...

A partir del segundo capítulo la trama retrocede seis meses y nos sitúa en Inglaterra.
Nos encontraremos con varios narradores que se irán sucediendo a lo largo de la obra.
La narración principal es a modo de diario, y la encargada de hacerla es Biddy Leigh, la cocinera. El resto de la historia nos llega a través de otros dos personajes:
Loveday, un criado cuyo relato nos llega en tercera persona mediante un narrador externo y lo relatado por el Señor Pars, a través de cartas.
Loveday es un personaje que al comienzo se dibuja abstracto ante nuestros ojos; no conocemos ningún detalle sobre él, aunque lleva implícita la palabra esclavo.
Solo sabemos que proviene de alguna isla de las Indias orientales y poco a poco, mezclando los hechos que vive actualmente con pequeños fragmentos del pasado, iremos conociendo detalles sobre su vida.
Es un personaje que sirve de puente o de enlace, entre la inocencia de lo que nos relata Biddy y lo tergiversado que nos llega por parte de Pars. En resumen, un protagonista secundario que equilibra el argumento.
El administrador Pars es el encargado de añadir mayor intriga.
Su hilo narrativo es epistolar. A través de las cartas que va enviando a lo largo del viaje que emprenden, iremos conociendo las extrañas y desconcertantes maquinaciones de este individuo, tan ambiguo como mezquino.
He dejado para el final la descripción de Biddy Leigh.
Nos encontramos ante una figura que destaca por lo bien definida que está, además de por la gran transformación que va experimentando su personaje a lo largo de las páginas de este libro.

Retomando lo que he mencionado al comienzo de esta reseña y que es importante señalar...

El primer capítulo nos sitúa en lo que intuimos que será casi el final de la historia...

Pues sí. Lo que en un principio considerábamos trama principal, finaliza al llegar más o menos el 80% de la novela.
¿Pero que ocurre? pues simplemente que la narradora principal y protagonista de esta historia, es Biddy Leigh, por lo tanto, el libro no puede acabar ahí.
La trama inicial con que comienza la novela y que nos había ido guiando, queda relegada al finalizar a un segundo plano; incluyendo con ello a sus personajes.
Lo que había que contar para cimentar el argumento, ya ha terminado pero la historia continúa, y en ese tímido 20% que nos queda por leer, finalizarán todos los hilos que aún quedasen abiertos.

La única pega que puedo poner es que el futuro de un personaje en concreto queda un poco en manos del azar.
Habría sido interesante tener noticias de él, aunque fuese mediante una simple carta...
También hay que reconocer que según vamos leyendo, las pequeñas intrigas no es que resulten previsibles, simplemente que el lector se adelanta al desarrollo de los acontecimientos, sucediéndose los mismos tal como deberían ser. Eso no significa que resulte tediosa su lectura, todo lo contrario.

Hay bastantes detalles que me han gustado.
Uno de ellos, aunque sencillo, aporta originalidad a la composición de los capítulos.
Los narrados por Biddy, comienzan con la receta de cocina que se menciona en el mismo.
Los del administrador Pars con un dibujo de unas plumas entrecruzadas y el capítulo que corresponde a Loveday se indica con un pequeño dibujo tribal, que con imaginación relacionaremos con lo que cuenta el episodio.

La ambientación es otro punto a tener en cuenta. Se ajusta a la imagen que tiene el lector sobre la época en que suceden los acontecimientos. Esto es todo un logro, porque realmente la autora no hace un uso excesivo de descripciones y aun así, consigue arrastrarnos a una escenificación casi perfecta.

La caracterización de los personajes, aunque estereotipada, nos describe con maestría su personalidad y eso contribuye a que el lector reciba información creíble y real.
Los distintos registros utilizados, sitúan a cada personaje en el estamento que le ha tocado vivir de forma adecuada.
También hay que destacar que algunos personajes ambientales están muy logrados. Uno de los que más me ha gustado es la odiosa Jesmire.

Una novela de ficción; original y entretenida que nos llevará de viaje por varios países europeos, arrastrando tras de sí, una buena mezcla de suspense, aventuras, conspiraciones, romance y gastronomía.



lunes, 27 de julio de 2015

Suite francesa de Irène Némirovsky

Sinopsis:

El descubrimiento de un manuscrito perdido de Irène Némirovsky causó una auténtica conmoción en el mundo editorial francés y europeo. Novela excepcional escrita en condiciones excepcionales, Suite francesa retrata con maestría una época fundamental de la Europa del siglo XX. En otoño de 2004 le fue concedido el premio Renaudot, otorgado por primera vez a un autor fallecido.
Imbuida de un claro componente autobiográfico, Suite francesa se inicia en París los días previos a la invasión alemana, en un clima de incertidumbre e incredulidad. Enseguida, tras las primeras bombas, miles de familias se lanzan a las carreteras en coche, en bicicleta o a pie. Némirovsky dibuja con precisión las escenas, unas conmovedoras y otras grotescas, que se suceden en el camino: ricos burgueses angustiados, amantes abandonadas, ancianos olvidados en el viaje, los bombardeos sobre la población indefensa, las artimañas para conseguir agua, comida y gasolina. A medida que los alemanes van tomando posesión del país, se vislumbra un desmoronamiento del orden social imperante y el nacimiento de una nueva época.
La presencia de los invasores despertará odios, pero también historias de amor clandestinas y públicas muestras de colaboracionismo. Concebida como una composición en cinco partes —de las cuales la autora sólo alcanzó a escribir dos— Suite francesa combina un retrato intimista de la burguesía ilustrada con una visión implacable de la sociedad francesa durante la ocupación. Con lucidez, pero también con un desasosiego notablemente exento de sentimentalismo, Némirovsky muestra el fiel reflejo de una sociedad que ha perdido su rumbo. El tono realista y distante de Némirovsky le permite componer una radiografía fiel del país que la ha abandonado a su suerte y la ha arrojado en manos de sus verdugos. Estamos pues ante un testimonio profundo y conmovedor de la condición humana, escrito sin la facilidad de la distancia ni la perspectiva del tiempo, por alguien que no llegó a conocer siquiera el final del cataclismo que le tocó vivir.

Opinión:

Me gustan las novelas que están ambientadas en la Segunda Guerra Mundial, pero sobre todo, las que me ofrecen una historia que se aleja de las típicas narraciones sobre los hechos acontecidos en la Segunda Guerra Mundial.

Némirovsky quería presentar una obra de más de mil páginas que estuviese dividida en cinco partes. Igual que en algunas composiciones musicales, la intensidad de la narración variaría a lo largo de la obra, en función de los ritmos y las tonalidades.
Al final, el proyecto donde relataba los 'crueles' sucesos que estaba viviendo, no puedo concluirse y se quedó en únicamente dos partes.
El 13 de julio de 1942 Irène Némirovsky, era arrestada y confinada en el campo de Pithiviers desde el que sería enviada directamente a Auschwitz. Falleció un mes después.
El mismo día del arresto, su marido emprendió innumerables gestiones para lograr su liberación. Escribió incluso al Mariscal Petain, grave error... Obtuvo respuesta en octubre de 1942, cuando fue arrestado por los gendarmes franceses bajo los mismos cargos que su esposa y deportado a Auschwitz. Al poco tiempo de llegar, fue asesinado en la cámara de gas.

Todo esto que os estoy relatando y como se logró salvar el manuscrito viene explicado de forma detallada en el prólogo de este libro. Un prólogo, que también relata la larga persecución que sufrieron sus hijas a manos de los gendarmería francesa.
El prólogo ya de por sí, es una excelente y conmovedora narración.

La primera parte nos llega bajo el título de Tempestad en junio y la segunda como Dolce. La que sería la tercera parte Cautividad, apenas fue esbozada, como se puede ver en los apéndices que se han incluido en el final del libro.
El primero de los apéndices incluye notas manuscritas de Irène Némirovsky. Unas para su proyecto y otras, sobre la situación que estaba viviendo en ese momento su país de adopción, Francia.
En el segundo apéndice, se encuentra parte de su correspondencia entre 1936-1945.

Tempestad en junio

"Todos los que lo rodeaban, la gente, su familia, sus amigos, le inspiraban sentimientos de vergüenza y furia. Los había visto en las carreteras, a ellos y a otros por el estilo, se acordaba de los coches llenos de oficiales que huían con sus preciosas maletas amarillas y sus pintarrajeadas mujeres; de los funcionarios que abandonaban sus puestos; de los políticos que, presas del pánico, dejaban un rastro de carpetas y documentos secretos a su paso; de las chicas que, después de haber llorado como convenía el día del Armisticio, ahora se consolaban con los alemanes. 
Y pensar que nadie lo sabrá, que alrededor de todo esto se urdirá tal maraña de mentiras que aún acabarán convirtiéndolo en una página gloriosa de la historia de Francia. Removerán cielo y tierra para sacar a la luz actos de sacrificio, de heroísmo... ¡Con lo que yo he visto, Dios mío! Puertas cerradas a las que se llamaba en vano para pedir un vaso de agua, refugiados saqueando casas... Y en todas partes, en lo más alto y lo más bajo, el caos, la cobardía, la vanidad, la ignorancia... ¡Ah, qué grandes somos!"

En esta primera parte se relata el comienzo de la ocupación nazi en Francia.
A través de un relato coral, se narra la huida de París de varias familias acomodadas.
La autora nos presenta una narración apresurada, sin profundizar en detalles, pero que describe a la perfección el comportamiento caótico de los franceses en su huida.
La narración de los acontecimientos es algo fría o distante, parece un esbozo; no olvidemos que esto sería el preludio de la novela, donde de haber sido acabada, habríamos conocido a los personajes que después irían apareciendo a lo largo de las cinco partes de la novela.

La autora en Tempestad, se centra en describir el comportamiento de esos ciudadanos, como he dicho en su mayoría burgueses, por encima de los sucesos reales.
Irène nos muestra en algunos momentos la crudeza de algunas situaciones, pero sin que parezcan demasiado trágicas.
Quizás la narración carece de intensidad, de dramatismo, por el simple hecho de que la autora desconocía los sucesos que ocurrirían después y la repercusión que tendrían para el mundo entero. Carecía de la perspectiva histórica con la que nosotros contamos ahora
Aun así, Tempestad es un retrato de la sociedad. Una excelente crítica hacia el país que no dudaría a la hora de darle la espalda.

Dolce

Un año después de la ocupación...
Nemirovsky hace una clara diferencia entre la primera y segunda parte.
Aquí recurre a la estructura clásica de una novela, eso sí, con una narración que sobresale por su realismo y humanidad. Centra la atención del lector en la relación existente entre franceses y alemanes, en un pueblecito de la campiña francesa, poco antes de que los alemanes sean enviados al frente ruso.
Aunque se menciona a algunos de los protagonistas de Tempestad en junio, éstos pasan a ser personajes meramente incidentales y en Dolce salen de escena para dar paso a otros nuevos.

Los cambios de estructura, que podrían parecernos altibajos en la narración, son únicamente los distintos movimientos, los cambios de ritmo con los que la autora quería dotar a la novela. Los personajes que aparecen y desaparecen, terminarían entrelazándose en las distintas secciones de la obra.

Para terminar...
Me ha parecido una historia, a pesar de estar inacabada, muy interesante y de atractiva lectura.
Irène Némirovsky vuelve a sobresalir desde el principio por su prosa, aunque también hay que decir, que me ha resultado más difícil encontrar la brillantez y genialidad por la que destaca en otras de sus novelas, tal vez porque la autora, no la pulir y fue publicada a título póstumo por sus hijas.
Podría decirse, por lo que a sucesos se refiere, que ésta es su obra más dramática. Probablemente, de haber sido acabada, ahora estaríamos hablando de ella como de obra cumbre del realismo, a la altura de Ana Karenina ,de Guerra y paz o de Doctor Zhivago.


lunes, 20 de julio de 2015

Cuando llueve sobre Dachau de Mónica G. de Aubarede

Sinopsis:

Berlín, junio de 1954.

La mujer morena se sentó en un amplio espacio de césped en el Tiergarten y comenzó a hurgar en su cesta de picnic. El día era soleado en Berlín, pero una suave brisa ofrecía tregua al calor sofocante de la tarde. Extendió el mantel amarillo claro moteado y comenzó a colocar sobre él lo que había preparado para merendar. Un par de sándwiches y algo de fruta. Por último, sacó su creación, su criatura. La sostuvo con las dos manos mientras la observaba y recordaba lo dura que había sido su redacción. Abrazó el libro y lo pegó a su pecho. Con él, exteriorizaba ese capítulo de su vida que nunca debió haber vivido. En un ejercicio de memoria y sufrimiento, decidió sacar todo lo que le hería por dentro y plasmarlo en ese manuscrito. La edición era sencilla pero muy atractiva. El título críptico apenas conseguía contextualizar el horror que contenían sus páginas, el horror de su vida.

Opinión:

La novela está dividida en dos partes más epílogo.
Es una obra muy cortita pero que contrasta con la intensidad del relato que se esconde entre sus páginas. Una muy buena recomendación para todos a los que les gustan las novelas basadas en la segunda Guerra Mundial y sus consecuencias.
La narración toma más valor por las elipsis de las que se vale la autora a la hora de narrar, datos que se omiten, pero que el lector ya conoce de sobra o intuye y en los cuales a estas alturas, no es necesario profundizar.
Destaca la gran sensibilidad con la que Mónica G. De Aubarede ha escrito esta novela.

La acción se sitúa en 1954.
Para presentarnos los acontecimientos pasados, la autora se vale de dos recursos.
Uno de ellos es utilizar a un narrador omnisciente que nos va detallando los sucesos pasados a través de los recuerdos de los personajes.
El otro método, es incluir en la historia un libro, precisamente, el que da el título a esta novela.
Una crónica mediante la cual se nos relatarán algunos hechos ocurridos en Dachau y cuyos protagonistas serán dos de los personajes principales de esta narración.

Es una novela coral, donde se irán alternando los protagonistas.
Por un lado tenemos a Liesl Bruhn.
Diez años después de haber sido liberado el campo de concentración donde estaba recluida, decide escribir Cuando llueve sobre Dachau, denunciando el trato vejatorio, deshumanizado y brutal que recibió como prisionera.
El otro protagonista principal es Eric Wülf, el SS-Oberscharfürer encargado de dirigir el campo de prisioneros.
También cabe destacar entre los personajes el papel de Elsa Ilke. La mujer de un panadero que en tiempo de guerra, supervisó una fábrica de tornillos cerca de Colonia. Elsa llega una tarde y han detenido a su esposo.
Este personaje es ambiental. En un principio toma bastante relevancia pero sin llegar a hacerse con el protagonismo, ya que en la segunda parte se esfuma de la narración dejando a Liesl y a Eric como personajes principales.
Por supuesto no hay que olvidar la importancia que tiene el libro, Cuando llueve sobre Dachau, en esta novela. Ya que la historia gira en todo momento alrededor de él. Yo directamente lo considero el personaje principal.

Hasta aquí se puede decir que es la primera parte de la novela.
La segunda se centra en el juicio a Eric Wülfe, por crímenes de guerra y contra la humanidad y es básicamente un diario de cinco días, donde se nos relata como va desarrollándose el juicio.

En el epílogo la historia se desplaza a 1968.

Como he dicho anteriormente, es una novela donde las elipsis son constantes. Se omiten muchos datos, no solo los relacionados con los ocurridos en el campo de concentración.
También se omite información que sería estimulante, para el lector, como el proceso de investigación y detención del protagonista, la situación que se vivía en Alemania diez años después de terminarse la guerra... Pero son datos sin importancia, porque la novela se centra en algo que está por encima de todo lo que se pueda narrar.
Realmente Liesl no busca que se condene o se ajusticie a quien tanto le ha hecho sufrir. Busca respuestas y sobre todo... que alguien pida perdón a las víctimas y no solo a las judías.