martes, 16 de diciembre de 2014

Los crímenes de la calle Morgue de Edgar Allan Poe

Sinopsis:

Un brutal asesinato de dos mujeres.
La brigada de investigación no encuentra forma de averiguar los hechos. M. Dupin, tras una investigación y deducciones lógicas, ofrece una explicación extraordinaria.
Cuento policial de detectives considerado el iniciador del género, que alcanzaría su auge con Sherlock Holmes (de Arthur Conan Doyle).
Dupin inaugura el razonamiento lógico deductivo y las bases del género policial.


Opinión:

Los crímenes de la calle Morgue escrita en 1841, está considerada como una de las primeras novelas policíacas.

La historia narra el asesinato de dos mujeres de forma extremadamente violenta.
Poe reta al lector con este relato, ya que deja las suficientes pistas y detalles a lo largo de la narración, para que el lector se inmiscuya en el caso y asuma a su vez, el papel de detective, en el vano intento de descubrir quien es el autor de los hechos.
Desde el primer momento seremos testigos del ambiente tétrico y misterioso que caracteriza toda la obra de este escritor, al igual que de su genialidad de sobra conocida por todos los amantes de la novela gótica. En esta ocasión, con tal solo 60 páginas consigue que la mente y la imaginación del lector se disparen.

Una novela única que sirvió de ejemplo para otros escritores, no solo de esa época, por varios motivos.
Edgar Allan Poe, con su personaje Dupin, creo las pautas que luego seguirían otros escritores como Conan Doyle con su aclamado Sherlock Holmes, por citar alguno.
Novelas con un gran misterio desde el principio, una trama cargada de pistas y detectives que resolvían los casos haciendo alarde de grandes dotes de deducción, imaginación o lógica. En otras palabras... introducción al misterio, desarrollo de la trama y resolución del caso.
También el misterio que se esconde tras las páginas de este relato, un crimen en una habitación cerrada por dentro, ha servido de ejemplo para crear otras muchas obras. La última sin ir mas lejos de Sophie Hannah y su exagerado Poirot.

El único pero que se le puede poner a ésta narración breve, son las primeras seis o siete páginas, donde se hace una breve introducción sobre el poder analítico y la deducción, pero el resto resulta totalmente brillante.
Un relato breve muy recomendable e indispensable para todos los amantes del thriller o de la novela policíaca.



domingo, 14 de diciembre de 2014

La sonrisa del diablo de Kronberg Annelie Wendeberg

La sonrisa del diablo (Los crímenes de Kronberg 01)
Sinopsis:

En el verano de 1889, cuando un cadáver con síntomas de la enfermedad del cólera aparece flotando en los depósitos de agua de Londres, Scotland Yard solicita la ayuda del doctor Anton Kronberg, el más eminente epidemiólogo del reino. Pero el riesgo de infección no va a ser su principal problema. Primero, porque hasta el lugar se ha desplazado un detective asesor de la policía llamado Sherlock Holmes, quien de inmediato descubre su gran secreto: Anton es en realidad Anna, y el engaño acerca de su identidad, caso de hacerse público, la llevaría a la cárcel. Pero, sobre todo, porque tras el caso se esconde una conspiración criminal que podría hacer tambalear los cimientos de la Inglaterra victoriana.

Opinión: La sonrisa del diablo (Los crímenes de Kronberg 01)

Dicen que en muchas ocasiones un libro termina llevando a otro.
Eso es precisamente lo que me ha ocurrido en esta ocasión.
Tras finalizar con el libro Los crímenes del monograma donde Sophie Hannah recuperaba al detective Hercules Poirot, ¿por qué no decirlo? sin mucho éxito. El azar me llevó hasta éste otro, donde de nuevo, se recupera a un detective famoso. En esta ocasión el resucitado será Sherlock Holmes.

Este libro que da comienzo a una trilogía que llevará el título de Los crímenes de Kronberg, tendrá como protagonista al Doctor Anton Kronberg. Tras la apariencia de este eminente doctor, tenemos en realidad, a una mujer deseosa de practicar la medicina, en una época, en la que no estaba muy bien visto, que las mujeres ocupasen puestos relevantes y menos en una sociedad tan conservadora como era la de la Inglaterra victoriana.

Este libro al igual que el anterior reseñado, Los crímenes del monograma, no son para tirar cohetes, pero no cabe duda que La sonrisa del diablo me ha parecido más entretenido que el de Sophie Hannah.

Lo primero que me llamó la atención es la introducción que hace su autora. En el prefacio nos indica que la historia se basa en unos diarios que encontró en una vieja casa heredada. Se detalla que ha variado los nombres de algunos protagonistas y bla, bla, bla... Supongo que se trata más de marketing que de realidad...

Hay muchos detalles fundamentales para que un libro destaque. Uno de ellos, no digo que sea el más importante, es que el argumento resulte realista. En este caso la historia de fondo resulta totalmente creíble, no puedo decir lo mismo sobre la historia de la protagonista. Pero ese detalle equilibra la balanza y da un ligero toque de intriga a la trama.

La novela como ya he comentado no es gran cosa, pero entretiene y ayuda a pasar el rato. No se hace pesada y resulta agradable encontrar entre sus páginas a un Sherlock Holmes algo más humanizado, menos misógino que el que aparece en los libros de Conan Doyle y que por una vez prescinde del consumo de sustancias alucinógenas. También es interesante ver como una mujer, en este caso Anna Kronberg compite en inteligencia y sagacidad con él.

No puedo añadir mucho más porque el libro no es muy extenso. No llega a las doscientas páginas, así que tendremos que esperar a la segunda parte para ver si realmente merece la pena seguir con la serie o no.

Una lectura sencilla...

sábado, 6 de diciembre de 2014

Los crímenes del monograma de Sophie Hannah

Sinopsis:

Londres, 1929.
Hércules Poirot está cenando en el café Pleasant cuando una mujer irrumpe en el local y le confía que alguien está a punto de matarla. Le ruega que no investigue, pues con su muerte, dice, se habrá hecho justicia.

Unas horas más tarde, tres personas son asesinadas en un elegante hotel londinense.
Poirot no puede evitar involucrarse en el caso, pero, mientras él se esfuerza en ordenar todas las piezas, el asesino se prepara para volver a matar.

Opinión:

Cuando comencé con este libro lo hice con un poco de temor; Agatha Christie y el inolvidable Poirot, habían dejado el listón muy alto, y ahora, alguien se proponía rescatarlos después de mucho tiempo, creando nuevas aventuras.
Me daba algo de miedo y eso que la fama de Sophie Hannah la precedía; esta autora inglesa es conocida por todos los amantes de la novela de Intriga-Thriller; pero... ¿estaría a la altura de la gran Agatha Christie?, ¿Sabría dar ese toque de misterio tan característico, que envolvía todos los escenarios visitados por el gran genio de la deducción Hércules Poirot?
Era una apuesta muy arriesgada, tanto para la autora que tomaba el relevo en la escritura, como para los lectores que queríamos seguir disfrutando del excéntrico Poirot.

Lo primero que destaca al tener el libro entre manos, es el acabado que la editorial Espasa ha dado a la novela.
Le han redondeado los cantos imitando un cuaderno de notas y eligiendo para la portada un fondo negro donde destaca el dorado. Resultando una edición muy cuidada y elegante.
Pero vayamos al tema, porque supongo que lo que más nos preocupa a los fieles seguidores del detective belga no se encuentra en el exterior.
¿Sophie Hannah habrá conseguido dar el toque especial que Agatha Christie aportaba en todas las tramas de sus novelas detectivescas?
¿Logrará crear la atmósfera donde todos los personajes eran posibles sospechosos?

Pues No a la primera pregunta y  a la segunda.
Lamentablemente no llega a estar a la altura de la genialidad de la gran dama del misterio, y eso se debe a que Agatha, simple y llanamente, es difícil de imitar. 
Cuando un autor intenta copiar a otro o imitar su obra, entiendo que intenta hacerlo lo mejor posible y pone todo su buen hacer en manos de una idea a la que ya no se le puede sacar más, dando como resultado una idea demasiado moldeada, que ha perdido la frescura. Puedo incluso añadir, que ese intento por imitar al tiempo tiempo que también de agradar porque hay mucho en juego, termina resultando en estilo algo exagerado.
 
Conclusión: Que el libro se deja leer, pero no me convence.

El primero fallo...
Sustituye al eterno compañero de Poirot, Arthur Hastings por otro policía de Scotland Yard, Edward Catchpool.
Para mí, Hastings sería para Poirot como el Dr.Watson para Sherlock Holmes. La pareja formaba un tandem perfecto y no veo motivo para romperlo...

El peso de la historia recae en estos dos personajes, Poirot, como no podría ser de otra manera y Catchpool. Este nuevo agente se mueve bajo el lema:
"Siempre se consigue más información si se aviene a respetar los deseos de los demás".
Lo cual le convierte en un títere al que mangonean todos los personajes con los que se cruza y no resulta un lema muy eficaz, si el que lo piensa es un policía que tiene que lidiar a diario con delincuentes...

El segundo fallo...
No aparece ni una sola descripción sobre Poirot, como a las que nos tenía acostumbrado Agatha Christie, donde siempre se mencionaba el famoso bigote o su cabeza de huevo.
Sophie Hannah prescinde totalmente de descripciones y al prescindir de eso, se pierde el placer de los detalles...

El tercer fallo...
El argumento está bien pero la trama da demasiados giros.
Supongo que estaréis pensando que ese es un ingrediente esencial en una novela policíaca. Pues no, aquí llega a aburrir tanto cambio.
Yo lo definiría como una cebolla.
En la primera capa tenemos unos sospechosos y las primeras pesquisas sobre el crimen...
En la segunda capa mantenemos los sospechosos, pero se nos muestra como el escenario varía ligeramente.
En la tercera capa... se añaden más sospechosos a la trama, y se agregan de nuevo más pruebas.
En la cuarta... los sospechosos entran y salen de escena, y de paso van tirando por tierra lo descubierto hasta el momento.
Así podríamos continuar...
Cada vez que hace esto recalca todos los datos que tenemos, y nos recuerda lo que ya sabíamos, convirtiendo la lectura en pesada y farragosa al tiempo que en repetitiva.

Conclusión...
Al final parece que ni la autora sabe dónde ni cómo va a terminar la historia.
Obviamente cada vez que modifica algo, Poirot anima a Catchpool a pensar y lograr deducir hasta donde ha llegado él en sus investigaciones; aunque realmente parece que a quien se dirige es a nosotros que estamos más perdidos que un pulpo en un garaje.

Sophie Hannah marea tanto el argumento, que el pobre Poirot, en varias escenas llega incluso a perder el equilibrio, amenazando con caerse.
¡No me extraña! Vamos hacia atrás y hacia adelante, en demasiadas ocasiones, dando vueltas y vueltas, girando el dichoso argumento... Eso haría perder el equilibrio a cualquiera.

La historia aparece narrada en primera persona a modo de recuerdos por el que se supone que debería ser el encargado de llevar el desarrollo de la investigación, Catchpool. Pero el chico falla más que una escopeta de feria.

Otro fallo más...

Todos sabemos que Poirot era por decirlo de alguna manera, algo especial, incluso en algunos momentos llegaba a rozar la prepotencia y la impertinencia.
Pero este nuevo "Poirot", tiene ese rasgo demasiado exagerado. Parece que incluso disfruta con el grado de suficiencia con el que trata a cuantos se cruzan en su camino.

Otro detalle a tener en cuenta es la extensión de este libro que tiene aproximadamente 368 páginas. Lo más normal en la obra de Agatha era encontrar novelas que rondasen las 250 páginas, salvo excepciones. Quizás Hannah, de haber prescindido de algunas vueltas habría satisfecho más a los lectores y se habría acercado a la genialidad de la creadora de Poirot, que no necesitaba de reiteraciones para lograr la maestría.

Bajo mi punto de vista, Sophie Hannah ha fallado estrepitosamente con esta novela.