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martes, 19 de septiembre de 2023

Madame de Treymes de Edith Wharton

Sinopsis:

En esta excepcional nouvelle de aires jamesianos, Wharton despliega toda su capacidad irónica para realizar, del modo más elegante y sutil, una denuncia de dos universos que se repelen en igual medida en que se atraen: el de la decadente y farisea alta sociedad francesa frente al espontáneo pero a la vez fatuo mundo americano. John Durham, un elegante caballero neoyorquino, regresa a París con la intención de casarse con su amiga de la infancia, Fanny Frisbee, recién separada del lujurioso marqués de Malrive. A pesar del amor que ambos se profesan, madame de Malrive decide renunciar al prometedor matrimonio, pues teme que la puritana familia de su marido se oponga a su divorcio y que un posible escándalo perjudique el buen nombre de su hijo. Durham decide recurrir a la cuñada de su enamorada, madame de Treymes, que hasta ahora se había mostrado favorable a la unión. Pero las escalas de valores de la enigmática dama parisina y del inocente americano son tan diferentes que, a pesar de las buenas intenciones de ambos, desencadenarán un trágico e inesperado final.

Opinión:

De nuevo me dejo al mismo tiempo conmover y sorprender por la destreza narrativa de esta autora y añado a este apartado virtual una de sus novelas cortas. de tan solo 128 páginas,  Madame de Treymes
Esta obra fue escrita en 1907 y en ella no solo encontramos una lección de moral, sino que también hallamos una historia en la que se ironiza sobre la rancia aristocracia francesa y el escándalo que conlleva el adulterio.

Edith nació en Estados Unidos en una familia de clase acomodada y a los 23 años se casó con Edward Robbins Wharton, un hombre doce años mayor que ella. El matrimonio, debido a las continuas y públicas infidelidades de él, terminó en divorcio, y eso, a pesar de afectar a la escritora, física y psíquicamente, fue el caldo de cultivo de una floreciente y prolífica carrera literaria. 
Madame de Treymes es un trasunto novelado de la infeliz relación que mantuvo con su marido. Un reflejo fiel de los acontecimientos que acompañaron su divorcio y una visión crítica de la sociedad en la que vivió, ya que en 1907, momento en que escribe esta historia, se estableció definitivamente en Francia.

La precisión y delicadeza de sus descripciones, sumada a la ironía y perspicacia a la hora de elaborar críticas sociales, han convertido su obra en ineludible, siendo el perfil psicológico de sus personajes otro de los elementos a tener en cuenta por la gran profundidad y complejidad que otorga a cada uno de ellos.

A través de esos personajes enfrenta y al mismo tiempo desnuda dos sociedades completamente distintas. La emergente y frívola alta sociedad americana, y la francesa, rancia, sobria y decadente. En la sinopsis señalan que son dos universos que se repelen en igual medida en que se atraen, pero yo no creo que sea exactamente que se atraen, sino que entre ellos nace una especie de simbiosis, una admiración y una dependencia subrepticia que les obliga a caminar al mismo paso.

Al comienzo de esta breve novela podemos pensar que el argumento gira totalmente alrededor de Madame de Malrive y del elegante John Durham, pero una vez conocido el contexto de la historia veremos que la verdadera protagonista, tal y como nos indican en el título, es la fascinante y compleja Madame de Treymes, mujer misteriosa a la par que inteligente. 
La doblez de este personaje femenino crea un gran contraste con la fatal inocencia de Madame de Malrive y John Durham, y ese conflicto nos ofrece una inquietante visión de la decadente e hipócrita alta sociedad francesa y del doble juego y los efectos que se esconden detrás de cualquiera de sus actuaciones. 
A pesar de esa doblez tan particular de Madame de Treymes, no debemos verla como alguien retorcido, porque no lo es. 
Es tan solo un personaje como otros tantos que se esconden en la Literatura Universal, fruto o víctima de una sociedad en la que el género y la jerarquía marcan el compás y donde la mujer ha desarrollado un papel marginado, siendo eso precisamente en lo que Wharton hace un mayor hincapié, en el aislamiento social.
El doble juego va a ser una constante en la trama, un elemento que genera, no voy a decir intriga, pero sí expectación, y esa duplicidad nos empuja hacia un final en el que Wharton fuerza la situación de forma estratégica.

Para ir terminando quiero mencionar dos cosillas que tienen relación entre ellas y con la editorial.

La primera es que os habréis dado cuenta de que no he hablado del resto de personajes...
El principal motivo es que son meros peones de la trama y de Madame de Treymes. Ya he mencionado que ella es el gran personaje, pero incluso así, creo que el lector tendría derecho a descubrirlos por sí mismo, y lo cierto es que no se nos da esa oportunidad. 
El motivo: que el argumento aparece totalmente detallado y descrito en algo que denominan sinopsis y que en cambio esconde un resumen preciso y pormenorizado.
 
No deja nada en manos de la imaginación del lector, e incluso me atrevo a ir más allá... Al final de esa "sinopsis asesina" se sugiere que la obra incluye un giro inesperado, un trágico e inesperado final. Solo por facilitar ese dato, solo por el mero hecho de revelarlo, ya arruina el giro.
Señores editores, los lectores no necesitamos que nos tutelen las lecturas. Tenemos derecho al libre albedrío, queremos sorprendernos con los giros y emocionarnos con los finales, para eso pagamos. Queremos descubrir las historias y disfrutarlas, porque una cosa es que se oriente, que se expongan los puntos generales de una novela, y otro que me cuenten de forma detallada el contenido.

Y hasta aquí la reseña de esta semana. Espero que deis una oportunidad a esta novela breve porque la culpa de lo citado no es achacable a la autora o a su calidad.

jueves, 15 de septiembre de 2022

Los siete maridos de Evelyn Hugo de Taylor Jenkins Reid

Sinopsis:

Evelyn Hugo, el ícono de Hollywood que se ha recluido en su edad madura, decide al fin contar la verdad sobre su vida llena de glamour y de escándalos. Pero cuando elige para ello a Monique Grant, una periodista desconocida, nadie se sorprende más que la misma Monique. ¿Por qué ella? ¿Por qué ahora? Monique no está precisamente en su mejor momento. Su marido la abandonó, y su vida profesional no avanza. Aun ignorando por qué Evelyn la ha elegido para escribir su biografía, Monique está decidida a aprovechar esa oportunidad para dar impulso a su carrera. Convocada al lujoso apartamento de Evelyn, Monique escucha fascinada mientras la actriz le cuenta su historia. Desde su llegada a Los Ángeles en los años 50 hasta su decisión de abandonar su carrera en el espectáculo en los 80 -y, desde luego, los siete maridos que tuvo en ese tiempo- Evelyn narra una historia de ambición implacable, amistad inesperada, y un gran amor prohibido. Monique empieza a sentir una conexión muy real con la actriz legendaria, pero cuando el relato de Evelyn se acerca a su fin, resulta evidente que su vida se cruza con la de Monique de un modo trágico e irreversible.

Opinión:

Hoy os hablo de Los siete maridos de Evelyn Hugo, una novela con una protagonista hipnótica que consigue convertir una historia en apariencia frívola, más propia del papel cuché que de un libro, pero que sorprendentemente termina absorbiendo al lector con una trama llena de escándalos y glamour.

Nos encontramos con una narración que se ajusta a la estructura clásica, Ab ovo, la de introducción, nudo y desenlace, pero con algún detalle que la hacen sobresalir dentro de esa estructura.

Lo primero con lo que vamos a contar es con dos narradoras, ambas haciendo uso de la primera persona.
La primera con la que entramos en contacto es con Monique Grant, una periodista desconocida que trabaja para una revista rosa y que curiosamente será la elegida por Evelyn Hugo para relatar su vida. Esa va a ser la introducción.

Poco después, Evelyn Hugo tomará el relevo narrativo, recurriendo a sus recuerdos y haciendo uso de lo que se denomina como historia inversa, es decir, un relato que busca el origen de los acontecimientos; parte del presente pero al poco tiempo da un salto al pasado, siguiendo desde ahí hacia delante con una narración lineal que se convertirá en la trama principal y que corresponde al nudo o desarrollo dentro de esa estructura clásica de la que os hablaba al comienzo, pero que también incluye esa curiosidad que es introducir una narración preactiva o racconto en esa sección.
Finalmente llega el desenlace donde Monique volverá a retomar la palabra, un momento en el que las historias de ambas protagonistas dan un giro y terminarán cruzándose.

Como podéis observar en el título, los siete maridos de Evelyn parece que van a tener un protagonismo importante en el libro, pero no es así.
Evelyn recurre a ellos para contar su vida, dedica a cada uno un capítulo, pero solo intervienen en la narración como parteners, personajes secundarios o subordinados a ella, lo que conocemos como personajes incidentales o episódicos. Estos siete personajes, unos con más participación que otros, van a ser puntos de referencia para organizar su relato. 

También hay que señalar que, Monique, aunque es uno de los dos personajes principales, también tiene un protagonismo supeditado a Evelyn, y es que la actriz, como ya os advertí al comienzo, es un personaje hipnótico, va creciendo a lo largo de todo el libro y consigue apoderarse de la trama a pesar de demostrar que no es perfecta.
Por otro lado también debo deciros que con Monique no he conectado, quizás le ha faltado profundidad al personaje, pero creo que está hecho a propósito, para aparecer solo como un nexo entre Evelyn y los lectores.

Ya para terminar tengo que decir que esta novela me ha sorprendido. No tenía depositada en ella unas altas expectativas, es más... llegó a mí casi por casualidad, pero el personaje como habéis visto me ha fascinado.

miércoles, 24 de agosto de 2022

Instrucciones para una ola de calor de Maggie O'Farrell

Sinopsis:

Una novela sobre la familia, sobre lo que contamos y lo que decidimos no contar; sobre los compromisos y las concesiones que hacemos, y sobre lo que puede ocurrir si construimos nuestra vida sobre medias verdades.

En Londres, en el verano de 1976, durante una ola de calor y una sequía legendarias, Robert Riordan, recientemente jubilado, sale de casa por la mañana, como todos los días, para comprar el periódico, pero esta vez no regresa. Asustada, su esposa Gretta llama a sus tres hijos, dos mujeres y un hombre, que regresarán a la casa familiar para emprender las pesquisas. El inusitado calor provoca extraños comportamientos entre los Riordan, irlandeses católicos radicados en Londres, y varios secretos guardados celosamente durante años afloran a la superficie.
El hijo mayor, Michael Francis, es un desencantado profesor de historia que trata de salvar su matrimonio. Monica ha intentado recomponer su vida tras el fracaso de su matrimonio pero sufre la animadversión de las hijas de su actual pareja. Aoife, la pequeña, es la hermana rebelde que abandonó los estudios y buscó refugio en Nueva York. Cada uno de ellos tiene sus propias ideas acerca de dónde puede estar su padre. Pero lo que ninguno sospecha es que su madre sabe mucho más de lo que les ha contado.

Opinión:

Creo que el primer párrafo de la sinopsis resume de forma clara y concisa la esencia de esta novela, porque el refranero que sabe mucho de esto dice que una verdad a medias será, tarde o temprano, una mentira completa.

Nos encontramos en Londres, en el verano de 1976. Un verano que tiene mucho en común con el que estamos pasando ahora mismo; con olas de calor asfixiantes que se hacen interminables y una sequía como no se ha conocido en el último siglo.

Gretta y Robert han pasado juntos más de treinta años. A pesar del apego y de la dependencia de uno por el otro, Robert, un recién jubilado, desaparece del hogar familiar sin motivo aparente. 
A partir de ese momento comienza una búsqueda compleja que llevará a la familia Riordan no solo a intentar localizar al cabeza de familia sino también a profundizar en la relación entre ellos.

Con lo primero que nos vamos a encontrar es con un narrador en tercera persona que actúa a modo de cámara. 
Este narrador describe la situación de los personajes al detalle, dando apariencia de objetividad. Los lectores asistimos al relato como observadores, seguimos a cada uno de ellos, pero ojo, porque al igual que haría una cámara de cine solo nos va a mostrar o a enfocar lo que quiere o considera importante, dando más relevancia a unos hechos que a otros. También es cierto que la historia del pasado de esta familia se va a construir sobre elipsis, sobre esos silencios que muchas veces llevan a la interpretación de sucesos de forma errónea.

Este narrador tan curioso, al comienzo de la novela, va a dedicar un capítulo en exclusiva a cada uno de los cuatro protagonistas, es decir, a Gretta y a sus tres hijos, Michael Francis, Mónica y Aoife. De esa forma conoceremos su vida actual justo en el momento de la desaparición.
Tras esas cuatro narraciones independientes la vida de los personajes volverá a confluir y todos juntos iniciarán esa búsqueda a la que se ven empujados por las circunstancias y que les llevará a profundizar en determinados hechos del pasado.

Realmente la desaparición solo sirve para narrar lo que hay detrás, lo que se ha ido ocultando y que al final ha enquistado las relaciones entre ellos. 
Esa desaparición es tan solo un macguffin, un elemento de suspense que impulsa la trama, muy empleado en cine, y que como veis está muy ligado a ese narrador cámara del que os hablaba al comienzo. 
Ese macguffin, la desaparición de Robert, va a ir perdiendo fuerza poco a poco. Los lectores perdemos el interés por él, y creo que ese es el fallo de esta novela. Tenemos una historia cargada de suspense que nada tiene que ver con ese género y llegado a un punto en concreto empieza a desinflarse, quizás porque el resto de personajes tienen mucha fuerza y sumado a la historia del pasado consiguen robarle el poco protagonismo con el que contaba.

Ya para terminar hay otro detalle que no quiero olvidar mencionar sobre este narrador y es que al enfocar solo sobre los protagonistas crea una especie de mundo en el que los aísla. Poco vamos a saber de lo que sucede en el exterior, salvo esa ola de calor que sacude Londres y que da título a la novela. Maggie O'Farrell quiere que nos centremos en esa familia, en sus secretos, en las rencillas y los rencores; en resumidas cuentas... en lo verdaderamente importante que son las relaciones humanas.

Una novela que posee algún fallito, pero en que desde mi punto de vista es recomendable.

martes, 12 de julio de 2022

Yo, Tituba, la bruja negra de Salem de Maryse Condé

Sinopsis:

«Tituba y yo convivimos en la más estrecha intimidad durante un año. En el transcurso de nuestras conversaciones, me contó muchas cosas. Nunca se las había confesado a nadie.» 
Maryse Condé adopta la voz de Tituba, la esclava negra juzgada en los famosos procesos por brujería que tuvieron lugar, en medio de una fiebre de histeria colectiva, en la ciudad de Salem, a finales del siglo XVII. Hija de la esclava Abena, que fue violada por un marinero inglés a bordo de un barco negrero, Tituba fue iniciada en el arte de lo sobrenatural por Man Yaya, una de las curanderas más poderosas de la isla de Barbados. Incapaz de sustraerse a la influencia de los hombres indeseables y de baja moral, Tituba pasa a ser propiedad de un pastor obsesionado con Satán, y acabará recalando en la pequeña comunidad puritana de Salem, en Massachusetts, donde será juzgada y encarcelada, acusada de haber embrujado a las niñas del pueblo. Detenida, abandonada en prisión, Maryse Condé la rehabilita, la arranca del olvido al que había sido condenada y, finalmente, la devuelve a su país natal en la época de los negros cimarrones y de las primeras revueltas de esclavos.

Opinión:

Yo, Tituba, la bruja negra de Salem es una novela recomendada por la confederación española de gremios y asociaciones de libreros; una historia que pintaba muy bien al comienzo, pero que se va desinflando según lees por la incongruencia de algunos sucesos y datos. 
Sé que no hay que tomar al pie de la letra toda la información que se da en una obra de ficción, porque los autores tienen derecho a tomarse ciertas licencias, tantas como a la hora de catalogar, ya que esta han llegado a incluirla dentro del género de novela histórica. Pero qué sabré yo que solo soy una simple lectora...
Eso sí, y lo afirmo con rotundidad, a lo que también tenemos derecho, los lectores, es a ser exigentes y no tragar con todo, como si únicamente fuésemos una máquina de pagar, engullir y callar, y más cuando en esas novelas hay datos que caen por su propio peso.

Por ese motivo, y en la línea que habitúo, voy a intentar plasmar con la mayor brevedad posible los puntos positivos y negativos que, para mí, insisto, ha tenido esta lectura.

El tema central va a girar en torno a los juicios de Salem, un famoso episodio ocurrido en 1692, en época colonial, que narra las luchas internas de las familias de colonos y el fanatismo religioso que llevó a condenar, acusados de brujería, a 14 mujeres y 5 hombres, aunque al final fueron condenados a cárcel muchos más, entre doscientos y trescientos. 

La historia se divide en dos partes. 
En la primera se cuenta la vida de la protagonista desde su nacimiento hasta su llegada al pueblo de Salem, cuando las falsas historias sobre ella empiezan a propagarse como la peste. 
La segunda parte se centra en el proceso por brujería al que fue sometida y los acontecimientos posteriores al juicio.

Para contarnos la historia Maryse Condé toma la voz de Tituba, una de las acusadas en los juicios de Salem. Esta mujer no despertó ningún interés en la historia real, solo aparece citado su nombre en los registros, quizás por ser afroamericana y porque pidió perdón por los hechos que la imputaban. De esa forma, el personaje pasa de ser figurante en esa historia real a protagonista en la ficción.  

Me ha gustado el estilo de narrar de la autora y como recrea, aunque superficialmente, la vida de las gentes de Salem; una asfixiante comunidad obsesionada por la supuesta presencia del Diablo entre ellos, mientras se empeñan en ver el mal por todos lados; la obsesión por el pecado, la represión diaria bajo la que viven sometidos por la psicosis del pastor y una religión mal entendida que se aprovecha del miedo.
Tituba va a ser testigo de un ambiente envenenado y enrarecido por la mentira. 
Resumiendo... una sociedad enferma que poco a poco va a ir contaminándolo todo.

Y aquí empiezan a llegar los peros...
Los hechos de fondo que se narran, es decir, los juicios de Salem, son acontecimientos que han excitado en gran medida la curiosidad de estudiosos, escritores y cineastas. 
Los personajes que Maryse Condé incluye en esta novela son, en su gran mayoría, personajes reales, ya que los nombres están extraídos de los documentos que se conservan por lo que la historia tampoco va a resultar muy original.
Ha habido numerosas obras que ya contaron esos hechos y el proceso que los hizo famosos, por ejemplo, Arthur Miller con su famosísima obra teatral El Crisol, 1952, que luego ha sido llevada al cine.

Es cierto que Tituba es rescatada por la autora, pero no entiendo la necesidad de crear un personaje con esas características y convertirla en una especie de heroína, en este caso falsa, porque es, y repito, un personaje de ficción basado en alguien que sí existió, pero del que no se tienen datos. La autora la pinta rebelde y con una lengua muy afilada, y ese perfil es un comportamiento impensable en esos tiempos que corrían.
No es que yo exija un completo rigor histórico a una obra de ficción, ya lo he mencionado más arriba, pero es que hay situaciones, hechos y datos, que chirrían demasiado y tiran por tierra el trabajo bien hecho. No entiendo que se consulten los documentos originales para aportar información verídica y en cambio otros detalles queden en manos del surrealismo.

Según me iba adentrando en Salem, en las delaciones, las mentiras y las falsas posesiones, iba viendo que la historia hacía agua. Intentaba pasar por alto algunos puntos, pero estos empezaron a amontonarse y la lectura se convirtió en una montaña empinada. Me sentía como Sísifo sosteniendo un pedrusco enorme e intentando remontar esa lectura, un trabajo inútil e infructuoso.
Aplaudo a todos los que no han visto los errores históricos o que han preferido tragárselos, pero a mí, se me hacían bola. 
El retrato que dicen que hace sobre la esclavitud y que es fiel, tampoco es real, porque solo describe la situación de Tituba y de un grupo muy reducido de esclavos que van y vienen por donde quieren, disfrutando de demasiada libertad.

Para terminar voy a citar otro detalle porque la perspectiva feminista que intenta dar a la obra también termina escapándosele de las manos.
Ya he mencionado que se recupera la voz de una mujer de color oprimida, pero a través de ella también vamos a conocer la situación de otras mujeres, las de raza blanca, el sometimiento a sus maridos y la posición que ocupaban en la casa, pero tampoco resulta rigurosa con los hechos.

Estando Tituba encarcelada conoce a una mujer con la que comparte celda y que está enjuiciada por adulterio, es hija de un reverendo puritano y atiende al nombre de Hester. Este personaje secundario que, por nombre y hechos, podría ser la protagonista de la obra de Nathaniel Hawthorne, La letra escarlata, le habla de feminismo.
Es cierto que hubo mujeres que defendieron nuestros derechos desde la antigüedad. En 1792, Mary Wollstonecraft fue la primera mujer en hablar de igualdad en su obra "La vindicación de los derechos de la mujer", donde se establecían las bases del feminismo, pero aún quedaba un camino muy largo por andar y dar el sentido que da Hester al término feminista, el de igualdad, algo que no se utilizó hasta el s. XIX.

En esa imagen que intenta crear del personaje principal creo que es, bajo mi punto de vista, donde radica el fallo de esta historia.
De nuevo os he intentado presentar de forma objetiva lo que me ha parecido esta novela, pero siempre hay un alto grado de subjetividad en todas las reseñas.
Respeto a los lectores que hablan maravillas de este libro y ni aconsejo ni desaconsejo su lectura. 
Creo que he expuesto lo que a mí no me ha gustado y cada lector debe elegir sus lecturas en base a sus gustos. Lo que sí me sorprende es que nadie haya hablado de la falta de coherencia de algunos sucesos con la gran cantidad de reseñas, críticas y artículos que se han publicado.

jueves, 3 de marzo de 2022

Señor de la danza de Andrew M. Greeley

Sinopsis:

Están por encima de toda sospecha. Los Farrell son una familia intachable. La capa de honorabilidad que los cubre oculta a la perfección los tortuosos secretos agazapados tras su perfecta imagen de seres respetabilísimos. 
El pío sacerdote cuyo programa de televisión es uno de los de más audiencia del país; la pelirroja y todavía atractiva Brigid, alma de la familia; el digno profesor universitario, llamado a ocupar el cargo de Gobernador; el héroe desaparecido cuando sobrevolaba China, en misión especial, de espionaje, y que al parecer dio su vida por su patria. 
Constituyen Los Farrel una dinastía modelo, orgullo de la nación. Sin embargo, esa impecable tramoya empieza a tambalearse cuando alguien se pone a hurgar en el pasado. Lo irónico es que ese alguien es el miembro más joven de la familia: la bella, curiosa e inquieta Noele, que al profundizar en la historia de los Farrell se convierte en una seria amenaza. Los adultos comprenden que, si Noele descubre ciertas verdades, el desastre será completo. Porque, a pesar de su poder, de su influencia, de su riqueza, la familia Farrell también tiene que someterse a las leyes divinas. y a las humanas. Aunque a ellos se les hubiera olvidado. Sin hacer caso de las advertencias, Noele sigue con su investigación y no tarda en levantar la tapa de una caja de Pandora de la que, automáticamente, empiezan a salir los inconfesables pecados de los Farrell: sus vicios e inmoralidades, sus aberraciones y lujurias, las envidias, los celos, el odio. ¿el asesinato! Noele afronta el riesgo de pagar cara su audacia, mientras el escándalo se cierne sobre la familia, convertido en bomba de relojería que, de estallar, los arrasará a todos irremisiblemente.

Opinión:

Este libro, publicado en 1985, fue una de esas adquisiciones que mi madre hizo a través de Círculo de lectores. No recuerdo la edad que tenía cuando lo leí por primera vez, pero sí recuerdo que era verano y que su argumento me enganchó con solo leer la sinopsis. Después volvió a ocupar su sitio en la estantería, hasta que estas navidades reparé de nuevo en él. Reconozco que con premeditación, nocturnidad y alevosía se vino conmigo, y planifiqué que sería una de las relecturas de este año.

La impresión que me ha dejado, a pesar de que ha llovido mucho entre lecturas, sigue siendo la misma: es una buena novela, no voy a decir que soberbia, porque no es así, pero entretiene y engancha, y eso para mí es más que suficiente. 
Creo que es una obra que ha envejecido bien. Tiene ese toque de las narraciones americanas de los años ochenta, que describen la sociedad burguesa con ese ansia por destacar, por crecer, enterrando por el camino a todos los que se pongan por medio e impidan el ascenso.

Si alguno de vosotros quiere leer Señor de la danza, probad en tiendas de segunda mano o en bibliotecas, porque creo que está descatalogado.

Y dicho esto paso a hablaros de lo que realmente importa.

Hay varias cosas que llaman poderosamente la atención. 
Lo primero, lógicamente, son los datos que ofrece la sinopsis. 
Debo deciros que ese resumen es a la vista bastante extenso, pero solo revela lo justo. Un buen ejemplo que debería inspirar a las editoriales actuales.
Otro detallito es que su autor era un sacerdote y sorprende muchísimo no solo el argumento de sus obras, sino que se maneja con gran soltura hablando de lo humano y lo divino, sin olvidar reflejar un tema del que debía tener un amplio conocimiento, los pecados capitales. 

La novela, ya lo habéis visto por la sinopsis, nos habla del clan Farrell; una familia católica de origen irlandés, ahora afincados en Chicago y que parece que son portadores de una maldición que persigue a todos sus miembros y que puede recordarnos en algunos momentos a la familia Kennedy, por mucho que el autor se empeñe en dejarnos una nota aclaratoria, al comienzo, indicando que los personajes que pueblan el relato son absolutamente ficticios y que cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia. 

El clan está encabezado por Brigid, la matriarca que vino de Irlanda y su actual marido Burke. 
Después están los dos hijos de Brigid, fruto de su primer matrimonio, y que son monseñor John y Roger, un profesor de universidad que aspira a ser gobernador. 
Roger a su vez está casado con Irene, la típica mujer florero a la que nadie toma en serio. De este enlace, y para ir terminando con el árbol genealógico, está Noele, quien va a actuar como detonante, destapando toda la historia y enlace entre los personajes.

Noele a veces percibe y siente cosas sin que nadie las diga, y esa intuición o curiosidad va a ser la llave que abra los armarios donde los Farrell guardan sus esqueletos. 
La historia va a dar comienzo con lo que parece una pequeña y sencilla investigación para un trabajo escolar. La intuición de Noele, ante las extrañas reacciones que despiertan sus preguntas en algunos miembros de la familia, la va a llevar a sospechar de que su familia está cargada de secretos.

Cada uno de los personajes tiene un hilo propio y van a ir cruzándose al tiempo que la joven investiga. De esa forma, según avanza el relato, que sucede en la década de los ochenta, también se va a ir reconstruyendo el turbio pasado. 

En esta novela el protagonismo va a ir recayendo sobre todos los citados, ya que como he dicho, cada uno de ellos tiene su hilo narrativo, pero sí es cierto que Noele, al ser el medio empleado para ir despejando los secretos, parece que cuenta con una mayor actuación.
De ella he de decir que no me ha gustado mucho su perfil. Eso no quiere decir que sea un mal personaje, pero su comportamiento, para mí gusto, resultaba demasiado adulto. Quizás, si le hubiesen puesto cinco o seis años más, su modo de actuar dejaría de parecerme la nota discordante.

El resto del elenco protagonista cumple con su función. Son los encargados de ir descolocando las piezas del puzle y sembrando intriga en el argumento.
Para sembrar esa intriga, el autor se vale de la estructura de la obra; capítulos muy cortos, cada uno de ellos correspondiente a un personaje, que harán que vayamos saltando por la narración dejando en vilo al lector.

Y poco más os puedo decir, salvo que ha sido de nuevo una buena experiencia lectora. 
Este libro puede llevaros a recordar, por el estilo o por detallitos del argumento, a otros escritos en la década de los ochenta y noventa en los Estados Unidos, momento en que esas historia obtuvieron un gran éxito, describiendo a familias con una supuesta reputación intachable, siempre envueltas en un halo de glamour, pero que luego, tras apagarse las cámaras, descubrían la red de mentiras e hipocresía, sobornos e incluso asesinatos, cimientos de ese selecto imperio de los poderosos.

viernes, 21 de enero de 2022

El ocupante de Sarah Waters

Sinopsis:

Un polvoriento día de verano llaman al doctor Faraday a Hundreds Hall, la mansión de los Ayres, en el desolado centro de una Inglaterra de posguerra que está cambiando aceleradamente. Faraday ya había estado allí cuando era un niño y su madre era una de las criadas de la casa. Y se había colado en las regias habitaciones, y, fascinado por tanta belleza, había roto una moldura de los artesonados de un corredor y se la había llevado. 
Ahora, gracias a los sacrificios de sus padres, es médico, aunque con una posición social no muy cómoda en el rígido sistema de clases inglés, y piensa que esta visita es un golpe de suerte. 
Pero Hundreds Hall ya no es más que la sombra de sí misma: las tapicerías cuelgan en jirones, la carcoma se ceba en el interior de la casa y las malas hierbas arrasan los jardines. La señora Ayres aún es una señora elegante, que mantiene como puede su dignidad. Roderick, su hijo, ha vuelto de la guerra cojo y enfermo. Se ocupa como puede de la casa y de la hacienda, y va vendiendo las tierras y la familia se va comiendo el capital. Su hermana Caroline, independiente, excéntrica y masculina, ha tenido que volver a Hundreds Hall para ayudarlo. Pero los Ayres han llamado al doctor Faraday para que se ocupe de Betty, la joven criada de catorce años, que quizá sólo está enferma de miedo, aterrorizada por aquello que percibe en la casa. Porque siempre son los niños y los animales los primeros en advertir lo siniestro. Y aunque nadie la cree, en Hundreds Hall se oyen ruidos inexplicables, se ven sombras fugaces y marcas de fuego en las paredes, y las cosas más familiares pueden volverse atrozmente perversas... 

Opinión:

Hoy os hablo de una novela publicada en 2009, pero de la que no había oído hablar hasta hace un par de meses y que ha sido un gran descubrimiento; tanto es así que he buscado otras obras de la autora para leer en breve.

Lo primero que quiero hacer es hablaros de la sinopsis de la editorial; algo que últimamente para mí se está convirtiendo en una batalla como la de Don Quijote contra los molinos. 
Me parece un despropósito. 
El primer párrafo parece una redacción de niño en edad escolar y el resto predispone al lector al dar demasiada información, haciendo un resumen de los primeros capítulos. 
Creo que las editoriales deberían tomarse más tiempo y cuidar estos detalles. Por suerte esta vez no había leído la sinopsis, ya que, de nuevo, la recomendación me llegó desde otros blogs amigos y me pareció bastante interesante lo que me contaban entre líneas.
Dicho esto...

Nos encontramos ante una historia compleja a la hora de catalogar dentro de un género. 
Construye una historia, ambientada en la década de los años cuarenta, cargada de obsesiones y con una ambientación al más puro y clásico estilo gótico. Mezcla tanto los géneros, apareciendo estos tan equilibrados, que podría encuadrarse en varias categorías a la vez; es una mezcla de terror psicológico y realismo.

Debo decir, para los lectores que huyen de las novelas de terror, que no llegamos a conocer el terror puro, como tal, pero sí algunas escenas, debido a su forma de narrar y a los elementos incluidos, consiguen sugestionarnos. 
La narración a lo largo de su desarrollo dará muchas vueltas, pero quizás lo que más me ha sorprendido a mí es el ritmo porque Sarah Waters se toma su tiempo para narrar los sucesos. 
La prosa de la autora es muy descriptiva, centrándose en los ambientes y escenarios.
No escatima en detalles y ese desarrollo pausado nos sumerge en algunas escenas extremadamente realistas arrastrándonos como testigos presenciales.
Debo insistir en que la ambientación es el punto fuerte de esta novela, ese trasfondo, oscuro y sórdido favorece que nuestro subconsciente se mantenga en tensión a la espera de la aparición de entidades sobrenaturales o en su defecto que alguien con intenciones ocultas se descubra.

La diferencia de clases, las obsesiones van a ser algunos de los temas que se tratan. 
Nos muestra a una familia, los Ayres, terratenientes venidos a menos; incapaces de avanzar al ritmo de los tiempos y que por lo tanto, permanecen aislados en la gran mansión familiar, Hundreds Hall.  
Esta mansión muestra un aspecto deplorable. Se desmorona día a día y parece arrastrar en ese deterioro a sus habitantes.
La casa se gana por derecho propio un lugar dentro del elenco protagonista, porque es un escenario omnipresente, cuya impronta marcará a todos los protagonistas. Los personajes de carne y hueso, a su vez, tienen una profunda descripción psicológica. 

Tenemos al doctor Faraday, alguien que vive obsesionado con la casa desde que la visitó en una ocasión, cuando tan solo era un niño. Un claro ejemplo de como la admiración puede terminar convertida en obsesión. Pero no solo la imponente casa obsesiona al buen doctor, sino que también le persigue la idea de ascender en ese sistema de clases inglés tan rígido como inaccesible. Faraday será el personaje que intente imponer una visión científica a los hechos.

La señora Ayres es una vieja de gloria que pasa el tiempo reviviendo el pasado e incapaz de adaptarse a un mundo que cambia rápidamente.
  
Caroline es la hija independiente de la familia Ayres. Sueña con alejarse de la casa, pero hay unos lazos invisibles, imposibles de romper, donde familia y "honor" la obligan a permanecer en Hundreds Hall. 

Roderick, el heredero, vuelve a casa tras la guerra con daños no solo físicos. La casa y su estado se convierten en un peso que recaerá directamente sobre sus hombros.

Y por último os hablo muy por encima de Betty, la criada a tiempo completo. Una joven, casi una cría, fácilmente sugestionable.
Como veis un elenco protagonista muy interesante y dispar.

El narrador es uno de los protagonistas y por lo tanto, un testigo directo que va reconstruyendo la historia poco a poco, muchas veces valiéndose del relato de otros personajes, porque lógicamente él no estará presente en todos los sucesos. La narración nos llega en primera persona y como siempre, los lectores deberemos tomar la decisión de si fiarnos o no de esa reconstrucción.

El final resulta sorprendente. 
Sarah Waters consigue mantener la tensión a lo largo de todos los capítulos, guardándose para el final una concatenación de pequeños detalles que consiguen sembrar la duda en el lector. 
Esta historia me ha recordado a grandes narraciones como "Otra vuelta de tuerca" de Henry James, a "Rebeca" de Daphne du Maurier y la película de "Los otros", quizás por esa ambientación y ese tono gótico tan marcado y que a mí me seduce de forma especial.

Me alegra haber inaugurado este año con esta lectura porque es excelente y por si fuera poco también he visto la versión cinematográfica de 2018, una película a la altura de esta novela porque hicieron una excelente adaptación.

viernes, 10 de diciembre de 2021

El secreto Fabergé de Charles Belfoure

Sinopsis:

San Petersburgo, 1903. El príncipe Dimitri Markhov, amigo íntimo del zar Nicolás II, vive rodeado de lujos en la corte imperial junto a su esposa. El zar, amante del arte, continúa con la tradición familiar de coleccionar huevos Fabergé, que adornan las salas del Palacio de Invierno. Sin embargo, fuera de la corte, el pueblo vive una realidad muy distinta bajo la tiranía zarista, en particular los judíos.
Cuando Dimitri conoce a la joven Katya Golitsyn, siente que es su alma gemela. A media que el vínculo entre ellos crece, Katya descubre sus antepasados judíos y comparte con Dimitri la violenta realidad de su pueblo. Ambos deciden entonces sumarse a una conspiración para establecer una monarquía constitucional; conspiración en la que la colección de huevos Fabergé será un eje central, pero un descuido podría ponerlo todo en riesgo y desatar la furia del zar.

Opinión:

Siempre os digo que hay que tener mucho cuidado con las sinopsis porque en ocasiones parece que las carga el diablo. 
Está claro que se hacen para atraer, pero siempre bajo mi opinión y sin ánimo de ofender a nadie, atraer no debería ser sinónimo de engañar.
Para no andarme por las ramas os diré que todo lo interesante de la historia aparece descrito en ese resumen editorial.

La novela en general, no quiero que la descartéis desde mi primera frase, está bien. Capítulos breves que agilizan la lectura, ritmo aceptable, pero poco más... 
Puede que las editoriales hayan bajado el nivel de calidad o que los lectores hayamos subido nuestro nivel de exigencia, pero he experimentado más emoción al abrir el Kinder sorpresa que me acabo de zampar que en las 349 páginas que componen esta obra.
Resumiendo mucho y siempre dejando claro que es una opinión personal, a la historia le falta sustancia porque se resaltan algunos puntos en ella que para mí han sido de escaso interés. Ahora os cuento por qué.

Según la editorial o el orden que se marca en la sinopsis da la impresión que en el eje central del relato se relatarán los sucesos que ocurren en el interior de la corte, la conspiración para derrocar al zar en la que las lujosas joyas Fabergé tendrán un lugar destacado, pero no es así, porque el hilo principal sobre el que se construye la historia es en torno a la relación de los protagonistas, del príncipe Dimitri Markhov, amigo íntimo del zar y de Katya Golitsyn, una joven doctora que descubrirá por azar su herencia judía.
Dimitri y Katya van a formar parte de la conspiración, sí, pero incluso siendo esa la trama principal, los hechos quedan un poco deslavazados, les falta emoción, al igual que otros muchos sucesos que se nos cuentan y que al llegar al final parece que quedan un poco en el aire. Como decía Chejov, si pones un arma en una escena que sea para ser disparada, no como mero adorno.

Hay que dejar claro, llegados a este punto, que es una novela de ficción histórica y que por lo tanto lo relatado no tiene por qué ceñirse a los hechos reales al pie de la letra, pero ya que te inspiras en ellos que menos que darles un poco más de importancia, como parece que se le da en la sinopsis.
Por puntualizar un poco más sobre este tema...
En la sinopsis dice: 
"Una emocionante novela llena de tensión e intriga sobre los crímenes de los Romanov contra el pueblo judío."
Cuando lo cierto es que los lectores solo vemos a un zar que se deja influenciar por sus ministros y al que los pogromos judíos le llegan solo de oídas, afectándole por una serie de atentados que sufre su familia y que se les achaca a ellos.

Vuelvo a incidir una vez más en lo mismo. 
Los hechos históricos, los personajes reales que aparecen reflejados en la trama marcaron la historia de Rusia y se les podía haber sacado muchísimo provecho, tal como hizo Tolstoi, y no como en este caso que quedan relegados a un segundo término en pro de una insulsa historia romántica que sacaría de quicio a la mismísima Anna Karenina y donde ni los protagonistas, ficticios, tienen una personalidad que destaque.

El autor intenta reflejar algunos de los acontecimientos que condujeron al derrocamiento del imperio zarista. Aparecerán citados los pogromos judíos, los atentados contra la familia imperial, las revueltas de campesinos y trabajadores y también la manifestación que tuvo lugar tras la derrota en la guerra ruso-japonesa de principios del siglo XX, una manifestación que sería duramente sofocada y que terminaría denominándose como Domingo Sangriento. Con ese contexto histórico esperaba mucho más y en cambio se cita de forma sesgada.

Por otro lado, los huevos Fabergé y el secreto que esconden esas bellas joyas que tanto gustaban en la corte imperial rusa y que aquí parecen ser el eje central del argumento, como ya he mencionado, son solo un elemento para impulsar la trama, un medio del que se vale el autor para aportar la única intriga de la novela.

Charles Belfoure nos muestra que el chisme es la base de las reuniones de la alta sociedad petersburguesa, es decir, frivolidad frente a los problemas reales, y eso es precisamente lo que me ha parecido a mí esta novela; una historia frívola en la que no se da la importancia que merecen a unos hechos trascendentales para el desarrollo político de Europa.

martes, 2 de marzo de 2021

Tiniebla de Paul Kawczak

Sinopsis:

Una mañana de septiembre de 1890, el topógrafo belga Pierre Claes deja Leopoldville rumbo al norte con una tarea encargada por su rey. Con las estrellas como guía y unos pocos instrumentos, su misión consiste en trazar en la tierra la frontera norte del Congo, y así, materializar lo que Europa llamaba entonces “progreso”, frente al barbarismo de una tierra inexplorada, salvaje, mágica y maldita a la vez. A bordo de la Fleur de Bruges, deslizándose sobre el río Congo, lo acompaña un grupo de lo más heterogéneo, en el que se encuentra Xi Xiao, un maestro del tatuaje chino que tiene visiones del futuro. Xi Xiao viaja con dos certezas: que la colonización es una abominación condenará no sólo a ambos sino, a larga, al mundo occidental; y que su lealtad por el topógrafo está por encima de su propia vida.

Opinión:

Siempre os digo que tengáis cuidado con el contenido de las fajas que envuelven los libros, y en cambio yo caigo una y otra vez en se mismo error.
Como suele decirse: "El hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra", y en mi caso parece que he debido cogerla cariño, porque si no es la misma piedra es otra muy parecida.
Dicho esto, comienzo con la reseña.

Por la introducción ya supondréis que me ha ocurrido con este libro.

Tanto en la faja como en la contracubierta aparecían unas frases que incitaban a hacerse con el libro y la multitud de premios que había recibido el autor contribuían también a hacerlo.
De entre esas frases las que más destaco son estas que están relacionadas:
"Una aventura clásica en la tradición de Moby Dick y El corazón de las tinieblas", "Una novela con el espíritu épico de Conrad".

Pues bien, centrándome en ellas os diré que en lo que se refiere a Moby Dick no encuentro la semejanza; tampoco, y todo hay que decirlo, el espíritu épico ni la aventura, ya sea clásica o moderna.

Otra cosa, como ahora veréis, es la mención a Conrad y a su obra El corazón de las tinieblas (1899), con la que por supuesto hay muchísimas similitudes y la primera la encontramos en el título.
Conrad tituló su novela Heart of Darkness, pero la mayoría de las traducciones a otros idiomas prefirieron sustituir Darkness, oscuridadpor tiniebla, dando como resultado final el título ya mencionado, y precisamente la obra de la que hoy os hablo de Paul Kawczak lleva ese término: Tiniebla
Como podéis apreciar el guiño al autor y a su obra es obvio. 

Por otro lado, y siguiendo con las similitudes entre ambas historias, las dos comparten el tema central que gira alrededor del colonialismo, el racismo y la violencia generada por ello. 
Conrad basó su novela en el viaje que realizó al Congo cuando fue contratado por una compañía belga para trabajar en el barco Roi des Belges que surcaba el río Congo, barco que sale citado también aquí.
De la misma forma, Paul Kawczak nos cuenta la historia de un joven geómetra belga, Pierre Claes, al que se le encomienda la misión de trazar la difusa frontera norte del Congo y lo hará navegando a bordo del Fleur de Bruges
A través de un narrador en tercera persona veremos a lo que Pierre Claes se enfrenta: un territorio colonizado por el rey Leopoldo II de Bélgica y la barbarie de los europeos que contrasta con esa tierra aún inexplorada y salvaje. Exactamente lo mismo que nos muestra Joseph Conrad en El corazón de las tinieblas.

Hay muchos autores, y ahora viene el pero, que se inspiran o toman de base la idea de otro, y más cuando el clásico original ha recibido tantos halagos y se encuentra en la lista de los mejores libros del s. XX, pero no se dan cuenta que cuando llega a manos de los lectores ya no es una idea fresca, y más aún, si el lector ha leído la novela original. 
Entonces nos encontramos ante una idea viciada y solo nos deja una sensación de que nos menosprecian y que piensan que los lectores no tenemos memoria. 
Esa, al menos, es la sensación que me ha dejado a mí, no sé lo que opinaría Joseph Conrad de la comparación a la que someten su obra.

En sus 280 páginas no he encontrado nada que me haya sorprendido, para bien, ni en lo que respecta al argumento ni en la forma de narrar.
Esperaba encontrar una historia donde el tema central fuese el viaje, al menos eso es lo que nos vendían, pero el pasado de los personajes termina cobrando protagonismo y dejando la misión de Claes fuera del argumento.
Dicho esto, tampoco es que en esa mínima parte en la cual se habla del viaje se incluyan descripciones ni detalles interesantes, por lo que la idea de aventuras termina desapareciendo en manos del lector y convirtiéndose en una extraña novela inclasificable.
Lo que debería ser una aventura cambia al poco tiempo para convertirse en una especie de batiburrillo místico en el que las situaciones hostiles harán que el personaje tome conciencia, de algo que no sabemos lo que es, y que cambie su finalidad en el continente africano, llevando al extremo un final que es más que previsible y surrealista. 

Todo en esta historia me evoca al realismo mágico, pero también al simbolismo y al surrealismo. 
Centrándome en el realismo mágico os comento. 
Hace uso del narrador en tercera persona que se denomina impasible, es decir, el que nos presenta algunos sucesos extraordinarios o insólitos sin emoción, con absoluta indiferencia y creando una atmósfera de normalidad, de esa forma iremos construyendo no solo la vida de Pierre Claes, sino también la de sus padres.
Otro detalle que me lleva a recordar ese movimiento literario es que ese relato del narrador, llegados a ciertos pasajes, se ve afectado en el tiempo y el espacio. 
¿Qué quiero decir con esto? pues sencillamente que el relato va a detenerse para retroceder y narrarnos detalles de la vida de sus padres e incluso abuelos que como he dicho más atrás, terminan resultando más interesantes que la realidad del protagonista. ¡Vamos! que el autor engulle sin querer a su propio personaje.  

Dicen que las comparaciones son odiosas, pero cuando un libro y autor aparece mencionado en ambas caras de la faja y en la contracubierta como obra de referencia, y dicen que está escrita en su misma línea, creo, siempre bajo mi punto de vista, que dicha comparación es obligada, ya que la editorial invita a buscar paralelismos aunque sean mínimos entre esas obras maestras y el libro en cuestión.
Es cierto que esas frases que cita la editorial están extraídas de periódicos como Le monde o L'Express, pero si ves que esas opiniones pueden condicionar una lectura, está en tu mano como editor no incluirlas en la faja, por muy afamados que puedan ser los creadores de las mismas. 
Y eso precisamente es lo que se ha cargado mi lectura, una comparación fuera de lugar que, en vez de hacer bien, perjudica.

También quiero comentaros que en la faja se anuncia la obra como una ópera grandiosa en la que el erotismo y el lenguaje delicioso cobran importancia. sobre esto voy a ser muy concisa, si lenguaje delicioso es sinónimo de soez y el de erotismo de mal gusto, pues ahí está mi fallo, que los críticos de los periódicos elegidos y yo, no entendemos ese concepto de igual manera. Algunos pasajes me invitaron a pensar que el autor solo buscaba la provocación. "Que hablen de mí aunque sea para mal".

Y con esto finalizo...
Esta, al igual que el resto de opiniones que vierto en mis reseñas, son emitidas bajo mi propio criterio, el de una lectora, y por lo tanto pueden ser compartidas o no.
Habrá quien piense que no hago justicia a este autor novel; a esos lectores les invitaría desde estas líneas a leer a Conrad, entonces sí que se puede comparar. 
Puede que haya centrado mi reseña en las mal elegidas frases de la faja, pero es que hay más emoción en lo que dicen que lo que vamos a encontrar en realidad.

martes, 26 de enero de 2021

En el piso de abajo. Memorias de una cocinera de los años 20 de Margaret Powell

Sinopsis:

En la primera casa en que entró a trabajar como pinche de cocina, a los quince años, Margaret Powell se quedó atónita cuando le dijeron que, entre sus tareas, figuraba la de planchar los cordones de los zapatos. La señora de la casa le prohibió, además, entregarle en mano cualquier cosa: siempre tenía que ser «en bandeja de plata». 
Era la Inglaterra de los años 20, y en ella una chica empleada en el servicio doméstico tenía que mentir a los chicos si quería encontrar novio: ellos las llamaban «esclavas». 
En el piso de abajo son las memorias de una mujer sedienta de educación que no comprende que, cuando pedía un libro de la biblioteca de sus señores, éstos la miraran incrédulos y espantados. Con el tiempo, aprendió por su cuenta y en 1968 publicó este libro, que ha sido la fuente reconocida de inspiración de series como Arriba y abajo y Downton Abbey, pero mucho más incisiva e intencionada que ellas. 
Penetrante en su observación de las relaciones entre clases, libre y deslenguada en la expresión de sus deseos, Margaret Powell nos cuenta qué significaba para los de abajo preparar las cenas de seis platos de los de arriba. Un documento excepcional.

Opinión:

Cuando empecé a leer este libro lo hice empujada por una serie que estaba viendo en casa, Downton Abbey; una serie de televisión donde se describe la vida de una familia aristocrática y la de sus criados desde el comienzo del siglo XX, teniendo como telón de fondo todos los acontecimientos históricos más relevantes. Esa serie, como acabo de indicar, nos muestra la vida de la familia y de sus criados, aunque estos segundos participen en una trama más secundaria. 
Por ese motivo y conociendo que la serie estaba basada en algunos libros me propuse buscarlos e informarme sobre ellos.
El resultado ya lo conocéis, En el piso de abajo se abrió paso entre mis primeras lecturas del año y ahora paso a contaros mis impresiones sobre ella.

Esta novela son básicamente las memorias de Margaret Powell, un anecdotario donde nos cuenta la difícil situación que vivían las clases más bajas a comienzos del siglo XX, y los hechos más relevantes o curiosos de esa etapa posterior en la que trabajó como empleada del servicio doméstico. 
 
Margaret prestará especial atención al relato de algunas anécdotas que, incluso a ella en esa época, la impactaron, añadiendo su particular toque de humor, rozando muchas veces el sarcasmo y que nos arrancará como mínimo una sonrisa.

"Yo pensaba a menudo en lo incongruente que era que el reverendo hiciera sus oraciones matinales y que las terminara diciendo: "Ahora demos gracias por lo que tenemos". 
Yo pensaba: pues ellos van a tardar mucho más que nosotros en dar gracias".

Algunos de los sucesos que nos relatará resultan bastante duros, sobre todo cuando nos muestre la desigualdad y la injusticia, pero el tono narrativo empleado nos hará digerirlos bastante mejor. 

Quizás lo que más sorprende de la joven Margaret Powell es la capacidad de resignación que nos muestra ante situaciones que sabe que son muy difíciles de cambiar, pero al mismo tiempo nos asombra con un espíritu de superación imparable que la lleva a buscar siempre el lado positivo de las cosas y esa pequeña oportunidad que le permita dar un cambio radical a su vida. 

Otro detalle que puede resultar curioso es que la autora, como ya os he dicho, centra toda su atención en mostrarnos las situaciones de las que ha sido testigo, por lo tanto se limita a relatar principalmente la vida de los de abajo, de esas personas que eran considerados invisibles por los señores. 
Los de arriba en este libro, al contrario que en la serie citada al comienzo, Dowton Abbey, quedan desplazados de escena, y la visión expuesta difiere de la que podemos tener de las clases altas. Quizás el motivo sea que la experiencia de Margaret se reduce a casas de inferior estatus o que lo habían perdido. En este punto llega ese detalle curioso del que os hablaba, muchas de esas familias siguen ancladas en tiempo pasados y se mantienen a costa de la apariencia. 

Ya para terminar, os aseguro que es una lectura muy entretenida que os hará buscar otras de temática similar, sobre todo porque esconde entre sus páginas mucha reflexiones interesantes cargadas de sensatez. 

"De hecho, a lo largo de mi vida en el servicio doméstico he visto que a los señores siempre les preocupaba mucho tu bienestar moral. Les daba igual tu bienestar físico. Mientras pudieras hacer el trabajo, tanto les daba que te doliera la espalda, el estómago o cualquier otra cosa. En cambio, todo lo que tuviera que ver con tu moral pasaba a ser asunto suyo. Eso es lo que ellos llamaban "cuidar de los criados".

domingo, 20 de diciembre de 2020

El maestro y margarita de Mijaíl Bulgákov

Sinopsis:

Moscú, 1930. 

Sobre la ciudad desciende Satán bajo la forma de un profesor de ciencias ocultas, y suceden prodigios que trastornan la vida de los moscovitas. 

Entre los afectados está Margarita, a la que Satán ofrece, a cambio de su compañía en una fiesta, la liberación de su amante, el maestro, que se encuentra en un psiquiátrico después de la mala acogida de su obra sobre Poncio Pilatos (que esconde a la figura de Stalin) y Yoshúa Ga-Nozri (Jesús de Nazaret).

Opinión:

El maestro y Margarita está considerado por los grandes expertos como una de las obras maestras del s. XX.
Mijaíl Bulgákov fue un autor cuyos textos fueron perseguidos por la censura. Empezó a escribir este en 1928 y él mismo quemó el primer borrador al enterarse de que otro de sus escritos había sido prohibido; este hecho, idéntico al que veremos realizar a uno de los personajes principales, me hace intuir que habrá experiencias personales plasmadas en la narración.

Retomó la escritura de El maestro y Margarita en 1931, continuando la revisión meticulosa de los siguientes borradores, un total de cuatro, hasta 1940, momento en que fallece.
Su mujer será la encargada de terminar la obra entre 1940 y 1941. 
Finalmente, una versión censurada en un 12% vio la luz entre 1966 y 1967, y por último fue publicada integra en 1973. Posteriormente se ha reeditado en varias ocasiones completándola con nuevos datos hallados en los manuscritos del autor.

El maestro y Margarita es una de esas obras que se enfrentan a las adversidades, y al final, pese a las zancadillas, consiguen sobrevivir al paso del tiempo. Pese a esto en mí ha despertado sentimientos enfrentados.
 
Por un lado me gusta la crítica voraz que vierte hacia la sociedad rusa, con burócratas y funcionarios tan corruptos como idiotas, y por otro lado hay momentos en que toda la narración me parece un total desvarío. Me hace pensar que quizás la persecución literaria a la que se vieron sometidas sus obras, influyeron en ese sinfín de revisiones y en la crítica ácida que vierte en ella. 

Nos encontramos ante una historia que es una sátira, una crítica hacia las costumbres y vicios de los moscovitas, pero en otros momentos me parece un vodevil por la cantidad de enredos y conversaciones.

La novela que se divide en dos partes encierra tres historias en una.
La primera que vamos a conocer es la de Volánd, el demonio, en el momento en que llega con sus secuaces a Moscú. Su misión es la de encontrar almas a las que corromper, pero como deja claro Bulgákov, ya no quedan almas que viciar o emponzoñar, porque la vida de los ciudadanos rusos de los años 30 ya ha sido pervertida. 
La segunda que iremos encontrando fragmentada es la novela escrita por el maestro sobre Pilatos, al que muchos críticos identifican con Stalin.
Por último, llegando a la segunda parte conoceremos la historia de amor entre los protagonistas que dan título al libro, entre el maestro y Margarita.

Como os he mencionado al comienzo, ha habido momentos que me han gustado mucho, que me han hecho sonreír por las situaciones descabelladas que vivían algunos de los personajes, pero en otros me parecía que el autor escribía bajo los efectos de alguna sustancia psicotrópica.
El balance general resulta positivo, giros de tuerca, menciones a otras obras y autores, un argumento original, pero para mí, como lectora, no ha sido suficiente. Yo esperaba algo distinto después de haber leído tan buenas críticas.
Como ya sabéis todo es cuestión de gustos...
Ahora dejo en vosotros la decisión más difícil, la de decidir si este libro se ajusta a vuestros apetitos literarios o no. 

martes, 23 de junio de 2020

El mapa de los afectos de Ana Merino

Sinopsis:

Valeria, una joven maestra de escuela que tiene una relación secreta con Tom, que le lleva treinta años, se enfrenta al dilema de los sentimientos y quiere entender el significado del amor. En el pueblo donde enseña, Lilian desaparece sin motivo aparente mientras su marido está en la otra punta del mundo. Greg, un hombre a quien le pierden las mujeres, frecuenta un club de alterne de los alrededores para ahuyentar su descontento, hasta que un día se ve descubierto de la peor manera posible.
A partir de momentos como estos en el transcurrir de una pequeña comunidad rural, nos adentramos en los misterios cotidianos de sus habitantes. Las vidas de todos ellos no solamente se irán cruzando a lo largo de más de dos décadas, sino que estarán condicionadas por la fuerza magnética de los afectos, la aleatoriedad del azar o por la justicia poética que a veces nos traen los acontecimientos más inesperados.
El mapa de los afectos persigue el rastro de las personas que construyen las historias escondidas de los lugares; sitios donde se evocan ausencias, sucesos extraños, donde ocurren crímenes inexplicables, se convive con las tensiones personales y familiares y donde solo la pulsión del bien sedimenta el poso necesario para seguir viviendo.

Opinión:

Lo primero que quiero decir, para comenzar esta reseña, es que no me llaman en exceso los libros que obtienen algún galardón, aunque es cierto que muchas veces he terminado leyéndolos. El motivo es que, a priori, no me fío de todo ese arrastre mediático que conlleva el ganar un certamen importante.
Cuando me regalaron este libro ya sabía que había sido galardonado con el Premio Nadal 2020, además de que, en su día, había visto por la televisión la consabida entrevista posterior a la gala del premio.
Tras esa pequeña presentación de la novela, reconozco que el argumento tampoco me llamó la atención, pero como soy de la opinión de que los posibles prejuicios personales sobre algo deben dejarse al margen de la obra, decidí hacerle un hueco hace unos días.

Tras su lectura me ha quedado un regusto agridulce. Se ha convertido en un libro curioso a ratos, pero al que no he conseguido pillarle el punto.
Me queda una sensación de haber leído pequeñas fábulas que buscaban una reflexión en el lector. Como si la autora incluyese una selección de temas de fondo, infinitos, para conectar con todos los tipos de lectores...
Me pregunto si no se presentaron manuscritos más interesantes para ganar el Nadal, con lo que mi observación me lleva de nuevo a cuestionar los premios literarios.
Lo cierto es que lo que más me ha sorprendido de él es su estructura que para nada me podía imaginar.

Dicho esto, comienzo a hacer un breve esquema, muy general, de lo que me ha gustado y de lo que no.

El mapa de los afectos es una novela coral surcada por un sinfín de personajes que entrecruzan sus historias, por lo tanto no vamos a tener una trama definida, el argumento lo van componiendo los personajes poco a poco, según avanza la lectura.
Cada capítulo esconde un personaje y él nos contará una situación o un hecho que marcó su vida.
A través de esas anécdotas, de los sentimientos de los personajes, de su forma de actuar o de ver la vida, se va dibujando un mapa de emociones que se convierte solo en una pequeña muestra de nuestra sociedad.
Para ello, la autora sitúa la acción en un pueblo del interior de Estados unidos. En esa pequeña comunidad rural, todos los personajes terminarán relacionándose entre sí, por un motivo u otro, mientras el tiempo avanza sin detenerse.
Os he comentado más arriba que no me imaginaba la novela así, me refiero a ir creando una historia a base de que cada personaje nos cuente un momento en concreto de su vida que enlazará con la de otros protagonistas. Lo cierto es que esa estructura me ha parecido curiosa.

El libro lo componen 22 capítulos más un epílogo, donde los títulos de cada uno de ellos ya dan una pista de lo que encontraremos en su interior.
Aquí debo señalar que al igual que hay capítulos que me han parecido muy interesantes, hay otros que no, lo que contaban me parecía solo relleno, y eso en esta novela es algo a tener en cuenta, porque cada historia de forma individual termina influyendo en ese relato general que crea la autora.

Valeria, a pesar de ser el personaje con el que se inicia y termina esta novela coral, sus capítulos me han parecido un sinsentido.
Soy de la opinión de que un buen inicio es tan importante como un buen final y lo que Valeria cuenta, al menos al principio, vuelvo a repetir que bajo mi punto de vista, aporta cero a la trama. Sí es verdad que este personaje en cuestión, que parece tener mayor protagonismo, no sé por qué, nos conduce hasta un tema importante y de actualidad que implica una reflexión.
Ese es otro de los detalles que sí me ha gustado, es decir, encontrar grandes reflexiones en algunos de los capítulos, relacionadas con temas muy actuales como la inmigración o el falso feminismo, por citar solo un par.

Pero no es un libro que me haya emocionado, porque algunas historias no han llegado ni a interesarme y aportaban a la lectura un ritmo irregular, quizás por esa estructura de contar algo de forma tan escueta, sin profundizar y saltar inmediatamente a otro personaje.
Creo que su prosa tiene estilo, resulta agradable pero le falta chispa, quizás el alma de esos personajes que son tratados con superficialidad, y además, sabiendo que la autora viene del mundo de la poesía, he echado también en falta más lirismo.

Y así termino la reseña. Ahora os toca decidir, porque al final sois vosotros los únicos que tenéis la llave para elegir sobre qué queréis leer o el modo en que empleáis vuestro tiempo. También quiero deciros que había leído muchas comentarios positivos que animaban a leer esta obra, los cuales respeto profundamente, pero todo esto ya sabéis que se limita únicamente a una cuestión de gustos.


martes, 9 de junio de 2020

Entre visillos de Carmen Martín Gaite

Sinopsis:

Después de algunos años de ausencia, Pablo Klein vuelve a la ciudad de provincias donde ha pasado su infancia para ejercer como profesor de alemán en el instituto.
Allí entabla relación con distintas personas de la ciudad, fundamentalmente jóvenes, y con las alumnas del instituto, sobre todo con Natalia.

A través de las ocupaciones cotidianas de este grupo de jóvenes, de sus angustias, del aburrimiento y de la falta de imaginación, Carmen Martín Gaite traza el perfil de una juventud sin ilusión.

Opinión:

Hoy os traigo al blog la reseña de un libro que en los últimos años se ha convertido en un fijo de clubes y talleres, al tiempo que se ha ganado un puesto bien merecido en las lecturas de Instituto.
Fue la primera novela extensa de Carmen Martín Gaite y con ella obtuvo el Premio Nadal en 1957.

He visto muchos comentarios que apuntan a que Pablo Klein es el protagonista indiscutible de esta historia. Puede que no se equivoquen, ya que hay tantas interpretaciones como lectores para un mismo libro, por eso hoy, en esta estantería virtual, voy a dejaros la mía, que como digo no es más ni menos válida que otras.

Pablo Klein es un joven que llega a una ciudad de provincias para ejercer de profesor de alemán.
Es cierto que su historia es la columna vertebral de la novela pero yo encuentro demasiados indicios que me demuestran que no es el protagonista principal, por mucho que haya lectores que se basan en que Carmen Martín Gaite le dio voz e hilo propio narrado en primera persona.
Es cierto, y yo os lo he contado así en alguna ocasión en este blog, que hay autores que demuestran la importancia de un personaje sobre otro precisamente por esos detalles que acabo de mencionar y que subrayo arriba. Así relegan a un segundo término al resto de personajes...
Pero no siempre es así, no hay una norma fija e inquebrantable; hay que leer la obra y analizar individualmente cada detalle.

En Entre visillos nos encontramos con un personaje, Pablo, a través del cual conocemos a Natalia y llegaremos así a las vidas de los otros personajes femeninos que componen la narración.
Él es un narrador testigo, pero no el protagonista principal, porque tan solo es el medio empleado para narrar unos hechos, para hacernos partícipes de unas situaciones.
Pablo cumple con un fin determinado. Es el encargado de mostrarnos la vida de un grupo de chicas y mostrar las diferencias entre sexos.
Es cierto que interviene en el relato como personaje, pero el tema central no gira en torno a él. Nos va a contar lo que ocurre según lo ve, debería ser objetivo pero no puede evitar tomar partido y mostrar en determinados momentos su opinión.

Vemos a través de él, no solo su modo de pensar y de actuar que se enfrenta a la mirada conformista de ellas, sino que también vemos a la sociedad que las envuelve.
Ellas son protagonistas en distintos grados, pero realmente la verdadera protagonista es la sociedad y ese patriarcado que las relega a ser invisibles con una gran metáfora de fondo "El amor como cárcel".

Entre visillos es una novela coral con mucho diálogo, con lo que consigue un estilo sencillo pero muy directo.
Los personajes quizás nos pueden parecer demasiado estereotipados, pero a través de ellos consigue algo muy concreto y realista: centrar la historia en analizar el papel de las mujeres en la posguerra y sobre todo en la desigualdad de sexos.
La novela se ajusta al modo clásico de introducción, nudo y desenlace, y los acontecimientos seguirán un orden cronológico lineal.
Hay una una polifonía narrativa. unos capítulos aparecen en primera persona y en cambio en otros el narrador es en tercera.
Pablo, del que ya hemos hablado, nos narrará en primera persona, al igual que Natalia que lo hace aportando datos a través de lo que plasma en su diario. El narrador externo será el encargado de contar las partes en que Pablo y Natalia no pueden ser testigos.

El libro narra solo unos meses de la vida de los personajes; es como una pequeña muestra de la situación social, y al terminar intuiremos, ya que no se dice de forma explícita, lo que el futuro deparará a cada uno de ellos.

Entre los temas que se tratan encontramos el poder religioso; la hipocresía social, de ahí el título, porque una cosa es lo que se veía y otra la realidad que se vivía de puertas adentro.
Lo que también puede apreciarse es la falta de comunicación entre los personajes; la dificultad, los impedimentos a la hora de expresar opiniones y su frustración.
Me gustan este tipo de novelas porque nos permiten retroceder la mirada, observar sin interferir y hacernos una idea más clara de la situación que se vivía en el momento: política, social, económica o religiosa.

Ya para terminar os diré que la autora nos va a ofrecer una gran diversidad de personajes femeninos, construyendo la novela alrededor de las charlas y opiniones de las muchachas, haciendo hincapié en ese papel pasivo que las ha tocado vivir. No va a dar voz directa a las mujeres, lo hace, como habéis visto, a través del relato de Pablo y de las escenas que Natalia describe en su diario.

Natalia es un gran personaje en el cual podemos encontrar notas autobiográficas de la autora.
Es una joven que ve que no encaja porque no quiere lo mismo que las demás, ella es la única que se permite soñar; A mí me recuerda mucho a Jo, personaje principal de "Mujercitas" de Louisa May Alcott.
De ese modo, vamos a ver la diferencia entre ellas, pero también lo que las une, esa presión social que las asfixia y que la mayoría termina asumiendo. En todos los capítulos veremos ambientes cargados de machismo y también observaremos que todas, salvo Natalia, están atadas a un destino prefijado, a un futuro que ven que se les escapa.


miércoles, 15 de abril de 2020

Las malditas de Stacey Halls

Sinopsis:

En un tiempo de miedo y sospechas ser mujer es el mayor de los riesgos.
Solo ellas saben la verdad. Solo ellas pueden salvarse la una a la otra.
Fleetwood Shuttleworth tiene diecisiete años, está casada y embarazada por cuarta vez. Como señora de Gawthorpe Hall, en el condado de Lancaster, todavía no ha conseguido traer al mundo un bebé que sobreviva al parto y su esposo Richard es eso precisamente lo que más ansía: un heredero. Cuando Fleetwood descubre una carta oculta del médico que la atendió en su último embarazo, sabe que es ella quien no sobrevivirá esta vez.
Pero entonces su camino se cruza con el de Alice Gray, una jovencísima partera y curandera que le promete que le la ayudará a dar a luz a un bebé sano, el heredero que todos esperan y que convertirá a Fleetwood, por fin, en auténtica señora de su la mansión y sus las tierras.
Sin embargo, el rey Jacobo I, consciente de que el condado de Lancaster se ha convertido en un nido de conspiradores, sabe que una buena manera de instaurar el orden es infundir miedo y temor entre sus habitantes. Y así arranca la caza de brujas más terrible de la historia de Inglaterra, una caza en la que cualquier joven con conocimientos médicos se vuelve sospechosa.
Conforme el juicio de las brujas de Pendle se acerca, Fleetwood y Alice saben que se necesitan la una a la otra para sobrevivir.

Opinión:

Cuando hablamos de brujas o hechiceras, siempre vienen a nuestra cabeza las imágenes de aquelarres donde estas mujeres danzan desnudas alrededor de hogueras, se convierten en gatos negros o bien sobrevuelan las casas de sus religiosos y atemorizados vecinos montadas sobre una escoba.
Pero lo cierto es que detrás de todas esas leyendas y falsos relatos se esconde mucho más y nada que podamos pensar relacionado con el maligno...
Ya habéis oído hablar de las muchas persecuciones en las que se vieron envueltas. Quizás los juicios más famosos son los de Salem en el siglo XVII, procesos judiciales que buscaban castigar los llamados actos de brujería.
Pero todas esas historias quedan muy lejos por ocurrir en la entonces colonia inglesa de Massachusetts, EE.UU, y lo cierto es que no hace falta irnos tan lejos, porque nosotros también pasamos por esa época oscura, aunque hay que aclarar que esa fobia, esa histeria popular que llevó a la hoguera a miles de mujeres, tuvo un impacto menor aquí en España y la mayoría de los juicios no terminaron con la pena de muerte.

La trama de esta novela nos lleva hasta Inglaterra, al periodo que se encuentra bajo el reinado de Jacobo I.
En ese periodo el rey inició varios procesos judiciales contra la brujería siendo uno de los más conocidos el que tuvo lugar en Pendle, condado de Lancashire. Un proceso basado, como otros muchos, en la superstición, en la psicosis colectiva y en las falsas acusaciones alimentadas por el miedo que nacen de la envidia y de las viejas rencillas.

Ahora vuelvo al comienzo de esta reseña para retomar la cuestión que allí os planteaba, esas historias que se esconden detrás de las leyendas sobre brujas...
En toda Europa las mujeres sufrieron la misma situación.
El poder eclesiástico y político había desarrollado un modelo social masculino. Las mujeres eramos un bien material; no podíamos estudiar y menos aún tener conocimientos médicos que pudieran poner en tela de juicio un diagnóstico procedente de un hombre.
La curación y el conocimiento, o el estudio del cuerpo humano quedaba limitado a físicos o médicos, y nosotras eramos una vez más desplazadas; únicamente podíamos ejercer como comadronas. Los conocimientos sobre herboristería pasaron a estar vigilados, y de ahí a perseguidos solo hay un paso muy pequeño.
De esa forma, las curanderas, antaño tan apreciadas por la sociedad, empezaron a ser consideradas brujas, ya que la imagen de una mujer con conocimientos en esa materia era impensable, esa sabiduría solo podían proceder de pactos con el demonio.

Dicho esto vuelvo al argumento de la novela.
La vida de nuestra protagonista, Fleetwood Shuttleworth, corre peligro. Las mujeres estamos relegadas a ser meros objetos de adorno y llegado el momento vasijas que mantengan la sucesión. Pero en Fleetwood ninguno de los embarazos ha tenido un final feliz.
Por encima de ese miedo que siente a perder la vida impera la presión social, y esa presión por no dar un heredero la empuja a una situación extrema, a entrar en contacto con una joven curandera.

No os voy a decir que sea una gran novela, que nos vaya a revelar datos que no conozcamos, porque esta narración puede recordarnos en algunos aspectos a la obra de William Harrison Ainsworth, "Las brujas de Lancanshire", escrita en 1849 inspirada a su vez en el proceso real que tuvo lugar en 1612. Tampoco os diré que tenga grandes personajes que marquen al lector, pero sí es una narración que entretiene y cuya trama está muy bien hilvanada.
Está narrado con un estilo sencillo y quizás la mejor parte son las descripciones que te llevan a imaginar con facilidad escenarios y diferentes ambientes, sin olvidar, por supuesto, la descripción que hace sobre el papel de la mujer.
Según avanza la trama la tensión aumenta y nos acerca a un final que quizás pueda resultar demasiado previsible, pero no es un detalle que enturbie el desarrollo de la historia. Lo que menos me ha gustado de ese final es la rapidez a la hora de terminar.
Los personajes no tienen un gran desarrollo, pero sí es cierto que las dos protagonistas evolucionan y muestran un cambio que el lector aplaude, llegando a anular el comportamiento del resto de personajes, entre los que se incluyen los masculinos, y es que precisamente de eso se trata, de convertir en heroínas a las siempre ninguneadas.

Dicho todo esto, es un libro que recomiendo, porque lo importante es disfrutar y desconectar. "Las malditas" es la primera novela de Stacey Halls y lo cierto es que augura un futuro bastante prometedor.