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lunes, 8 de junio de 2015

El lector del tren de las 6.27 de Jean-Paul Didierlaurent

Sinopsis:

Guibrando Viñol no es ni guapo ni feo, ni gordo ni flaco. Su trabajo consiste en destruir lo que más ama: es el encargado de supervisar la Cosa, la abominable máquina que tritura los libros que ya nadie quiere leer. Al final de la jornada, Guibrando saca de la entrañas del monstruo las pocas páginas que han sobrevivido a la carnicería. Cada mañana, en el tren de las 6.27, se dedica a leerlas en voz alta para deleite de los pasajeros habituales. Un día descubre por casualidad una pieza de literatura atípica que le cambiará la vida.

La amistad une a un grupo de personajes aparentemente anodinos, probables compañeros invisibles de nuestros viajes cotidianos en tren,que esconden mundos extraordinarios donde todo es posible: un vigilante de seguridad que habla en verso, una princesa cuyo palacio es una seo público, un mutilado que busca sus piernas. En una mezcla insólita de humor negro y dulzura, celebramos con ellos el triunfo de los incomprendidos.

Opinión:

Hay ocasiones en las que nos dejamos llevar por las reseñas demasiado entusiastas que leemos en otros blogs, revistas culturales o redes sociales.
Eso es lo que me ha pasado a mí con este autor y este libro en concreto.

Desde que salió publicado en marzo del 2015 no se ha parado de hablar de él.
Se ha convertido en muy poco tiempo en un superventas con los derechos vendidos a más de 25 editoriales. Por lo visto en Francia los libreros han caído rendidos a sus pies y aquí en España ha sucedido más o menos lo mismo.
¿De dónde provienen tantas críticas y reseñas positivas?
Pues francamente no lo sé, pero estoy muy sorprendida del efecto que ha causado y más... después de haberlo leído.
No voy a decir que sea un mal libro, pero en la actualidad hay muchos que lo superan en calidad literaria, y precisamente esos libros no alcanzan la popularidad que ha logrado éste en tan breve espacio de tiempo.

Quizás yo esté confundida y mi comentario sea errado, no digo lo contrario, pero los 18€ invertidos en él ahora me duelen, y pienso que habrían resultado más satisfactorios de haber sido empleados en comprar otros libros que tenía en mente.
Puede que tras este libro haya una gran campaña publicitaria, de eso no hay lugar a dudas, pero muchas veces inflar comentarios no ayuda al escritor. Una vez te puedes dejar liar por los comentarios efusivos que lees sobre él, pero una y no más, la siguiente vez, andarás con más cuidado a la hora de comprar a ese autor o de dejarte influenciar por ciertos medios.

Como siempre os digo, sois vosotros los que tenéis que decidir si os apetece leer o no un libro, y en este caso hago especial hincapié en ello.
Yo os voy a señalar lo que he ido encontrando a lo largo de sus páginas, mis impresiones, pero repito... mi opinión no tiene por qué ser compartida.

El libro como ya habéis leído en la sinopsis tiene como protagonista a Guibrando Viñol, un operario de la STRN (Sociedad de Tratamiento y Reciclaje Natural).
Nuestro protagonista está encargado de manejar La cosa, una máquina atroz, cuya única finalidad es destruir libros.
Guibrando cada mañana coge el tren para ir a su trabajo y lee en voz alta al resto de viajeros las hojas que cada día logra rescatar de la máquina.

Pero en esta historia existen más personajes ...
Un vigilante que habla haciendo uso de versos, Alejandrinos.
Giuseppe, un antiguo compañero de Guibrando que arrastra una dramática historia.
Las hermanas Delacôte, dos ancianas que viven en una residencia.
Julie, un personaje al que iremos conociendo poco a poco a través de un diario que encuentra de forma accidental Guibrando.

Podéis ver que es una historia sencilla, con personajes totalmente corrientes con los que el lector, en algún momento puntual, "podría" sentirse identificado.
Son personas que se agarran a la vida a través de los libros, eso sí, cada cual a su manera.
Guibrando ve en esas hojas rescatadas una forma de acercar la lectura a los demás, al tiempo que hace un homenaje a los libros destruidos.
Giuseppe busca en los libros una parte de sí mismo.
Julie vuelca en su diario su día a día, y así, iremos pasando y conociendo a todos los personajes...

A pesar de que el planteamiento de la historia, como acabáis de ver, en un principio resultaba prometedor, se termina desaprovechando la gran oportunidad que brindaba el argumento al no profundizar ni en las historias ni en los personajes. Ese para mí es el gran fallo, la novela resulta muy superficial para mi gusto.

Volviendo a los personajes y a lo que cuentan, no he logrado conectar con ellos en ningún momento. Se dibujaban ante mí demasiado grises y difusos, y lo único que me sugiere es que la novela está poco desarrollada.
No me ha aportado nada. Ni la prosa, ni el estilo empleado, son demasiado simples...

Creo que no hay que ir muy lejos para encontrar mejores autores y obras que realmente merecen la pena.
En España actualmente estamos sobrados de ellos y es lamentable que perdamos el tiempo en alabar falsamente a libros que creo que no lo merecen.
Como ya he dicho al principio, mi error ha sido meterme en esta lectura con una idea preconcebida.
Es cierto que cada lector abordamos la lectura desde una perspectiva única, por eso no tenéis por qué opinar igual que yo.
Leer y escribir no son ciencias exactas y he intentado que mi opinión fuese lo más justa posible.
Quizás me ha salido una reseña demasiado larga, pero prefiero esto a decir un simple "No me ha gustado" o "No perdáis el tiempo", es cierto que también podía haber optado, como hacen en otros blogs, por no reseñar lo que no les guste, pero los que me conocéis sabéis que ese no es mi estilo.