miércoles, 23 de septiembre de 2015

Nunca es tarde para morir de Pablo Palazuelo

Sinopsis:


«Las Trompetas de Jericó tronaron desde el cielo anunciando la inminente llegada de la muerte»

Así arranca esta novela negra y de misterio, en la que cinco enigmáticos veteranos de sus respectivos servicios secretos conocen a una cautivadora adolescente, de mala vida y peor fortuna, que desatará una espiral de sorprendentes fatalidades y los arrastrará hacia un enemigo despiadado.



Opinión:

Estructura:
Nunca es tarde para morir es una obra donde el relato de los acontecimientos ocurre de forma lineal.
El prólogo comienza con esta frase:

 «Las Trompetas de Jericó tronaron desde el cielo anunciando la inminente llegada de la muerte» 

Tras este arranque, la historia comienza a narrar un suceso que nos sitúa concretamente en 1987.
El resto de la trama se desarrollará casi en su totalidad en 2010. Pero este dato hay que puntualizarlo, ya que más adelante, bien entrada la historia, volveremos con un pequeño salto hacia atrás en el tiempo, hasta el momento que se narra en el prólogo, donde se ampliará la información y lograremos dar significado a esa enigmática frase de apertura.
También hay que decir, que al final, el autor se reserva un breve capítulo a modo de epílogo donde se narrarán los posteriores acontecimientos, situando la narración en 2011.

La trama sucede en apenas un mes. Un periodo muy breve pero intenso en lo que a acontecimientos y acción se refiere.

Hay dos líneas argumentativas destacables.
Una de ellas es la de cinco personajes ya ancianos, que en su juventud estuvieron relacionados en mayor o menor parte, con las agencias de espionaje de sus respectivos países.
Un ruso, un americano, un inglés, un francés y un alemán... (esto podría ser el comienzo de un chiste si también hubiese un personaje español) pero la diferencia con ese tipo de chistes, es que en esta historia la caracterización de los personajes, se aleja de los típicos clichés que circulan alrededor de las nacionalidades. Porque estaréis de acuerdo, en que en muchas novelas relacionan una nacionalidad con una actitud o comportamiento generalizado de sus gentes, algo que personalmente considero un error.
El otro hilo argumental es el correspondiente a una joven policía, Marian.
En un principio este personaje secundario parece meramente incidental, pero poco a poco va imponiendo su presencia hasta tomar completamente el protagonismo.
En resumidas cuentas, estos personajes serán los encargados de guiarnos por toda la trama en una narración donde se han cuidado todos los detalles al máximo.

Género:
Hay algo curioso en esta obra y es que podría catalogarse tanto como novela negra, como policíaca, y es que este libro tiene rasgos de las dos al mismo tiempo.
Es cierto que el género negro se asocia con frecuencia al policíaco, pero la gran diferencia es que en la novela negra, el argumento suele ser bastante más violento, con mucha corrupción y los buenos no dudan en cruzar el límite, en algunos momentos, hacia la ilegalidad.
Eso son características presentes en esta obra, pero yo voy a intentar hablaros sobre lo que más me llama la atención y que corresponde al género policíaco.
En este género como norma, al comienzo suele narrarse un crimen, y al menos eso es lo que nosotros esperábamos encontrar nada más comenzar la lectura. En cambio, eso no sucederá hasta bien centrados en el argumento, más o menos cuando llevamos un tercio leído.
Otra característica que tienen en común las novelas de este género, es que nunca se habla del crimen perfecto, porque como se indica en la portada:

El crimen perfecto es aquel que no es un crimen.

Al margen de todo lo mencionado hasta este momento y en contra de lo que podáis pensar, su lectura no se hace pesada en ningún momento, al contrario. Ese primer tercio se lee en un suspiro y es que el autor utiliza ese tiempo para que el lector empatice con los personajes.

Otra particularidad del género policíaco, es que al final siempre obtendremos las respuestas a, quién ha sido el culpable de cometer el crimen y el móvil, y en este punto, Pablo Palazuelo lo cumple al detalle.
El factor sorpresa juega el papel más importante en esta historia porque no conoceremos esos datos hasta el capítulo final, es decir, más o menos en la página 598 de 608 que tiene el libro. ¡Aquí hay que quitarse el sombrero!

Desde el comienzo, una sucesión de coincidencias harán desconfiar de un personaje en concreto. Pero no olvidemos que son licencias utilizadas por los escritores y al final se cumple el dicho de que nada es lo que parece.
Los giros son constantes y los acontecimientos del pasado también serán de vital importancia. El pasado se hará presente y terminará volviéndose en contra de los personajes.

El único fallo que he encontrado se encuentra justo en el final, pero no afecta ni a la lectura ni al desarrollo de la historia. Se trata de la línea de acontecimientos en torno a un personaje "Valentina", y es que esa narración, el orden en que acontecen los hechos o como están narrados, me crea un poco de confusión. Puede que sea un error de comprensión mío o bien que soy demasiado literal y me gusta que se den los datos de forma precisa.

Al margen de esto solo me queda deciros que es una novela totalmente recomendable que crea adicción.
El elaborado argumento se va complicando según avanza la lectura y aparecen nuevas expectativas que van de la mano de nuevas sorpresas. Esos golpes de efecto resultan verosímiles con lo cual observamos como el autor emplea la intriga de una forma muy inteligente.
Nos obliga como lectores a participar en una investigación paralela. Nos formulamos preguntas al tiempo que intentamos resolverlas, y esas respuestas solo verán la solución como hemos dicho, al final.
La ambientación, los escenarios, el perfil creado para cada personaje, son detalles también a tener muy en cuenta, eso sin contar el trabajo oculto de documentación e investigación que se intuye que ha realizado el autor para obtener una novela tan cuidada en detalles.


domingo, 13 de septiembre de 2015

El vigilante de Peter Terrin

Sinopsis:

Dos vigilantes, aislados en el aparcamiento de un edificio de lujo, esperan la llegada de su relevo y de las provisiones que les mantienen con vida. Tienen prohibido comunicarse con los residentes, y la situación se agrava cuando observan cómo todos excepto uno abandonan el edificio en el mismo día. La suposición de que en el mundo exterior haya ocurrido una catástrofe, la falta de provisiones y la posibilidad de que todo sea una prueba para conseguir un ascenso les llevarán al límite de su resistencia.
El miedo al exterior y al otro, la necesidad de aguantar y sus obsesiones hacen de esta obra una maravillosa metáfora sobre la sociedad actual y la soledad del ser humano.
Novela ganadora del Premio de Literatura de la Unión Europea.

Opinión:

Nos encontramos ante una historia totalmente desconcertante. La incertidumbre que genera, es la que nos impulsa a seguir leyendo. Es una obra que se vale de la narración en primera persona para crear un ambiente claustrofóbico.
Podría catalogarse en varios géneros al mismo tiempo, aunque distopía o thriller psicológico son los que mejor la definen.

Una historia narrada íntegramente en primera persona puede tener beneficios pero también algún que otro inconveniente, aunque lógicamente eso irá en gustos de cada lector.
Un relato en primera persona es más "creíble", eso hace que el lector empatice con el personaje y la situación que vive. He entrecomillado creíble por un motivo.
La narración en primera persona siempre es subjetiva, el narrador únicamente puede relatar escenas donde halla participado, naturalmente aportando su versión de los hechos, por lo que siempre será una opinión sesgada. Nos muestra su punto de vista, pero eso no significa que lo que cuenta tenga que ser cierto.
Lo bueno que tienen este tipo de narraciones es que aportan intriga a la trama, porque por norma no conoceremos la verdadera realidad, hasta llegar al final.

El principal inconveniente es que puede llegar a aburrir.
En este caso en concreto, para impedir que el lector se aburra por un exceso de introspección, Peter Terrin ha incluido diálogos y algunas escenas de acción, en las que intervienen además del protagonista, algún que otro personaje como ya veremos. Esos diálogos además de convertir la novela en amena le confieren dinamismo.

Como veis este libro resulta muy interesante para observar algo que no se ve con frecuencia o no es habitual, un relato en primera persona.

Dos vigilantes aislados en el aparcamiento de un edificio esperan la llegada del relevo y provisiones. El aislamiento al que se ven obligados aumenta la sensación de agobio en el lector. Desconocemos lo que ha ocurrido para llegar a la situación en la que se ven inmersos, pero a través de los pensamientos del protagonista extraeremos que algo grave ha ocurrido en el exterior.
Hay algunas ocasiones donde las conversaciones entre Michel y el otro vigilante, Harry, parecen totalmente surrealista y delirantes. Eso por no hablar de sus rutinas, que resultan de vital importancia para la trama. Las acciones que llevan a cabo, para ellos más que justificadas, para nosotros como meros observadores a los que nos llega la información con cuentagotas, nos parecen extralimitadas y exageradas.
En ese encierro total y obligado en el que se ven inmersos, hasta lo más simple, el gesto más sencillo tiende a exagerarse hasta los limites.

Iremos conociendo a Michel, nuestro narrador, a través de sus recuerdos.
El uso de este recurso literario orientado al pasado, esas escenas retrospectivas dan un toque especial a las novelas de intriga, ya que nos dosifica la información generando un mayor suspense.

El autor ha logrado crear una atmósfera decadente perfecta, que logra agobiar tanto a personajes como a lectores.
No solo la escasez de información y el aislamiento forzado son los responsables de provocar angustia, el escenario elegido también contribuye. Los elementos estáticos que lo componen y los dinámicos que únicamente pueden percibirse a través de los sentidos, ayudan a agravar el estado anteriormente citado.
En pocas palabras, es un libro muy sensorial, precisamente por esas limitaciones a las que se ven sometidos los personajes. Su mundo se ve reducido a ese aparcamiento con luz artificial donde se pierde la noción del tiempo y donde los sentidos cobran un mayor protagonismo.

El libro está dividido en tres partes.
En la primera conoceremos a Michel y a Harry.
En la segunda, un tercer vigilante se incorpora a este escenario tan limitado como reducido de personajes, al tiempo que hacen acto de presencia la desconfianza, la envidia, los celos y la rivalidad.
En el tercer y último tramo de esta historia, Michel y Harry deciden adentrarse en el edificio en busca del único residente que continúa viviendo en él. Hay que decir que en esta última parte la intriga se intensifica.
Los lectores llegamos al punto de no reconocer donde está el límite entre realidad y ficción. Michel relata lo que acontece a su alrededor, al tiempo que mezcla recuerdos y lo que creemos que serán anhelos o ensoñaciones. Empieza a desdibujarse ante nosotros la imagen inicial que teníamos de él. La obsesión avanza y comienzan a aparecer lo que intuimos que serán los primeros síntomas de paranoia. También resulta curioso ver como en situaciones tan extremas, los humanos nos obsesionamos con los detalles más simples.

Es una novela muy recomendable no solo por lo dicho al principio de analizar una narración escrita íntegramente en primera persona. También resulta asombroso como un autor con tan pocos recursos literarios, ha escrito una novela tan merecedora de elogios. Dos personajes, un espacio reducido pero cargado de imaginación. Y es que realmente no se necesita más.

La respuesta a todas las dudas que surgirán a lo largo de la lectura, esas comeduras de coco que se crean en el lector, creo que reside en el título, El vigilante. Y digo creo porque tampoco es que lo tenga muy claro, y es que esta lectura compleja a la vez que fascinante requiere que nosotros participemos intentando descubrir lo que realmente es cierto... de lo que no lo es.
Os aseguro que es una obra que no dejará indiferente a nadie y que requiere, o al menos a mí me ha pasado, un tiempo de reflexión y de análisis, tras finalizarla. Lo que si puedo asegurar es que sería una lectura muy apropiada para tratar en una tertulia, porque cada lector realizará una interpretación distinta.

Peter Terrin es un autor belga y con este libro obtuvo el premio de literatura de la Unión Europea. Creo que a partir de ahora será un nuevo autor a tener en cuenta.


domingo, 6 de septiembre de 2015

Jack el destripador. La leyenda continúa de Gabriel Pombo

Sinopsis:

Un riguroso análisis sobre el mítico personaje de Whitechapel.
Sus macabras hazañas se convirtieron en leyenda.

Su identidad permanece oculta bajo un velo tan impenetrable como la densa niebla de las noches londinenses donde el criminal hiciera su aparición. La trama tiene por epicentro a los dramáticos acontecimientos del llamado "Otoño de Terror" de 1888, y se contextúa en el mísero distrito de Whitechapel sobre cuyas adoquinadas calles el psicópata dejó un reguero de sangre.
Los potentes ecos de un caso mítico que aun resuenan en nuestros días, narrados por un experto latino en la era victoriana.

Opinión:

Lo primero es agradecer a un buen amigo sus frecuentes visitas a este blog y su deferencia al enviarme su nuevo libro.
Me estoy refiriendo al escritor Gabriel Pombo.
Gabriel Pombo es un escritor y abogado uruguayo conocido tanto por sus ensayos relacionados con temas criminológicos, como por sus charlas sobre la figura de Jack el destripador y la época victoriana.
Gabriel Pombo nos ofrece una obra que posee la rigurosidad de un ensayo y al mismo tiempo la amenidad de una novela.
A través de fragmentos novelados, nos irá relatando los sucesos con precisión, tal y como se cree que ocurrieron en el otoño de 1888.
Seguiremos los pasos de las víctimas y de los posibles sospechosos. Esa información se complementará con datos de como se llevaron a cabo las investigaciones. Nos mostrará los posibles fallos en las pesquisas, al tiempo que incorpora nueva información o pruebas halladas a través de los avances tecnológicos y científicos.

La novela está dividida en varias partes o capítulos, donde se analizan todos los hechos encontrados alrededor de la misteriosa figura del asesino de Whitechapel.
El primer capítulo, como no podría ser de otra forma, gira entorno a las víctimas y a sus costumbres.
A partir del segundo, alrededor de los sospechosos y posibles profesiones tras las cuales podría esconderse el misterioso asesino. Marinos mercantes, barberos, médicos, matarifes, eran las profesiones que contaban con más posibilidades.


Jack el destripador se ha convertido en todo un icono para la criminología.
Los motivos son varios, pero el principal es de sobra conocido. A pesar de que muchos han sido los expertos que han centrado sus estudios en esa figura macabra decimonónica, no han logrado desentrañar el enigma criminal más cautivante de todos los tiempos.
El criminal culpable de cometer esos sórdidos crímenes, nunca fue encontrado.

Tampoco hay que olvidar que tanto el cine como la literatura, han contribuido a aumentar la leyenda alrededor de este sanguinario asesino.
¿Qué hace tan atrayente a este personaje? Básicamente el morbo.
La oscuridad en que se amparaban sus crímenes, que las víctimas fuesen prostitutas, que ocurrían en un barrio pobre, frecuentado por ricos y burgueses. La gran difusión de los crímenes a través de los periódicos de la época, los posibles motivos ocultos...

Pero centrémonos en lo que considero más importante y a lo que se da más importancia en este libro.
Muchos psicópatas fueron relacionados con Jack el destripador y sus actos.
Las barbaridades perpetradas y la divulgación mediática contribuyeron a que estos delincuentes fuesen propuestos como "posibles culpables" de haber consumado la obra del asesino del East End.
En 1888, Jack el destripador, era la estrella criminal indiscutible y muchos personajes tanto anónimos como públicos fueron relacionados con él.
El resto de capítulos están dedicados a esos personajes.
El duque de Clarence; es decir, el principe Albert Víctor, fue uno de los sospechosos de más alto rango junto con Arthur Conan Doyle o el médico personal de la reina, por citar a algunos de ellos.

También tendremos un capítulo dedicado a James Maybrick. Uno de los principales sospechosos a lo largo de este siglo y sobre el que se han escrito algunas obras.
En "Jack el destripador". Diario con prólogo de Shirley Harrison, James Maybrick aparece como el candidato indiscutible a ser el asesino del East End. Un libro que curiosamente tengo desde hace bastantes años y que ahora inevitablemente, tendré que leer.

Como suelo decir a menudo,  unos libros nos llevan inevitablemente a otros y en este caso, me reafirmo en lo dicho.


Gabriel Pombo, tampoco olvida mencionar a otros asesinos en serie que se ganaron un espacio en la galería de monstruos y que en algún momento, se pensó que podían estar relacionados con el causante del Otoño del Terror de 1888.
"El asesino loco" calificado así por la prensa británica y australiana. "El loco del hacha" que actúo en la localidad de Austin en el estado de Texas, "El descuartizador del Tamesis" o "Asesino del torso" que ya salía mencionado en El segundo asesino de Sarah Pinborough.

Todos los personajes citados, los candidatos a haber sido el posible "Jack el destripador" son literariamente muy interesantes y eso es uno de los puntos que favorece la lectura de esta obra.
Otro aspecto positivo, es que el autor no se limita a realizar una copia de los datos ya conocidos sobre este personaje. Llegados a este punto cabe mencionar, que ha realizado una excelente labor de investigación que se ve reflejada en las páginas de este libro.
Ha estudiado en profundidad libros, informes policiales e incluso los datos que se salvaron de las autopsias.
El gancho de esta obra consiste en que algunas partes, como ya he mencionado están noveladas, lo que hace que la lectura sea amena.La inclusión en esas partes de datos e información rigurosa, se asimila sin dificultad.
La estructura de la obra, dividida en secciones, también favorece a que los datos no se dispersen. De esa forma el lector va centrándose en el tema que trata cada capítulo barajando sospechosos e hipótesis.
Algunas teorías que se han ido manejando a lo largo del tiempo y que nos cuenta el autor, como podréis comprobar, resultan totalmente estrafalarias, aunque hay que reconocer que otras podrían haber sido acertadas.
Gabriel Pombo nos las presenta con objetividad, no interfiere en nuestra opinión y deja que el lector fantaseé apostando por un sospechoso u otro y decida finalmente hacia que hipótesis se inclina.
Otro detalle a tener en cuenta es la inclusión de fotografías que complementan los datos de manera interesante, enriqueciendo el aporte de datos.

Para terminar un último apunte.
Esta obra no se centra solamente en víctimas y posibles verdugos.
Muchas han sido las teorías que han intentado hallar el móvil para tan sórdidos asesinatos y aunque aquí tampoco encontraremos la respuesta, quizás sí nos ayude a tener algunas ideas algo más claras.
¿Qué se ocultaba tras las mutilaciones de las prostitutas? ¿Se trataba de sadismo o fetichismo?
¿El asesino se trataba de un amante despechado, de un asesino misógino u homosexual?
Tras más de un siglo sin resolver estos macabros asesinatos poco más se puede añadir, quizás si os decidís a leer esta obra algunos personajes que se encontraban en vuestra lista de posibles sospechosos pasen a ser firmes sospechosos.

Si os interesa este tema y personaje, esta obra es una excelente elección. De momento solo está siendo distribuida en Sudamérica pero en breve, esperamos que esté a disposición de los lectores españoles.
Para los que queráis profundizar más sobre este sádico personaje o sobre su autor podéis hacerlo en la web de Gabriel Pombo.
http://pomboypombo.blogspot.com.es/