viernes, 2 de noviembre de 2012

La caza del carnero salvaje de Haruki Murakami


Sinopsis:

El narrador, un desencantado treintañero, superviviente de su propia juventud, tiene con un socio más o menos alcohólico, una pequeña agencia de publicidad y traducciones. Se ha divorciado y ha conocido a otra mujer —una modelo publicitaria de orejas, prostituta ocasional y correctora tipográfica— que le seduce precisamente por la perfección absoluta de sus orejas.En una de sus campañas publicitarias ha publicado una fotografía aparentemente sin importancia: un rebaño de ovejas con un idílico fondo de montañas nevadas, y entre ellas, un carnero. Pero esta imagen banal pondrá al protagonista en el punto de mira de un poderosísimo grupo industrial, verdadero imperio económico y también político. El emblema de ese grupo es precisamente el carnero de la imagen, pero éste es un animal que no puede aparecer en ninguna fotografía tomada de la realidad, porque no existe.Y a partir de aquí, el narrador, acompañado por su amante, se verá lanzado a una ardua investigación, digna de las mejores novelas policíacas americanas: antes de un mes debe encontrar el lugar donde fue hecha la fotografía y el animal que aparece en ella. Si no lo hace no sólo llevarán a la ruina a su pequeña agencia; también le convertirán en un paria en su propia sociedad. El grupo del carnero es lo bastante poderoso como para poder aniquilarle económica y socialmente.Y corresponde al lector internarse, junto con los protagonistas de la fascinante novela de Murakami, en esta contemporánea búsqueda de un Grial nada santo, el carnero mítico que, cuando es mirado por alguien a quien él elige, posee al desprevenido espectador, convirtiéndole en su morada y su instrumento. Un carnero que —dice la leyenda— se apoderó de Gengis Khan y que tal vez no sea más que la encarnación del poder absoluto.

Opinión:

En esta obra me ha parecido un Murakami algo distinto en su forma de narrar, aunque esta obra también tenga ese toque mágico tan característico, tan especial que da a sus relatos.
Quizás al principio (hablo de las cien primeras páginas), me pareció una de las novelas de Murakami que he leído más flojas, pero según te vas adentrando en la historia se va transformando y se torna más y más interesante. Llegando a gustarme incluso más que Kafka en la orilla y eso ya es mucho decir, quizás esto se deba a la intriga que acompaña a toda la novela.
Creo que es una de las obras de Murakami con más descripciones que he leído, pero en su justa medida, sin llegar a aburrir.
Te transporta con ellas a los parajes que describe, notas el olor a tierra mojada, la sensación de la abundante hierba al ser pisada, sientes la humedad y la frialdad de la nieve al caer sobre tu rostro.
Te ves arrastrado a los paisajes más escondidos de japón...

Me encanta el modo en que mezcla personajes totalmente corrientes con el mundo fantástico, e incluso que se atreva a incorporar en sus diálogos conversaciones totalmente surrealistas, disparatadas, que terminan convirtiendo la trama en delirante aunque también en hipnótica, ya que te absorbe sin darte tregua.
Una novela que comienza de una forma extraña.
Con un aire entre novela policiaca y de intriga, que alterna en ocasiones el pasado y el presente.

El protagonista es un hombre cansado de su vida simple.
Un personaje corriente cuya vida se puede contar en no más de diez líneas.
Se verá inmerso en la búsqueda de un animal mítico que aparece en una fotografía, y al que se atribuyen poderes sobrenaturales.
Murakami nos introduce en la trama y acompañaremos al protagonista a lo largo de una búsqueda que podría considerarse como un camino iniciático, ya que el encontrar al animal acarreará muchos cambios en su vida.
Será el final de una etapa, pero también el comienzo de otra.
Para terminar os diré que el resto de personajes de la historia igual que aparecen, desaparecen.
Tan sólo son personajes que sirven de nexo en la trama, de esta forma el autor les relega a un segundo plano, les resta importancia y evita saturar al lector.
Como dato curioso os diré que les utiliza de tal forma que incluso llega a prescindir de darles nombre y a los que realmente tienen algo que aportar, le basta con darles un apodo.

Para los desconocedores de este autor, es un buen libro para iniciaros e introduciros en el Enigmático Universo Murakami.


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